Columna de psicología familiar
EL
JOVEN QUE QUISO MORIR CON
LOS LEONES
Por Jessika Krohne
La semana pasada cuando nos encontramos con la noticia en los diarios y
en los medios sociales de que un joven había saltado a la jaula de los leones
en el zoológico metropolitano nos imaginamos muchas cosas en ese instante y
seguramente la mayoría empezamos a insultar a este joven en nuestro interior
culpándolo de esa irresponsabilidad.
En este hecho hay muchas aristas, por un lado se culpa en primera línea
a este joven imprudente e irresponsable, en segundo lugar uno empieza a
cuestionar la seguridad en el zoológico y se pregunta si son suficientes para
evitar un acontecimiento de este tipo y por último se juzga el actuar de las
personas que tuvieron que asesinar a dos animales inocentes por culpa de un
“enfermo mental”.
En fin, creo que aquí no se puede culpar al zoológico en ninguna
circunstancia. Nadie es capacitado para enfrentar un hecho de este tipo que en
el mundo seguramente ocurre una vez cada 10 años. Creo que los funcionarios del
zoológico actuaron como se debía en ese momento y sin duda se sacrificaron
inocentemente dos felinos que con mucho cariño fueron criados en ese lugar,
pero es el costo de enfrentar una situación de este tipo. Tampoco es justo
juzgar la seguridad del recinto. Creo que estos casos que ocurren tan a
lo lejos son muy difíciles de prevenir.
Por último me gustaría referirme a un tema mucho más delicado aún. A la
vida y el actuar de este joven que padece una enfermedad psiquiátrica.
José Bitrán, un connotado psiquiatra publicó una carta muy interesante
la semana pasada que describe la poca tolerancia y empatía que las personas
tienen con los enfermos mentales y en este caso con Franco Ferrada que
seguramente en un momento de psicosis realizó esta imprudencia que para una
persona “normal” resulta absurda. Pero él en su estado de alucinación y
profundo delirio quiso sobrevivir a este acto. Al ingresar a la jaula de los
leones aseguró en una carta que sería salvado por ser Jesús. Sus ideas son
claramente irracionales, pero para él son reales.
Este tipo de enfermedad psiquiátrica normalmente se hereda y ya en la
infancia se pueden percibir algunos síntomas, ya que pueden presentar algún
comportamiento errático en el colegio, donde tienen problemas. Son individuos
muy solitarios, tienen episodios de mutismo, tienen pocos amigos, malas
calificaciones y sienten mucha angustia. En la adolescencia o en la adultez
joven se presenta con mayor fuerza la psicosis.
Este joven ya debería haber estado en tratamiento, pero claramente sus
antecedentes familiares tampoco lo protegen y contienen mucho en esta
enfermedad. Se trata de un individuo que ha carecido mucho de la contención
familiar. Sus dos hermanos están en la cárcel y su madre murió el año pasado.
Los trastornos psicóticos parecen ser más prevalentes en la población
general que lo que se pensaba. Tiene una prevalencia similar entre hombres y
mujeres, y, aunque en casos más raros puede iniciarse entre adultos de edad
media, la edad de inicio para los hombres está entre los 15 y 25 años, siendo
para las mujeres algo más tardía, ubicándose entre los 25 y los 35 años, con un
nuevo aumento de la incidencia alrededor de los 44 años, lo que sugiere un rol
protector de los estrógenos. El 75% de los casos tiene una edad de comienzo
entre los 15 y 35 años.
Falta mucha información para comprender este tipo de enfermedad y aún no
se han integrado estos pacientes a nuestra sociedad. Ojalá Franco Ferrada pueda
recibir de aquí en adelante un buen tratamiento psiquiátrico para poder vivir
una vida relativamente “normal”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario