Murió hoy a la edad de 89 años la ex presidenta boliviana Lidia Gueiler Tejada, la única mujer que ha gobernado este país sudamericano. Había nacido en Cochabamba.
Su deceso se produjo en La Paz tras una prolongada enfermedad, confirmaron sus familiares y el Gobierno de Evo Morales, que ha ordenado un funeral de Estado con todos los honores correspondientes.
Gueiler Tejada fue elegida en 1979 como presidenta interina tras el fin de la dictadura. El Congreso reconoció su lucha por la paz en esa nación sudamericana, razón por la que decidió nombrarla como líder del período de transición democrática hasta los comicios de 1980.
"Lidia Gueiler luchó por la democracia y ello casi le cuesta la vida el año 1980 en ese sangriento golpe" liderado por el entonces general Luis García Meza”, expresó su nieto Luis Eduardo Siles.
Hasta la fecha Gueiler es la única mujer que ha gobernado en Bolivia en 186 años de nación independiente. Durante su mandato organizó un proceso electoral en un intento por restaurar la democracia tras 15 años de regímenes militares.
Morales expresó su "profundo" pesar por la muerte de Gueiler, hecho que ha calificado como una "irreparable pérdida", y ha asegurado que "la historia democrática boliviana siempre rendirá honor a su memoria" por haber sido una "luchadora por los derechos democráticos de los bolivianos".
Su formación y trayectoria política
Desde 1948 militó en el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), donde se formó políticamente y destacó como dirigente femenina y de la juventud. En 1951, junto a otras 27 mujeres, en el Palacio de Justicia de La Paz, se declaró en huelga de hambre para exigir la libertad de compañeros presos y confinados, la pacificación nacional y la anulación de las elecciones que había ganado Víctor Paz Estenssoro.
Lidia Gueiler como Presidenta |
Participó de la Revolución de 1952, movimiento en el que luchó por la igualdad de derechos y oportunidades. En 1953 viajó a Hamburgo como secretaria del Consulado General de Bolivia. Más tarde se trasladó en misión diplomática a Bonn como Agregada Civil, y luego como responsable de la legación, hasta que fue elevada al rango de embajadora. En 1957, en representación del gobierno de Bolivia, asistió a la Reunión de Técnicas y Dirigentes de las Oficinas del Trabajo de la Mujer, que tuvo lugar en México.
Fue diputada en las legislaturas 1956-1960 y 1960-1964. En 1963 se unió al Partido Revolucionario de Izquierda Nacional (PRIN) fundado por Juan Lechín; militó en él hasta la década del setenta, cuando retornó a su partido de origen, el MNR. Fue exiliada a Santiago de Chile por el gobierno del general Barrientos Ortuño.
Con las elecciones de 1978, en las que no hubo una mayoría absoluta, el Congreso eligió presidente constitucional interino al Presidente del Senado Guevara Arze, y para la presidencia de la Cámara de Diputados a Lydia Gueiler. El 1 de noviembre de 1979, el coronel Natusch Buch alentó un golpe de estado reprimiendo la reacción popular en la “Masacre de Todos Santos” en La Paz.
Le tocó presidir uno de los años más inestables y violentos del siglo. Su gobierno, de carácter progresista, hizo alianza con el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Enfrentó una grave situación económica y tomó medidas impopulares como la devaluación de la moneda, el incremento del precio de los carburantes y ajustes en los precios de transporte y algunos alimentos básicos de la cesta familiar; medidas censuradas por la Central Obrera Boliviana (COB), que convocó una huelga general y bloqueó los caminos.
En respuesta, Gueiler convocó a elecciones para el 30 de junio de 1980, pese a la oposición del Alto Mando de las Fuerzas Armadas. Allí existía un grupo fuerte de oposición que desafiaba el poder civil. Las elecciones se realizaron y, una vez más, no había un candidato con mayoría absoluta; la decisión quedó en manos del Congreso. Sin embargo, 18 días después de las elecciones, el general García Meza encabezó un nefasto golpe de estado. Lydia Gueiler fue obligada por los militares golpistas a firmar su renuncia a la presidencia. Encontró asilo en la Nunciatura Apostólica, donde permaneció tres meses; después viajó a París.
Con el retorno de la democracia a fines de 1982, fue nombrada embajadora en Colombia por el gobierno de Siles Zuazo. Durante el cuarto período presidencial de Paz Estenssoro (1985-89) se estableció en Santiago de Chile, distanciada de la función pública. Fue candidata al Senado por Cochabamba por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Entre 1990 y 1993 fue embajadora en Venezuela. En 1993 se retiró de la vida pública.
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