HUMBERTO MATURANA: HABLAMOS MUCHO DE QUE VOLVIÓ LA DEMOCRCIA, PERO ¿VOLVIO?
¿DEMOCRACIA ES SINÓNIMO DE APERTURA PARA LA PILLERÍA?
El científico y filósofo Humberto Maturana, está molesto y quiso contar su verdad. Acusa un mal uso de su trabajo como insumo para el coaching, el que, a su juicio, tiene algo de conspirativo, de manipular al otro y de crear cierta dependencia. Y da nombres y apellidos. Sobre la corrupción en Chile, dice que ésta no es responsabilidad de un modelo económico, sino que siempre es de las personas.
El científico y filósofo Humberto Maturana, está molesto y quiso contar su verdad. Acusa un mal uso de su trabajo como insumo para el coaching, el que, a su juicio, tiene algo de conspirativo, de manipular al otro y de crear cierta dependencia. Y da nombres y apellidos. Sobre la corrupción en Chile, dice que ésta no es responsabilidad de un modelo económico, sino que siempre es de las personas.
Foto de Verónica Ortíz |
Entrevista en revista Capital por Margarita Hantke
Selección de lo que el científico declaró en la esfera política y de la democracia
“Hoy no estamos viviendo en democracia”
-¿Cuál es su lectura de los casos de colusión que se han conocido en los últimos meses?
-Me parecen una vergüenza. Lo magnífico es que se están conociendo. Antes estaban y no se veían. Estos casos revelan la psiquis de una forma cultural muy antigua de obtener ventajas a cualquier precio, sabiendo que se trata de conductas deshonestas. Que ahora se estén investigando es un buen comienzo para limpiarnos de tanta basura.
-Estos casos y los escándalos políticos han demolido las confianzas. Y sin confianza no hay colaboración. ¿Cómo hacer para recuperarla?
-La confianza no es una cosa que se pone o se saca. Como dice mi colega, Ximena Dávila, las relaciones de confianza surgen producto de una historia de convivencia en la que no nos sentimos traicionados. Es un modo de convivir en que me importa la armonía de la comunidad a la cual pertenezco y cuando se viola esa confianza, se borra la historia. Por lo tanto, se requiere un nuevo comienzo. La gran responsabilidad de los empresarios y políticos hoy es comenzar conscientemente a convivir en la honestidad.
Hablamos mucho de que volvió la democracia, pero ¿volvió? ¿Democracia es sinónimo de apertura para la pillería? La democracia sólo ocurre en un convivir en la honestidad, en la ética social, la colaboración, la equidad, la conversación que lleva a la reflexión en el deseo de vivir y coexistir juntos que permite corregir los errores. Pero esto puede ocurrir sólo si se desea. ¿Lo deseamos de verdad? Lo que me preocupa es que hoy no estamos viviendo en democracia, lo muestran la corrupción, las mentiras hasta en el ámbito deportivo y los conflictos étnicos. ¿Desde dónde es que no nos podemos poner de acuerdo para una convivencia que sea, en efecto, democrática?
-Para algunos, estamos viviendo un cambio de paradigma en el que la sociedad se hace cada vez más horizontal. ¿Coincide?
-Un cambio de paradigma habla de cambio de reglas. Pienso que esa expresión no hace referencia al modo de vivir espontáneo en la honestidad que se vive como algo propio, como algo que queremos. Sí creo que estamos en los albores de un cambio de modo de vivir y convivir, en la medida en que nos damos cuenta de que vivir en la deshonestidad nos avergüenza y no queremos conservarla. Por lo tanto, no basta con anunciar que hoy estamos en un cambio de paradigma. Más bien ocupémonos seriamente hacia dónde queremos ir como país.
-¿Qué responsabilidad le atribuye al libre mercado en que haya desigualdad y escándalos de corrupción?
-La corrupción no es responsabilidad de ningún modelo o teoría económica. Es siempre de las personas. Echarle la culpa a algún modelo económico es no asumir responsabilidad y revela ceguera social. La corrupción no surge de un modelo político o económico sino de la ambición, avaricia y el afán de poder, emociones todas que llevan a la deshonestidad.
-¿Debiéramos avanzar hacia otro modelo de desarrollo?
-El crecimiento económico no es lo central. Más bien la transformación de la economía con una visión de los procesos cíclicos de conservación de la armonía de la biósfera y la antropósfera (creaciones humanas), con conciencia de que todo crecimiento indefinido de la población lleva al desastre biológico-ecológico. Esto implica un cambio en nuestra psiquis relacional que está distorsionada por la ambición, la competencia y la búsqueda de éxito.
-Si pudiera asesorar a la presidenta Bachelet, ¿qué le diría?
-Que fuera ella misma y que actúe desde su conciencia social y ética.
-Pero así es como se ve que está actuando. Y, sin embargo, tiene alto nivel de rechazo…
-Bueno. Es parte de las consecuencias de lo que ella quiere conservar. Tal vez le diría que escuche más las quejas y dolores del ciudadano común y corriente.
-¿Le han preguntado desde el Gobierno su opinión sobre las reformas y otros temas?
-No.
-La gratuidad universitaria, ¿ayudará a alivianar las tensiones sociales en Chile? ¿Y a mejorar la calidad de la educación?
-La gratuidad no es lo central, sino el hecho de que la educación será responsabilidad del Estado y con ello su costo lo pagarán los contribuyentes. Cuando estudié en esas condiciones, me sentí agradecido por haber recibido la educación de esa manera y con sentido de responsabilidad social por ello. Si no se es consciente de esto, se entiende la gratuidad como algo sin valor, cuando es exactamente lo contrario.
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Lo importante es que la juventud crezca consciente de su responsabilidad social hacia la comunidad que ha hecho posible su educación como ciudadanos. Si sucede, el país vivirá una verdadera democracia en la colaboración y el mutuo respeto. Y si somos honestos, disminuirán las tensiones que hoy se viven. La calidad estará determinada por su orientación hacia la formación de ciudadanos serios y responsables, cualquiera sea su quehacer. Y esto depende de la formación humana, no sólo técnica, de los profesores y profesoras.•••
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