EL TERRORISMO ES UN PROBLEMA DE ESTADO QUE DEBE MANEJARSE CON MUCHO LIDERAZGO
Por Walter Krohne
El atentado terrorista ocurrido ayer en el centro comercial
de la Estación Escuela Militar del Metro, que dejó un saldo de catorce personas
heridas, es la acción de violencia pública más grave que haya sucedido en los
últimos años en Chile; para algunos es la acción más grave registrada tras la
recuperación de la democracia en 1990.
Pero es aún mucho más grave la falta de una base de
seguridad e inteligencia que esté en condiciones de proteger a la población mediante
la entrega de información de calidad en
forma anticipada. No es posible que de las 29 bombas colocadas en los últimos
meses en Chile y de la acción de ayer no se tenga aún ningún tipo de
antecedente, ni históricos, ni de documentación, ni tendencias, ni información
actualizada, ni tampoco se conozcan la o
las células terroristas que están operando desde hace tiempo en Chile.
En este sentido la falla principal es del Estado chileno, lo
que involucra especialmente al Gobierno, al Parlamento y al Poder Judicial, porque no se han manejado bien los aspectos fundamentales de la
seguridad nacional y es también un fracaso rotundo el funcionamiento en este
sentido de los servicios de Inteligencia como el de la ANI y los que prestan también Carabineros,
Investigaciones y las Fuerzas Armadas en general.
Las autoridades se han visto obligadas a reconocer que el
terrorismo está muy vivo en este país, hecho que ya no se puede negar. Así lo
dijeron ayer las principales autoridades gubernamentales desde la
Presidenta hacia abajo. Lo grave es que
esta situación se presenta una
vez más cuando el país no está preparado para enfrentar los movimientos de los
terroristas que, como sabemos, son muy difíciles de detectar.
En estas condiciones la población está expuesta permanentemente
a estos hechos atroces, porque las bombas no sólo pueden ser colocadas en el
metro o en sus recintos como estaciones, sino también en aeropuertos, estadios, teatros,
cines, colegios y otros lugares públicos que también están expuestos a este peligro
permanente.
El segundo punto importante es que las células terroristas
desarrollan a otras similares que actúan igualmente por su propia cuenta y,
mientras no se conozca el origen mismo de ellas, no se puede iniciar ninguna
investigación seria. Ayer y hoy se han conocido numerosas opiniones de
"expertos" que comparan el atentado de
ayer con el ocurrido en la estación del metro de Los Dominicos en la noche del
13 al 14 de julio, cuyos autores no conocemos y por lo tanto, si fueran los mismos, tampoco podremos llegar rápidamente a ellos para aclarar el bombazo de ayer. Son sólo palabras o ideas que se dan en las entrevistas periodísticas, más bien para decir algo que se escuche bien o “inteligente”, pero que no ayudan mucho.
Así, el fiscal exclusivo para casos de bombas, Christian Toledo, explicó que el atentado registrado ayer lunes tenía características similares a hechos anteriores. “Las características de este artefacto son similares a la del Metro Los Domínicos y también similares a las de las comisarías que se registraron hace un mes aproximadamente", indicó. Sin embargo, Toledo reconoció que "en estos momentos no existe ningún tipo de adjudicación como ha ocurrido en otros casos".
Como ejemplo está el millonario robo de 6.000 millones de pesos de un camión de la firma Brinks en el aeropuerto de Santiago que sigue sin tener pistas concretas, ni siquiera se sabe si los autores son extranjeros o nacionales.
Se ha hablado también de la existencia de grupos que estuvieron
vinculados a algunos partidos de izquierda, como el comunista, y que
desilusionados de las respectivas estrategias políticas de esas agrupaciones se han separado de sus
filas y han reorientado sus planes por una
vía anarquista. Sin embargo, tampoco se sabe esto con certeza, “lo que se está
investigando”, como dijo hoy el ministro del Interior Rodrigo Peñailillo. Es
decir estamos prácticamente en punto cero porque la verdad es que la nueva ola de las acciones
violentistas se conocen en Santiago desde el año 2009. Entre enero y marzo de ese año se colocaron en esta capital cuatro
bombas incendiarias (leer por separado lista de atentados registrados hasta
ahora).
es decir, como dijimos ya, estamos desde hace tiempo y seguimos en punto cero.
Tras el atentado de julio en Los Dominicos se dijo que Carabineros
instruyó un reforzamiento a las labores de vigilancia y tareas preventivas,
para incrementar las medidas de seguridad en el Metro.
"Los patrullajes serán permanentes y se pondrá especial
atención a las fechas emblemáticas y situaciones que se van suscitando luego
del incidente” de Los Dominicos, aseguraron en ese entonces desde la dirección
del metro. De esta forma, se anunció que los patrullajes policiales se
reforzarían en los horarios de mayor afluencia de pasajeros. Asimismo, se
pondrá especial énfasis a la vigilancia de estaciones terminales y puntos de
combinación.
Todas han sido medidas o promesas que no han dado resultados
o nada de estos instructivos se ha llevado realmente a la práctica. El clima en
el Palacio de La Moneda es calificado de grave, conociéndose las mismas
declaraciones de siempre: Es un hecho cobarde que será aclarado rápidamente por
las autoridades y los autores serán
procesados bajo la Ley Antiterrorista y encarcelados de por vida. Sin embargo
esto es siempre así ¿con qué ropa se preguntan los afectados? Luego pasa y pasa el tiempo y nada se aclara.
Desde el pasado 13 de julio, cuando ocurrió el atentado de Los Dominicos, y en donde se invocó también la Ley Antiterrorista, se
dio celeridad a la comisión liderada por el abogado Juan Pablo Hermosilla, que
trabaja para introducirle cambios. En ese sentido, Peñailillo ha reconocido que
se debe modernizar la actual legislación. Sin embargo, otra normativa es
considerada por parlamentarios, miembros de las policías y también por el mismo
Ejecutivo, como clave en orden a las labores de prevención: la ley de
inteligencia y las facultades de la ANI. En esa línea, el gobierno está
trabajando en efectuarle cambios en orden a entregar más facultades a la agencia
de inteligencia, como, por ejemplo, poder utilizar agentes encubiertos,
intervenciones telefónicas, o métodos como la delación compensada, para otorgar
beneficios a quienes entreguen información relevante. No faltará en el Congreso el parlamentario que se oponga con el argumento de que dichas medidas atentan contra "los derechos humanos".
Parlamentarios miembros de las comisiones de seguridad
coinciden en que se debe realizar una modificación radical en el sistema de
inteligencia, y cambiar la “mala imagen”, que tuvo dicho organismo en épocas
pasadas. Asimismo, fuentes del alto mando de Carabineros, reconocen que muchas
veces ven “truncadas” sus capacidades investigativas por las pocas facultades
que la ley les brinda, en materias de inteligencia.
Sin embargo desde julio a septiembre no se ha hecho nada,
solo palabras y palabras que desaparecieron apenas se normalizó la
situación tras la dura crisis. Entretanto, la prensa internacional destacó con grandes titulares ayer y hoy: Atentado terrorista en Chile.
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