Esta situación obligará en Chile a adaptar las políticas públicas a esta nueva realidad, ya que las necesidades de la gente son y serán cada vez más distintas: Más viejos requieren ayuda del estado para financiar más y mejor medicina y mejores refugios para ancianos (más gastos estatales para atender debidamente a un mayor número de viejos).
Además la caída de los nacimientos podría reflejar un impacto en la economía a largo plazo lo que necesariamente habría que recurrir quizá a aceptar más inmigrantes, a pesar de los problemas que todo esto ya ha significado en Chile.
Un ejemplo: La comuna de Río Hurtado en Coquimbo, que tiene una población de 4.308 habitantes, cuya alcaldesa es Carmen Juana Olivares, dijo que en 2024 habían nacido sólo sólo 12 niños. Sin embargo el debate público no está altura en Chile, como debiera ser, al menos hasta hoy
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