IGLESIA CATÓLICA CUBANA CRITICA POLÍTICA DE
EE UU HACIA LA
ISLA
Por Nora, Gámez Torres
La Iglesia Católica cubana criticó la política de
“aislamiento” hacia la isla por parte del gobierno de Estados Unidos en el
nuevo Plan Pastoral para el periodo 2014-2020, anunciado esta semana por la
Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC).
En el acápite introductorio, que hace un balance de la
realidad social y política de la isla, los obispos afirman que la población
“sufre el aislamiento del que es objeto Cuba por parte de los Estados Unidos”,
en referencia al embargo, “porque esta política contribuye a acrecentar las
dificultades de los más débiles”.
Según el texto, el pueblo cubano favorecería “una política
inclusiva” en la relación entre ambos países, que aliviara los “sufrimientos
que padecen numerosas familias” y propiciara “un mayor intercambio comercial”.
El documento también menciona problemas como el
envejecimiento poblacional, las altas tasas de emigración de los jóvenes, la
pobreza material de “sectores amplios de la población”, así como el
“estancamiento” o “involución” de sectores como la salud y la educación en la
isla.
Sobre las reformas emprendidas por el gobierno de Raúl
Castro, los obispos expresan que si bien la sociedad “ha recibido con agrado
algunos cambios”, “percibimos la urgencia en muchos ciudadanos para que se realicen
reformas más profundas y oportunas”, que permitan solucionar problemas
cotidianos como la alimentación y el transporte.
En un tono más cauteloso que la carta enviada a Raúl Castro
por la Conferencia Episcopal en el 2013, el nuevo documento señala que muchos
en Cuba aspiran a una nación “más plural” con un gobierno más “participativo” y
“democrático” pero otros “confunden la patria con una ideología o con un
partido” y obvian el diálogo, “el único camino para lograr y sostener las
transformaciones sociales que tienen lugar en Cuba”.
Lo obispos consideraron que, aunque han ocurrido
excarcelaciones de presos políticos en las que medió la propia Iglesia, “sigue
siendo preocupante y poco constructivo el que con frecuencia se produzcan
encarcelaciones y hechos violentos contra quienes se manifiesten divergentes
con la ideología del único partido gobernante”.
En el documento también se hace referencia a las
“restricciones” de “un cierto número de libertades en los medios de
comunicación” así como al surgimiento de “espacios incipientes de debate y
discusión en torno al proyecto de país”.
Uno de esos espacios, la revista Espacio Laical, publicación
de la Arquidiócesis de la Habana que pidió reformas políticas y discutió temas
controversiales, anunció un cambio de rumbo editorial y la renuncia de sus
editores en junio de este año, lo cual generó especulaciones sobre divisiones
en la alta jerarquía eclesiástica acerca del rol político de la Iglesia en la
isla.
El lunes, el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba
--una institución con sede en Cárdenas, Matanzas, que aúna a personas de
distintas denominaciones cristianas y lleva a cabo proyectos comunitarios-
anunció que acogería en su seno el proyecto Cuba posible de los antiguos
editores de la revista católica. El Nuevo Herald contactó a uno de ellos,
Roberto Veiga, pero éste declinó dar más detalles por el momento.
En conversación telefónica desde La Habana, el secretario
adjunto de la COCC, monseñor José Félix Pérez, explicó que el Plan Pastoral se
centraba en la identidad cristiana y la evangelización y aunque tendría
“repercusión en la familia y la sociedad”, no contenía “un plan moralizante ni
un plan político. No nos interesa orientar un tipo de conducta social”, dijo.
La mayor parte del documento, titulado “Por el camino de
Emaús”, se dedica a discutir una estrategia evangelizadora de la Iglesia
Católica para fortalecer su influencia a través del “trabajo misionero” y la
renovación del “proceso comunitario”.
El catolicismo en Cuba compite con religiones de origen
africano y con otras denominaciones cristianas como el pentecostalismo, de
rápido crecimiento en la isla.
En el Plan Pastoral se revelan cifras sobre la práctica de
la religión católica en la isla, entre ellas la baja asistencia a las misas
dominicales, cercana a un 2 por ciento de la población. Según el documento, en
Cuba ofician actualmente 357 sacerdotes y existen un poco más de 2,300 “casas
de misión”, la mayoría en zonas rurales. Entre las dificultades que enfrentan
estas “casas” se incluyen la ausencia de locales y de personal; “la actividad
agresiva de algunos grupos religiosos”, y “la mezcla de religiosidad popular
con sincretismo y espiritismo”.
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