Los días están contados
LA SUSPENDIDA PRESIDENTA ROUSSEFF A PUNTO DE SER DESTITUIDA RECURRE A LA OEA COMO ÚLTIMO RECURSO
Lapresidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, apeló ante la
Organización de Estados Americanos (OEA) ante el peligroso avance en el Senado
del proceso de destitución.
La demanda fue presentada por su Partido de los Trabajadores (PT) ante
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) donde se explica que la mandataria aparece entre los firmantes en calidad de
"víctima" de un proceso "ilegal".
Los diputados Paulo Pimenta y Paulo Teixeira, ambos del PT, explicaron
que la demanda ha sido preparada por juristas brasileños y argentinos y exige a ese organismo de la Organización una medida cautelar que
"suspenda" el juicio político, hacia el cual el Senado ha dado un
nuevo y casi paso definitivo.
Esta madrugada, el pleno del Senado aprobó por 59 votos frente a 21 un informe que acusa
a Rousseff de irregularidades fiscales, con lo cual el
proceso se encamina hacia su conclusión.
La última fase será una nueva votación en el Senado, en el que sus 81
miembros decidirán si finalmente la mandataria es destituida, para lo cual será
necesaria una mayoría calificada de 54 votos (dos tercios), superada con cierta
holgura esta madrugada.
La fecha para esa última sesión será fijada en los próximos días por la
Corte Suprema, que deberá convocarla para fines de este mismo mes.
.
La defensa de Rousseff, así como la demanda presentada a la OEA, niegan
los cargos contra la mandataria, acusada de
irregularidades presupuestarias, contratar créditos para el Gobierno con la
banca pública y emitir decretos que alteraron los gastos sin autorización del
Congreso, todo lo cual está vetado por las leyes brasileñas.
Sin embargo, la defensa sostiene que en ninguno de esos casos hubo una
"participación directa" de Rousseff ni hubo dolo, que en su opinión
serían requisitos fundamentales para sostener la acusación.
Desde junio pasado, la CIDH tiene como secretario ejecutivo al brasileño
Paulo Abrao, quien ocupó el cargo de secretario nacional de Justicia durante la
gestión de Rousseff.
En mayo pasado, antes de que Abrao asumiera, la CIDH se pronunció sobre
la situación de Brasil y expresó "preocupación" por algunas medidas
adoptadas por el presidente interino, Michel Temer, quien sustituye a Rousseff
desde ese mismo mes.
Aunque no se refirió directamente al proceso, el comunicado de la CIDH
sí citó el Artículo 21 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en una
aparente crítica al juicio político.
Ese artículo dice que "la voluntad del pueblo es la base de la
autoridad del poder público" y "se expresará mediante elecciones
auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e
igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la
libertad del voto".
Mucho más enfático ha sido el secretario general de
la OEA, el uruguayo Luis Almagro, quien visitó dos veces a Rousseff antes de
que fuera suspendida para expresarle su plena solidaridad.
.
En una de esas visitas, en abril pasado, Almagro declaró que el juicio contra Rousseff tiene un marcado tono
"político", carece de "certezas" jurídicas y siembra
"dudas" entre los miembros de la OEA.
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En ese marco, también subrayó que "no existe una acusación de
carácter penal contra la presidenta, sino que se la acusa de mala gestión de
las cuentas públicas", lo cual consideró "insuficiente" para
llegar a una destitución en un régimen presidencialista.
.
Con la acción iniciada hoy ante la CIDH, Rousseff se suma a su padrino
político y antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, que también le ha dado
dimensión internacional a sus problemas con la Justicia brasileña, que lo
investiga por sospechas de corrupción.
Hace dos semanas, el ex presidente llevó esos asuntos ante el Consejo de
Derechos Humanos de la ONU, que tiene sede en Ginebra y ante el cual denunció
la "persecución política y judicial" que dice sufrir en su país.
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