kradiario.cl

lunes, 10 de marzo de 2014

10-03-2014-KRADIARIO-Nº888

LA ALTERNANCIA EN EL PODER ES LA NUEVA FÓRMULA ENTRE LA CENTRO IZQUIERDA Y LA CENTRO DERECHA
CADA CUATRO AÑOS


Por Walter Krohne

Cada cuatro años con gran pompa y preocupación por lograr un ceremonial puramente republicano, se congregan en el Congreso Nacional de Valparaíso  unas mil personas para ser testigos del tradicional cambio de mando presidencial. Siempre es lo mismo: Las críticas abundan para el gobierno que se va y mucha gente se moviliza con gran ansiedad y expectativas en torno a las autoridades que asumen. 

La diferencia esta vez está en que la presidenta Michelle Bachelet es la que retorna al trono presidencial por segunda vez, lo que se puede calificar, tomando sus propias palabras, como una clara “repetición del plato”. Llega esta vez a La Moneda sin grandes sorpresas ni tampoco con cajas de pandoras debajo del brazo, porque todos ya la conocemos en su trabajo y también en sus errores. Es como si se repitiera la historia cada cuatro años. Esta vez pasamos de  gobierno de derecha dura y centrista, donde los pobres y la clase media sufrieron y ahora las mismas clases más vulnerables seguirán sufriendo con la denominada centroizquierda o Nueva Mayoría (NM). 

Recurriendo a los archivos KRADIARIO del 10 de marzo de 2010 se decía entonces que Bachelet dejaba La Moneda con una gestión que tuvo luces y sombras. Sus políticas estuvieron dirigidas a favor de las mujeres comenzando con el gabinete paritario, la construcción de centenares de salas cuna, la ley de igualdad de salario ante igual función e iniciativas contra la violencia intrafamiliar.

Expandió las políticas sociales de los gobiernos de la Concertación e impulsó otras de protección social como una reforma previsional que favoreció a chilenas y chilenos que no trabajaron nunca o no impusieron. Superó con una seria crisis económica y cuidó los vastos recursos proporcionados por el aumento del precio del cobre. Fue este su mejor momento como Presidenta.

Asi y todo fue criticada por entregar un país al borde de la recesión, pero su apoyo se mantuvo en un nivel de 80%, lo que encontró de inmediato un visado popular para poder repostular al cargo presidencial, consiguiéndolo con creces. ¡Es decir una mujer muy carismática! 

Cometió errores graves como el transantiago y la fracasada coordinación en los primeros momentos tras el devastador terremoto del 27 de febrero de 2010 que, por deficiencia comunicacional y desorden en la ONEMI,  casi 200 chilenos  perdieron la vida en el tsunami que se registró después. Con estos antecedentes en otros países ella hubiese sido vetada por el electorado, pero aquí hablamos de Chile.

Las cartas ahora se dieron vuelta y el criticado es Sebastián Piñera y la “diosa de la fortuna” es nada menos que Michelle, la misma que origino frustración y dolor en mucha gente. Las diferencias entre un gobierno y otro no fueron marcadamente profundas, porque a los dos se les puede calificar y tildar como "administraciones de derecha", en las cuales el neoliberalismo y el mercado fueron los pilares centrales de la economía.

El sistema, digan lo que digan, está a la vista de que crea desigualdad y pobreza porque la capacidad económica de Chile, basada fundamentalmente en las exportaciones de cobre, no es suficiente para que el país crezca en diferentes direcciones. Los únicos que se enriquecen son los mineros del cobre con los bonos millonarios que reciben en cada negociación tarifaria. La economía chilena se sostiene en producciones cuyos precios se caen por cualquier problema. Si China estornuda, el precio del cobre baja; si hay alguna peste agrícola, la venta de la producción verde se cae, especialmente la fruta. Pero…¿qué pasa con la industria o las nuevas tecnologías” que han levantado a los gigantes asiáticos, por ejemplo? No pasa nada porque para los sabios chilenos es mejor importar que producir en el territorio nacional. Esto significa que el negocio es más rentable si compramos barato y vendemos caro con tasas aduaneras bajas. A estos sabios les interesa poco el futuro de las masas de trabajadores que desean mejorar sus ingresos y progresar como lo hacen los ricos, en una escala proporcional.

