MUERTE DE MANUEL CONTRERAS-DICTADURA-DINA-KRADIARIO
CON LA DESAPARICIÓN DEL EX MILITAR MANUEL CONTRERAS TERMINA UN DRAMÁTICO CAPÍTULO EN LA HISTORIA CHILENA Y LATINOAMERICANA DE VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS
Como jefe de la DINA |
Dos años antes de morir |
Pasada la última media noche, el Hospital Militar entregó un
comunicado oficial sobre el fallecimiento del ex jefe de la DINA, Manuel
Contreras, en el que indica que el deceso del oficial en retiro se produjo a
las 22:20 horas de anoche en ese establecimiento asistencial ubicado en
Santiago.
Previamente, Gendarmería había
entregado otra comunicación en la que había fijado como hora del deceso las
22:30 y entregaba un detallado reporte sobre los problemas de salud que sufría
el ex jefe del disuelto organismo de inteligencia.
Según el documento, Contreras
sufría "enfermedad renal crónica en hemodiálisis, hipertensión arterial
etapa II, colostomía en fosa ilíaca izquierda por antecedente de cáncer de
recto, diabetes mellitus tipo 2" y "trombosis venosa profunda a
repetición en extremidades inferiores".
A dichos problemas se sumaban
"enfermedad diverticular del colon, depresión reactiva, síndrome doloroso
cervical y lumbar crónico, artrosis de rodilla y mielodisplasia". Este
último síndrome afecta a la capacidad de la médula para generar glóbulos rojos
normales.
El texto de Gendarmería
precisa que el militar en retiro cumplía 40 condenas a presidio en el momento
de su fallecimiento, Sin embargo, otras fuentes como emol,com, señalan 59
condenas ejecutoriadas que sumaban 526 años de cárcel por delitos de secuestro,
torturas, asociación ilícita y homicidio perpetrados durante la cruenta
dictadura mlitar de Augusto Pinochet Ugarte.
El diario electrónico El Mostrador dio a conocer la muerte del ex militar asÍ: "A los 86 años de edad murió esta noche uno de los más salvajes represores de la dictadura del general Pinochet: Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda, conocido como "El Mamo", falleció tras estar diez meses internado en el Hospital Militar. Contreras fue condenado por la Corte Suprema a cumplir 526 años de cárcel por 75 secuestros (como se trata de detenidos desaparecidos, no se puede acreditar el homicidio al no estar el cadáver), 3 homicidios, 2 delitos de asociación ilícita y 1 de sustracción de menores y estuvo cumpliendo condena en Punta Peuco, hasta que fue trasladado al Hospital Militar. En cifras, Manuel Contreras fue investigado por 8 jueces en un lapso de 11 años, entre 2004 y 2015. Si se suman todas las condenas, a saber, las que están resueltas en la Corte Suprema más las que están en la Corte de Apelaciones y las que aún se encuentran en primera instancia, el ex general totaliza 1104 años de presidio. Sin considerar, por cierto, las dos condenas a cadena perpetua".
El diario electrónico El Mostrador dio a conocer la muerte del ex militar asÍ: "A los 86 años de edad murió esta noche uno de los más salvajes represores de la dictadura del general Pinochet: Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda, conocido como "El Mamo", falleció tras estar diez meses internado en el Hospital Militar. Contreras fue condenado por la Corte Suprema a cumplir 526 años de cárcel por 75 secuestros (como se trata de detenidos desaparecidos, no se puede acreditar el homicidio al no estar el cadáver), 3 homicidios, 2 delitos de asociación ilícita y 1 de sustracción de menores y estuvo cumpliendo condena en Punta Peuco, hasta que fue trasladado al Hospital Militar. En cifras, Manuel Contreras fue investigado por 8 jueces en un lapso de 11 años, entre 2004 y 2015. Si se suman todas las condenas, a saber, las que están resueltas en la Corte Suprema más las que están en la Corte de Apelaciones y las que aún se encuentran en primera instancia, el ex general totaliza 1104 años de presidio. Sin considerar, por cierto, las dos condenas a cadena perpetua".
