GRATUIDAD EN EDUCACIÓN
Carta del Presidente de la Fech publicada en el diario El Mercurio
Hace algunos días, el ministro Harald Beyer señaló que nadie ha podido rebatirle el argumento según el cual la gratuidad universal de la educación es regresiva. Al decir esto, el ministro pareciera que sólo escucha lo que quiere escuchar y sostiene su argumento distorsionando el de su contraparte. Permítame exponer aquí por qué.
Chile es hoy un país más desigual que cuando gobernaba Pinochet. No es un juicio, es un hecho. Las políticas sociales implantadas a mano armada y luego consolidadas por los gobiernos civiles, han concentrado el ingreso en lugar de distribuirlo, haciendo a los ricos más ricos. La focalización del gasto social y la negación de derechos sociales universales han resultado ser una política pública de carácter regresiva.
El movimiento social por la educación ha señalado en distintas instancias lo beneficioso que sería para reducir las desigualdades y construir un país socialmente más integrado el que la educación fuese un derecho universal garantizado por el Estado.
El propio Beyer y Loreto Cox demuestran en su artículo "Gratuidad de la educación superior: una política regresiva" (sic) del CEP, que si así fuese, el coeficiente de Gini se reduciría; sin embargo, sostienen que la focalización del gasto lo reduciría aún más. El problema de este argumento es que esconde una radical ceguera frente a las consecuencias mediatas de esta política: la violenta segregación que produce, y que es del todo evidente en nuestro sistema educacional y, por tanto, en nuestra sociedad.
El único argumento que les queda es que la universalidad del derecho a la educación sería "muy cara". Cierto es que la educación gratuita será progresiva según cómo se recaude su financiamiento. Por eso hemos propuesto, desde 2011, una reforma tributaria que exija una mayor contribución de los ricos y las empresas a la sociedad. Que haya quienes por defender sus privilegios se opongan a ella, es parte de los desafíos que debemos como sociedad enfrentar.
En definitiva, las palabras del ministro se desvanecen en el aire. La gratuidad de la educación es para nosotros un horizonte irrenunciable. Porque queremos una sociedad más integrada. Porque por los derechos no se paga. Porque nos pertenecen por el solo hecho de ser parte de una misma comunidad.
Gabriel Boric
Presidente FECh
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