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miércoles, 14 de julio de 2010
Ciencia y Tecnología
LA BASURA CÓSMICA QUE ORBITA LA TIERRA ES SERIA AMENAZA PARA LOS VIAJES ESPACIALES
La basura cósmica se ha convertido en una verdadera amenaza para los viajes espaciales que se programen para el futuro, reveló un informe elaborado por Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos conocido hoy.
Esta basura, originada en más del 80 por ciento de los cohetes, satélites y otros vehículos lanzados al espacio desde 1957 y se encuentra en órbita terrestre, se mueve a velocidades que oscilan entre 8 y 10 km por segundo. A esta velocidad, cualquier objeto, por más diminuto que sea, puede causar serios daños a una nave espacial tripulada, especialmente porque esta velocidad proporciona a las pequeñas partículas gran energía cinética, capaz de destruir paneles solares y los componentes electrónicos de los satélites que están en órbita.
"Los cuerpos mayores pueden destruir completamente a un satélite. Estos cuerpos, por lo general, provienen de los restos de colisiones entre aparatos abandonados", expresa en el informe el astrónomo de la Nasa, Ericson López.
López precisó que la NASA monitorea con frecuencia el espacio para saber la distribución de esta basura cósmica, que representa un gran peligro en los viajes espaciales. Para realizar este trabajo, los telescopios y los radares son herramientas indispensables.
La basura cósmica, según la NASA, se incrementó 20% durante el 2009 y ya son de 15 mil los escombros que representan una amenaza para los equipos y personas en la órbita terrestre.
La revista Science publicó que gran parte de esta chatarra espacial se acumula en las órbitas bajas, hasta una altura de unos 2 mil kilómetros sobre la superficie terrestre, y en la órbita geoestacionaria, a una altura aproximada de 36 mil kilómetros.
El año pasado, los astronautas de la Estación Espacial Internacional evacuaron durante 10 minutos la instalación y se refugiaron en la nave rusa Soyuz, ante una lluvia de escombros procedentes de un supuesto motor satelital.
López señaló que esta chatarra no representa riesgos para la Tierra, porque la atmósfera actúa como un escudo protector. Esto significa que al entrar en contacto con la atmósfera densa, la basura se quema por fricción.
"En las épocas de máxima actividad solar, la atmósfera se agranda y en este proceso atrapa a estos cuerpos nocivos, quemándolos", agregó.
Hoy en día, el mayor desafío para los científicos es localizar esta basura cósmica con el propósito de evitar posibles colisiones con vehículos espaciales.
Un plan para recoger los residuos
La basura espacial que orbita la Tierra ha sido generada directa o indirectamente por el ser humano. Pueden ser residuos de las etapas de combustión de las primeras misiones espaciales, residuos de combustibles, satélites averiados o que no se encuentran en funcionamiento o escombros de colisiones en el espacio entre los vehículos espaciales.
Las misiones espaciales, tripuladas o no, son las que más riesgos corren. Existen desarrollos tecnológicos para intentar recoger en parte la basura espacial, por ejemplo, mediante naves controladas de forma remota.
La idea esencial es encontrar tecnologías que reduzcan rápidamente la basura espacial para acelerar su caída. El físico y profesor de la Universidad de San Francisco de Quito, Pedro Duco, está trabajando en este tema, informó la NASA.
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