Piñera muestra una “lista de lavandería” en cuanto a obras y proyectos concretos realizados, aparte de que logró reconstruir las regiones devastadas por el terremoto, lo que no hicieron gobiernos anteriores tras los terremotos de Iquique y Tocopilla.

Según sus palabras, los nacimientos de niños y niñas que antes disminuían, hoy están nuevamente aumentando. Y cuando las parejas chilenas, que sin duda quieren lo mejor para sus hijos, deciden tener más niños, es porque Chile es hoy un mejor país para que vivan nuestros hijos", puntualizó. Y esto se lo atribuye a la ley del postnatal y al mejoramiento de los sueldos.

Para el Mandatario, "sin perjuicio de los errores cometidos, que hemos reconocido, como dijo anoche por televisión, hoy Chile crece, crea empleos, mejora los salarios, reduce la pobreza y las desigualdades con fuerza y voluntad". Dijo que había creado un millón de nuevos empleos y  tres millones de compatriotas cumplieron el sueño de la casa propia, aparte que se mejoró sustacialmente el crédito con aval del Estado y la cuadruplicación de las becas y la construcción de 24 nuevos hospitales.

Indudablemente que hubo progresos, también los hubo con Bachelet. Sin embargo, ninguno de los dos gobiernos hicieron cambios fundamentales en la estructura del Estado como los que ofrece ahora la Presidenta en su programa de cuatro años que incluye tres grandes reformas: tributaria,  educacional a fondo y constitucional.

Creemos que es un ofertón para el cual se  requerirá muchos más años de los que tendrá su mandato, lo que al final, si quedan tareas incumplidas, volveríamos a un estado de frustración con soluciones que las masas populares buscarían nuevamente en los movimientos sociales. Y esto debido a que los partidos políticos ya no funcionan o son de una gran mediocridad, sin ideas, proyectos ni conducción. Las grandes críticas a Piñera han provenido de dirigentes de partidos que en el fondo han pasado a ser simples manipuladores políticos que critican y critican cada proyecto sin proponer ninguna alternativa.

Esta forma de hacer política está deteriorando a todo el sistema político. No se respeta la delimitación de los poderes del Estado, como se ha visto en la comida privada de homenaje que el senador Guido Girardi (PPD) ofreció el viernes al presidente de la Corte Suprema Sergio Muñoz, una forma burda de hacer las cosas, como para garantizar, a diferencia de lo que ocurrió con Piñera,   que las relaciones entre la Justicia y el nuevo Gobierno puedan funcionar sin roces mayores bajo el gobierno de Bachelet o dar a entender que la crema del poder político chileno cena en la casa de Girardi (no en cerro Navia sino en su residencia de Vitacura). Estos problemas se resuelven con ideas inteligentes, porque ningún dirigente del Poder Judicial se va a entregar o a doblegar  por una simple cena. Eso no lo cree nadie.

En resumen, los problemas graves en Chile siguen siendo los políticos y los partidos que funcionan mal. En su reemplazo surgen los movimientos, como ha ocurrido en Perú, los que tampoco solucionan problemas porque sus dirigentes e integrantes son los mismos políticos de antes. Queda entonces el camino libre y abierto para los movimientos sociales, que es una forma que ha vuelto a las calles  para que sea el pueblo mismo el que encause sus demandas. Igual que Piñera, tampoco Bachelet estará libre de esta protesta popular que ella ya conoce y soportó en su primer período con el fenómeno de “los pingüinos”.

Aquí estárá el desafío de los cuatro próximos años. ¿Quién llevará la batuta? ¿la calle, los partidos o el Gobierno?

Todo parece indicar que dentro de cuatro años "la figura salvadora" de Chile será Sebastián Piñera ¿esto es lo que se conoce como alternancia en el poder?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario