kradiario.cl

lunes, 9 de noviembre de 2015

Columna de psicología familiar y social 

LA ERA DEL HEDONISMO EN LAS PAREJAS JOVENES
Por Jessika Krohne
www.psicologiaglobal.cl
.
Antes el matrimonio era para toda la vida. Hoy, las parejas jóvenes ven el matrimonio como una relación desechable. Ante cualquier pequeño problema deciden tomar caminos por separado. Muchas veces no se lucha como antes, especialmente cuando no hay niños de por medio.
.
Solo vale lo inmediato, lo nuevo, lo novedoso, al punto de transformar hasta los vínculos afectivos en objetos desechables. Las cosas nos suelen aburrir rápido y las relaciones muchas veces también. Como Lipovetsky tituló alguna vez en uno de sus libros: "La era del vacío". Vivimos la era del consumismo puro y donde la competividad es mucho más importante que las relaciones afectivas. No nos relacionamos con las personas, sino que competimos con ellas.
.
Hoy el hombre aspira a un pasar despreocupado, a un estado continuo ausente de malestar y preocupaciones. Tenemos pastillas para todo y preferimos evadir las emociones negativas en vez de enfrentarlas. Preferimos desechar los problemas, en vez de solucionarlos. Lo mismo ocurre con las relaciones de parejas. Preferimos separarnos en vez de buscar la salida a los problemas.
.
Definitivamente podemos concluir entonces que la existencia del hombre se orienta hacía la evitación del dolor, es decir hacía la búsqueda de placer. Esta inclinación hacía el hedonismo puro, como dicen Alejandra y Antonio Godoy en su libro: "Te amo pero no te deseo" nos ha llevado a una sobrevaloración de la juventud y a un rechazo de la vejez; a un culto del cuerpo, proliferando los centros de belleza, gimnasios y un aumento explosivo de operaciones estéticas.
.
Vivimos una vida hacía afuera donde solo valoramos compararnos con un otro, compitiendo con un otro. Si tengo más, valgo más y pertenezco al grupo de los ganadores. Si no logro tener, descendemos al grupo de los perdedores, que es la división actual del mundo.
.
Es por esto que en este escenario, le tememos a las relaciones duraderas, le tenemos miedo a los afectos, a las emociones. Preferimos lo simple, lo inmediato y nos acomoda más vivir en un mundo donde no es necesario pensar mucho.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario