10-03-2014-KRADIARIO-Nº888
Columna de psicología social y familiar de los lunes
Los turbulentos primeros años de un matrimonio
Por Jessika Krohne
www.psicologiaglobal
Existen muchos artículos que se publican diariamente acerca del matrimonio y sus dificultades. Se habla por un lado de los divorciados sub 30, es decir personas que antes de cumplir la tercera década ya se han sometido a un proceso de divorcio y por otro lado hay artículos que describen un escenario más alentador, señalando incluso que los divorcios han disminuido diez años después de promulgarse en Chile la ley de divorcio. Eso tiene una razón muy lógica, ya que muchas parejas estaban esperando esta ley para divorciarse y es por esto que en algún momento posterior a esta ley se produjo un colapso en los registros civiles y juzgados de familia para cumplir con estos trámites, lo que hizo disparar las cifras a niveles bastante preocupantes (2004).
Antiguamente y hasta el día de hoy, se habla del complejo séptimo año de matrimonio, donde la crisis matrimonial puede estar en su punto más complicado. Eso se debe normalmente, a que este séptimo año coincide con que la pareja está en un momento crítico de su vida, entre otros en plena crianza de uno, dos o tres niños muy pequeños y tratando de fortalecer su situación económica, donde muchas veces una joven pareja se ve enfrentada a gastos muy abundantes relacionado con la salud y la crianza de los pequeños. Entonces queda muy poco tiempo para la pareja, para el disfrute y la recreación.
Me parece que esta teoría hoy ha cambiado un poco. Una pareja en la actualidad se casa a más avanzada edad, donde ambos ya han podido disfrutar bastante su soltería y algunos incluso han podido viajar y realizar estudios de postgrado. También han podido ahorrar y tal vez adquirir bienes materiales como un auto o vivienda. Eso significa que llegan con una situación más sólida al matrimonio y con una actitud más de formar una familia que seguir disfrutando la soltería.
Ese fenómeno sin embargo, ha generado otros problemas en el matrimonio que a mi parecer ocurren en los primeros años, es decir mucho antes que al séptimo año de matrimonio y especialmente en el primer año de convivencia, ya que se reúnen dos personalidades muy diferentes, que tienen crianzas distintas, tienen familias de orígenes muy diferentes y están acostumbrados a vivir vidas muy independiente, libres y sin obstáculos. Eso puede llevar a que sea complejo congeniar ambas personalidades y tener un proyecto de vida sólido a futuro y en común.
Ese fenómeno sin embargo, ha generado otros problemas en el matrimonio que a mi parecer ocurren en los primeros años, es decir mucho antes que al séptimo año de matrimonio y especialmente en el primer año de convivencia, ya que se reúnen dos personalidades muy diferentes, que tienen crianzas distintas, tienen familias de orígenes muy diferentes y están acostumbrados a vivir vidas muy independiente, libres y sin obstáculos. Eso puede llevar a que sea complejo congeniar ambas personalidades y tener un proyecto de vida sólido a futuro y en común.
Muchas parejas con pocos meses de matrimonio llegan a la consulta con el motivo de no congeniar en sus diferentes formas de ser y estar dificultadas a vivir en el día a día que se satura de peleas y grandes diferencias.
.
La tolerancia y la empatía han quedado atrás y las pareja que experimentan roles muy equilibrados en cuanto a estudios, trabajo y edad se enfrentan muchas veces a una lucha de poder e inician vidas paralelas. Es decir, la pareja vive junta, comparte los gastos, pero cada uno tiene su trabajo, sus amigos y su vida personal intensa a la cual no quiere renunciar. Ese es el nuevo fenómeno que se ve en los matrimonios modernos y que es más peligroso que la crisis del séptimo año del que siempre se ha hablado.
.
La tolerancia y la empatía han quedado atrás y las pareja que experimentan roles muy equilibrados en cuanto a estudios, trabajo y edad se enfrentan muchas veces a una lucha de poder e inician vidas paralelas. Es decir, la pareja vive junta, comparte los gastos, pero cada uno tiene su trabajo, sus amigos y su vida personal intensa a la cual no quiere renunciar. Ese es el nuevo fenómeno que se ve en los matrimonios modernos y que es más peligroso que la crisis del séptimo año del que siempre se ha hablado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario