10-03-2014-KRADIARIO-Nº888
EL PELIGRO DE LA DESCONFIANZA
Por Abraham Santibañez
Es obvio que la persona que asume este martes la
Presidencia de la República es muy distinta de quien lo hizo hace ocho años. Es
la misma ante el Registro Civil y ante la historia, pero también ha cambiado: “Nadie
se baña dos veces en el mismo río”, dijo Heráclito.
.
En sus años fuera del poder, Michelle Bachelet “tuvo la
capacidad de leer de manera muy correcta lo que estaba sucediendo en la
sociedad chilena. Quizás fue la distancia que le impuso estar en Nueva York”,
explicó a BBC Mundo el sociólogo Manuel Antonio Garretón.
.
El resultado es una diferencia evidente y que supone,
sobre todo, madurez, un crecimiento personal que permite una mirada más serena
hacia las personas y sus circunstancias. Aunque universalmente se reconoce que
mantiene intacto el capital de su simpatía, de la misma manera, se entiende que
en las lecciones del pasado, debe incluirse un grado nuevo de desconfianza.
Ello explica, por ejemplo, la reserva (“secretismo”, para algunos) que ha
mostrado Michelle Bachelet desde su regreso de ONU Mujeres.
.
El exceso de filtraciones es siempre un riesgo. Todos los
presidentes chilenos, incluyendo a Pinochet, han experimentado el desagrado de
saber que algunas decisiones que se quería mantener en reserva se publican
destacadamente en la prensa. El caso más evidente es el de algunas medidas
económicas cuyo conocimiento anticipado puede generar inéditos beneficios para
quienes están en el secreto y no pocos daños para la comunidad. Pero, por
cierto, no es solo eso y ello explica sus silencios.
Lo anticipó en cierto modo en una de sus primeras
entrevistas en 2013: “Los periodistas andan demasiado ansiosos. Lo entiendo,
ellos han estado hablando tres años de que yo soy candidata. Pero yo no he
estado de candidata. Tengo que organizarme, buscar los equipos, no sé qué, no
sé cuánto, mientras todo el mundo estaba convencido de que yo tenía todo
armado, y que durante tres años estuve trabajando en esto. Por otro lado, yo
entiendo lo que pasa con el silencio, pero, ¿tú te imaginas si yo hubiera
opinado sobre cada una de las políticas que este gobierno determina? Hubiera
sido de una irresponsabilidad republicana enorme”.
Sin embargo…
En el caso de la Presidenta Bachelet versión 2014, el
bochorno de los nombramientos frustrados, especialmente subsecretarios, pudo
evitarse si hubiese abierto en algo más el círculo del silencio… pero ello,
probablemente, habría dejado abierta la puerta a presiones e indiscreciones de
todo tipo.
Lograr un equilibrio en estas materias es quizás la mejor
demostración de madurez de cualquier autoridad: ni tanto ni tan poco sigue
siendo la mejor fórmula. Pero ello, claro, es pura teoría. Mejor dicho: ya
sabemos que otra cosa es con guitarra.
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