Punta Peuco
El ex director de la Dirección Nacional de Inteligencia –DINA- cumplía sus condenas en el penal de Punta Peuco, en la comuna de Tiltil, donde pasó 15 años, sumados también los años que pasó en el penal militar de Cordillera.
El ex director de la Dirección Nacional de Inteligencia –DINA- cumplía sus condenas en el penal de Punta Peuco, en la comuna de Tiltil, donde pasó 15 años, sumados también los años que pasó en el penal militar de Cordillera.
Así, el también ex director de
la Academia de Guerra lideró la lista de militares con mayor número de
sentencias por violaciones a los derechos humanos, seguido por el coronel (r)
Marcelo Moren Brito, quien sigue recluido en el penal de Punta Peuco.
La primera sentencia contra
Contreras fue dictada en 1993 como autor intelectual del homicidio del ex
canciller Orlando Letelier, ocurrido en Washington, Estados Unidos en 1978. En
esa oportunidad, el ministro Adolfo Bañados lo condenó –junto al ex brigadier
Pedro Espinoza- a siete años de cárcel, fallo que fue ratificado dos años
después por la Corte Suprema, obligándolo a ingresar primero al penal
Cordillera en Peñalolen, donde permeneció hasta que este recinto fue cerrado
por el Presidente Sebastán Piñera el 26 de septiembre de 2013, pasando
posteriormente a Punta Peuco junto con los otros presos Miguel Krassnoff, Jorge
del Río, Marcelo Moren Brito, José Zara, Pedro Espinoza, César Manríquez, Hugo
Salas, David Miranda y Odlanier Mena, este último se suicidó al encontrarse
con permiso de salida en su casa de
Santiago el día del traslado de los presos.
Previo a esta decisión
presidencial, la fiscal judicial de la Corte de Apelaciones de Santiago María
Loreto Gutiérrez dio a conocer el informe de visita semestral al Penal
Cordillera que estaba ubicado en Peñalolen, en el cual se reveló que los diez
ex uniformados condenados por violaciones a los DD.HH. vivían en condiciones
óptimas y lejos de una situación de condenados por graves delitos en cinco
cabañas individuales "bien equipadas, que contaban con servicios
higiénicos, duchas, agua caliente, luz natural y buena ventilación".
Además los criminales tenían acceso a radio, música, televisión, lectura,
actividades deportivas, estaban en contacto permanente con sus familias y
asistidos por médicos, psicólogos, asistente social, tres paramédicos y un
kinesiólogo. En caso de emergencia eran trasladados de inmediato al Hospital
Militar".
Al comenzar los procesos en su
contra Contreras, tras completar su
condena por el asesinato del ex canciller Orlando Letelier –luego de cinco años
y tres meses en la cárcel, ya que se le computaron los meses que estuvo
detenido en el proceso- en enero de 2001 abandonó el penal de Punta Peuco, pero
pese a salir en libertad, debió permanecer con arresto domiciliario por su
responsabilidad en el secuestro de David Silberman, hecho por el cual recibió
una pena de 7 años en 2009.
En enero de 2005 -después que
opusiera resistencia para acudir al Palacio de Tribunales a notificarse de su
condena- fue obligado a ingresar al Penal de Punta Peuco a cumplir la
sentencia de 12 años y un día por la desaparición del mirista Miguel Ángel
Sandoval. Desde entonces, no volvió a salir de la cárcel y solamente lo hacía
para acudir al Hospital Militar.
Contreras fue también
condenado a 20 años de presidio por el crimen del ex comandante en Jefe del
Ejército Carlos Prats y de su esposa Sofía Cuthbert -ocurrido en Buenos Aires
en 1974- , y por las torturas perpetradas en el centro de detención ilegal
Tejas Verdes.
