Mal consejo de sus asesores
LA QUERELLA DE LA PRESIDENTA SOLO LE COMPLICARÁ LA VIDA Y ENREDARÁ MAS AÚN EL CASO CAVAL
Por Walter Krohne
El ministro secretario general de Gobierno, Marcelo
Díaz, confirmó este martes que la presidenta Michelle Bachelet presentó una
querella contra la revista Qué Pasa por la publicación de supuestos
pagos de campaña que habría recibido a través de la sociedad Caval.
La presentación de la querella la hizo a través de su abogado Juan
Pablo Hermosilla “en su condición de ciudadana” y “como
persona natural“, aseguró el vocero de Gobierno, y en ella se alude que
la revista habría incurrido en el delito de injurias y calumnias con publicidad.
El material publicado por Qué Pasa, el pasado jueves, corresponde a la transcripción de los audios de conversaciones telefónicas de Juan
Díaz, gestor inmobiliario de Caval e imputado en la causa. Estas conversaciones fueron interceptadas por el
OS-9 de Carabineros. El fiscal que dirige la causa, Sergio Moya, dijo en este contexto que Díaz podría haber estado en conocimiento de que era escuchado por parte de los organismos policiales.
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Tras la publicación, tanto la presidenta Bachelet
como otros personeros de Gobierno reaccionaron con molestia y acusaron de un “montaje“,
adelantando que interpondrían acciones legales.
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En líneas generales se puede deducir que nuevamente la Presidenta ha sido mal aconsejada porque en este caso la revista Qué Pasa no publicó una nota propia o que haya preparado alguno de sus redactores, sino que se trató de la publicación de una transcripción, como dijimos, de escuchas grabadas por Carabineros. En el fondo es una nueva filtración de documentos judiciales o de la Fiscalía como ha ocurrido repetitivamente en los meses anteriores y que los medios han publicado sin tener encima, como una "espada de damocles", con el único objetivo de cumplir con la tarea periodística de informar ampliamente sobre procesos que le incumben a Chile y, por lo tanto los chilenos tienen el derecho a tener acceso, gracias a la existencia de una prensa libre y sin presiones de ninguna especie.
Esta querella, en consecuencia, estaría violando la libertad de expresión, porque es imposible tratar de comprobar si la voz de la grabación era o no la de Juan Díaz, lo que entre tanto se ha establecido que si lo es. Un medio que recibe un material como el señalado, que contiene elementos informativos que permitirían aclarar otros aspectos o aristas del complicado caso Caval, no debería negarse a difundirlo o desistir de su publicación, siempre y cuando incluya la fuente de la noticia. Esto es parte de su responsabilidad periodística. Es probable que Díaz se haya aprovechado de la situación para entregar una serie de informaciones inconexas a fin de presionar a Natalia Compagnon, la nuera de la Presidenta, para que le pague una deuda que bordea los 2.000 millones de pesos. Sin embargo comprobar que todo era un "tongo" y nada más, como lo da a entender el magistrado, no es una misión del medio afectado cuando el material lo recibe de fuentes cercanas a Carabineros. Si posteriormente se comprueba la versión como un simple "tongo", entonces el medio deberá responsablemente reaccionar y publicar la nueva versión de los hechos.
Lo único que obtendrá la Presidenta con esta acción judicial es una complicación adicional del caso Caval, que seguirá vigente hasta el termino de su mandato, lo que la afectará directamente al tratarse de una triste historia muy ligada a su familia nuclear para finalmente poder llegar a un arreglo honroso con Qué Pasa y las disculpas de rigor que, además ya las entregó la revista tras hacer la publicación el jueves pasado. O sea se echará encima a gran parte de la prensa escrita, radial y de televisión.
El error cometido por Qué Pasa fue haber retirado el el mismo jueves la versión publicada en la web, porque con esto solamente confundió a los lectores que horas antes pudieron leer una versión llena de contenido y luego al retirarla pareció que se habían difundido solamente falsedades, lo que no es tan así, porque lo que dijo Díaz, injuriosas o no, lo dijo, aunque duela, y Carabineros lo grabó. Entonces las injurias y calumnias fueron cometidas por el gestor inmobiliario y no por Qué Pasa.
