Por Martín Poblete
Susana Díaz, líder socialista de Andalucía, emerge como la gran ganadora de las anticipadas elecciones autonómicas de ayer. Los socialistas consiguieron retener su número de diputados al parlamento regional, si bien bajando su porcentaje del voto respecto de las autonómicas de 2012, única ocasión cuando perdieron frente a los populares, pero de todas maneras lograron armar un gobierno de coalición.
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En esta oportunidad todo indica la necesidad de armar un gobierno de minoría, con la confirmada y esperada negativa de integrar coalición de parte de Ciudadanos y PODEMOS. Susana Díaz ya lo dijo ayer tarde: "Gobernaré en solitario", agregando cual mensaje a todos los andaluces su frase consigna de la campaña: "No te dejaré tirao"; la victoria de Susana le da un bienvenido balón de oxígeno al PSOE, sin perjuicio de su voceado compromiso con Andalucía la proyecta a escala nacional, y frena las aspiraciones de PODEMOS.
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Para el Partido Popular, el resultado andaluz es un fracaso inocultable, pierde 17 diputados y cae mas de diez puntos porcentuales respecto a su única victoria andaluza el 2012, mucho peor de lo esperado como ya lo admiten Mariano Rajoy y demás líderes populares en Madrid; queda por verse si este costalazo sureño tendrá implicancias nacionales en noviembre.
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Las razones del estancamiento socialista y el fracaso de los populares tienen nombre. PODEMOS y su líder Pablo Iglesias aspiraban a desplazar al PSOE de su hegemonía en la izquierda, en su evaluación antes de la elección. Andalucía parecía ser territorio favorable; sin embargo, una vez contados los votos, solo consiguieron dejar estancados a los socialistas en su resultado de 2012 con pérdidas porcentuales marginales. En todo caso, PODEMOS parece haber captado la mayoría de nuevos electores, hubo un aumento de la participación del 3,7% de los inscritos respecto de 2012, superando el medio millón de votos, una marca emocional y a la vez simbólica.
Si bien el estilo y lenguaje de la campaña andaluza tiende a dejar a PODEMOS encajonado en una disputa con el PSOE por el alma y voto de la izquierda, Pablo Iglesias y sus seguidores no han dado ninguna motivación a los electores tradicionales del Partido Popular para instarlos a cambiar de vereda.
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Ciudadanos/Ciutadans y su líder, el político catalán Albert Rivera, han obtenido un resultado cualitativamente importante en Andalucía, captando a los desencantados del Partido Popular y frenando la posibilidad de PODEMOS de lograr votos en el centro; efectivamente, los votos y porcentaje de Ciudadanos son exactamente los que necesitaban los populares para haber superado levemente a los socialistas. Está por verse si en las elecciones generales de noviembre próximo, Ciudadanos conseguirá confirmar su triunfo andaluz, y proyectarlo a escala nacional.
La coalición conservadora UPM/UDI, reordenada por el ex-Presidente Sarkozy, con el apoyo del partido de centro democristiano MoDem liderado por Francois "le Bearnais" Bayrou, obtuvo el triunfo en la primera vuelta de las elecciones locales llamadas departamentales, superando por algo mas de tres puntos porcentuales al Frente Nacional de Marine LePen; esta última esperaba superar a la derecha tradicional y alzarse con la opción de poder conservadora; de todas maneras, el voto conjunto de las fuerzas derechistas supera el 56% en una elección con altos índices de abstención. Los socialistas quedaron en un lejano tercer lugar, apenas rasguñando algunas rayitas por sobre veinte puntos, dejando fuertes interrogantes respecto al futuro político del Ministro del Interior, el hispano-francés Manuel Valls.
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