La última pena que recibió fue
el pasado 30 de julio, cuando el máximo tribunal ratificó los trece años de
cárcel por el homicidio de Víctor Villarroel Ganga en junio de 1974 y que forma
parte de la denominada "Operación Colombo".
Sin embargo, el ex militar no
alcanzó a ser condenado por otras 46 causas que están en instancias menores y
por las cuales arriesgaba otros 578 años de cárcel.
Reacciones
El abogado Roberto
Garretón, quien fuera jefe del área jurídica de la Vicaría de la Solidaridad
durante la dictadura: "El legado que él deja es de un asesino cruel,
sanguinario, odioso, mafioso, de primer nivel. No veo que homenaje se le podría
dar (...) Cualquier gesto que demuestre un acto de solidaridad a un individuo
como Manuel Contreras significa que no es un demócrata y que es un enemigo del
pueblo chileno", dijo el jurista en El Diario de Cooperativa. Además,
sostuvo que se trataba de un sujeto lleno de odio por haber llevado adelante la
política represiva del dictador Augusto Pinochet. "Haber sido ejecutor de
las políticas de Pinochet refleja a un tipo de muy mala calidad de vida, un
tipo enfermo mental y moral lleno de odio. En Alemania nunca nadie le rindió
homenajes cuando se suicidó el criminal Adolfo Hitler y nadie les ha rendido
nunca más homenajes y los que intentan hacerlos son marginados de toda
consideración pública", añadió.
La abogada
Pamela Pereira, defensora de numerosas causas de víctimas de violaciones a los
derechos humanos cometidas durante la dictadura: "Es uno de los personajes
más nefastos de la historia de Chile que ha tenido la sociedad chilena y creo
que el impacto que produce la noticia dice relación con su historia, con su
quehacer, con el daño que produjo en esta sociedad y por eso creo que también
provoca esta tensión pública. Todas las familias que tienen a uno de los suyos
como detenidos desaparecidos o aquellos que fueron asesinados, también toda la
gente que fue víctima de la tortura, yo creo que va a ser importante para las
nuevas generaciones no solo conocer el episodio que está ocurriendo ahora, si
no que preguntarse cual es la historia y la trayectoria de los acontecimientos
que ocurrieron, de tal manera que esta realidad no vuelva a ocurrir nunca más
en la sociedad chilena", resaltó.
Héctor Salazar, otro abogado
de casos de DD HH: "En la persona
de Manuel Contreras se resume un poco lo que fue esa etapa negra de la
dictadura militar en términos de represión y de violación a los derechos
humanos". Además, planteó interrogantes sobre el actuar del Ejército en el
sentido de cómo esta institución "pudo formar a uno de sus miembros, hasta
llegar al generalato, que pudiera llegar a cometer todos los delitos que se le
imputaron y por los cuales se le condenó". "¿Como se forman nuestros
oficiales? Eso es algo que en la sociedad chilena no sabemos, no sabemos esos
jóvenes que entran para ser cadetes como se les forma y como se les educa. Lo
que tenemos claro es que muchos de los que pasaron por ahí se vieron
involucrados en tremendos delitos y uno tiene derecho a formularse esa
pregunta", concluyó.
La oscura vida del ex militar
El principio del fin de
Contreras al mando de la organización represiva DINA fue en septiembre de 1976,
cuando una enorme detonación sacudió el área de Sheridan Circle, en Washington.
El atentado que causó la muerte del ex canciller Letelier y su secretaria,
Ronni Moffitt, fue una de las consecuencias de los contactos internacionales
que el ex militar estableció en el exterior. Estos incluían
organizaciones de cubanos anticastristas, grupos neofascistas de Italia -donde
se cometió el grave ataque contra el dirigente DC Bernardo Leighton- y órganos
de inteligencia latinoamericanos, estos últimos encuadrados en la llamada
"Operación Cóndor".
