28-3-2014-KRADIARIO-Nº890
DEL ARCHIVO DE KRADIARIO
Después de superar problemas de último minuto, apareció hoy en los kioscos de Santiago el Diario Uno que lleva como eslogan "con libertad para informar".
Es realmente valioso que aún exista en Chile gente soñadora y aventurera que esté dispuesta a entregar su tiempo, su trabajo y su dinero para sacar a la calle una gran cantidad de ideas surgidas en medio de un cúmulo de frustraciones que se han ido acumulando en dos décadas de democracia.
El portador de estas ideas, que no persiguen otra cosa que el hallazgo de la felicidad de la gente, especialmente de los trabajadores, la clase media y los emprededores, es una publicación tabloide
de 24 páginas que aborda todos los temas contingentes con gran independencia y una ágil redacción.
A la cabeza de este nuevo diario están sus creadores, un equipo de idealistas que luchan desde hace mucho, mucho tiempo, para hacer realidad lo que hoy es sólo una ilusión.
Esto aparece como una utopía o una meta casi imposible, aunque en este contexto se trate de hacer de este Chile un país distinto con participación de todos, más justo, más digno, más democrático, menos capitalista, sin corrupción, más ecológico, donde la riqueza tenga una distribución entre ricos y pobres mucho más justa que la actual y donde el dinero no se convierta en un elemento de control político o que afecte la existencia de los valores y las ideas.
El sólo hecho que en Chile los diarios y revistas estén sometidos a las reglas de la economía de mercado o que los libros todavía tengan que pagar IVA, son dos tremendas barbaridades.
Ninguno de los gobiernos concertacionistas, ni los socialistas ni los democristianos, que han manejado el poder en este país, han tenido la valentía de decir basta para ambas regulaciones. Tampoco lo hará seguramente la derecha. Muchas promesas, pero al momento de la verdad, sólo percibimos el silencio más absoluto.
Coincido con el editorial del Año 1 Nº1 del Diario Uno cuando escribe: "La libertad de pensar y de opinar, es un derecho irrenunciable que dice relación con la forma en que nos miramos , nos respetamos y nos sentimos vivos. Este es el desafío que tenemos por delante".
Lamentablemente en una sociedad como la chilena debemos poner esta supuesta libertad de expresión en un equilibrio con la ley del mercado, porque de lo contrario no tedremos posibilidades de seguir existiendo salvo de que dispongamos de un gran capital o de un financiamiento externo de muy buen nivel. Los avisos comerciales o del Estado son indispensables y se convierten en un talón de Aquiles cuando éstos faltan.
En toda nuestra lucha por el pluralismo y la información, no hemos podido conseguir hasta hoy que el Estado distribuya equitativamente entre todos los medios de comunicación social el avisaje fiscal que hoy reciben en gran medida sólo los medios de los dos consorcios que forman el "monopolio ideológico en Chile": El Mercurio y La Tercera. El Estado tiene la misión constitucional de fomentar el pluralismo y para ello debe velar en Chile por la existencia de medios de distintas ideologías u orientaciones sociales o culturales.
Por este camino, en el que vamos, seguirán muriendo medios que se agregarán a la gran lápida del periodismo escrito con los nombres de las veinte publicaciones o más que han dejado de existir en democracia, la que llegó de la mano con el capitalismo salvaje en toda su dimensión.
En todo caso, debemos decir que está muy bien la primera edición del Diario Uno que ofrece artículos y análisis de plumas tan distinguidas como las de su director Marcel Claude, Hugo Latorre Fuenzalida, Andrés Figueroa Cornejo, Iván Valdés, Claudia Walker, Alvaro Cuadra, Roberto Mundaca y también de
Marcel Claude que luego postuló a la Presidencia de la República. Ciertamente es un gran esfuerzo y un gran logro que debemos apoyar (programado para aparecer una vez a la semana).
En cuanto a temas, hay de todo, como la privatización del Mar Austral de Chile (ver también KrohneArchiv); temblores y réplicas en el mundo laboral; Lonquén: 37 años de espera para un digno funeral; el egoísmo de la industria financiera; el futuro de los jóvenes bajo el gobierno de Piñera; Cualquier alumnos recién egresado puede calcular edificios; Venezuela entre la verdad y los medios; y una variada de otros temas que están en la pauta del día a día.
KrohneArchiv también es un medio electrónico nuevo con el cual buscamos alternativas
y una vía pluralista y plenamente defensora de la libertad de expresión. Nuestro objetivo es ofrecer un periodismo nuevo que aporte con temas poco o mal tratados en Chile. Nacimos hace sólo 18 días y ya llevamos cerca de 40 temas de actualidad tratados. Creemos que este tipo de iniciativas nuevas deben colaborarse creando sistemas de intercambio de información para así aopoyarse mutuamente y poder seguir creciendo. Dejamos planteada la idea.
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