El doble homicidio en
Washington abrió una investigación liderada por el FBI y el fiscal Eugene
Propper llevó a descubrir la implicación del ex agente Michael Townley. En
1978, tras tensas jornadas señaladas por la presión estadounidense en torno al
caso, Contreras debió dejar su cargo en la DINA -organismo que luego fue
sustituido por la Central Nacional de Informaciones (CNI)- y salió del Ejército
en abril de 1980, ascendido a brigadier general.
El ahora oficial en retiro
organizó empresas de seguridad y adquirió el fundo "Viejo Roble" en
la zona de Fresia, en la Región de Los Lagos. Paralelamente, publicó textos en
los que intentó justificar sus acciones en el clima de enfrentamiento y
subversión que vivía Chile desde la década de 1970.
Sin embargo, la investigación
por el caso Letelier, esta vez en Chile, siguió rondando al general (R). El 12
de noviembre de 1993, el ministro Adolfo Bañados lo condenó a siete años de
cárcel por el homicidio del ex canciller, sentencia confirmada en mayo de 1995
por la Cuarta Sala de la Corte Suprema.
Tras mantenerse prácticamente
"atrincherado" en su fundo, en medio de gran tensión política
-"no voy a ir a ninguna cárcel", desafió Contreras -, finalmente fue
trasladado al Hospital Naval de Talcahuano, un mes después de la decisión del
máximo tribunal. Allí se le practicaron exámenes debido al cáncer que lo
aquejaba.
Contreras, tras completar su condena por el asesinato del ex canciller Orlando Letelier –luego de cinco años y tres meses en la cárcel, ya que se le computaron los meses que estuvo detenido en el proceso- en enero de 2001 abandonó el penal Cordillera, pero pese a salir en libertad, debió permanecer con arresto domiciliario por su responsabilidad en el secuestro de David Silberman, hecho por el cual recibió una pena de 7 años en 2009.
Instrucción militar
Tras realizar sus estudios primarios en Santiago y Osorno, Contreras ingresó a la Escuela Militar en 1944. En 1960 ingresó a la Academia de Guerra, donde tuvo buena relación con el joven capitán Augusto Pinochet. El contacto lo ayudaría a cimentar su carrera posterior.
Siete años más tarde, Contreras partió a Estados Unidos para recibir instrucción en Fort Benning, en Virginia. Eran los años en los que ardía la guerra en el Sudeste Asiático, y el oficial chileno se impregnó allí de los nuevos conceptos sobre "guerra irregular" y la acción antisubversiva.
De vuelta en el país, en 1969, se integró a la Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes, unidad que terminaría por comandar y que cuatro años más tarde se transformó en el embrión de la principal organización de inteligencia y represión bajo el régimen militar.
El 11 de septiembre de 1973, Contreras puso en marcha un plan cuidadosamente preparado que llevó a los militares a tomar el completo control de San Antonio. Siete campos de prisioneros fueron organizados en esa zona, donde se registraron numerosos casos de tortura.
No terminaban ahí los planes del entonces coronel, quien en noviembre de ese año quedó al frente de la DINA. Desde su cuartel general situado en calle Belgrado, en Vicuña Mackenna -donde hoy se encuentra la sede de la FECh-, el oficial desencadenó una extensa y brutal represión contra partidos de izquierda que dejó como saldo más de 1.000 desaparecidos, según antecedentes recopilados más tarde por el Informe Rettig y la Vicaría de la Solidaridad.
El reporte de la Comisión Verdad y Reconciliación atribuye a ese organismo al menos 1.500 ejecuciones. Los cadáveres de las víctimas fueron sepultados clandestinamente o arrojados al mar desde helicópteros "Puma" del Ejército, amarrados a rieles.
Las unidades bajo el mando de la DINA llevaron a cabo cientos de secuestros y mantuvieron varios centros de detención en Santiago y distintos puntos del país, donde los prisioneros eran sometidos a crueles torturas y abusos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario