CON GABINETE PARALELO, LUGO VUELVE A LA LUCHA Y SE PREPARA PARA RECUPERAR EL PODER
Lugo con los cancilleres de Unasur la noche antes de su destitución |
El ex presidente Fernando Lugo, destituído el viernes sin que haya tenido el derecho a una legítima defensa en un juicio express realizado por la oligarquía paraguaya, está decidido a volver al poder en el marco de una ofensiva que contempla un recientemente formado "gabinete paralelo" con el que quiere "vigilar" todos los pasos que vaya dando el gobierno conservador de Federico Franco.
Este gabinete está conformado por ex funcionarios de su derrocado Gobierno que son de su plena confianza y entre las primeras decisiones estaba la de asistir el viernes a la cumbre del Mercosur en Mendoza para lo cual ya se había puesto de acuerdo con la presidenta argentina Cristina Fernández, quien ejerce en estos momentos la presidencia pro-tempore del organismo.
Sin embargo hoy Lugo desistió de participar en la cumbre en Argentina para no presionar a los presidentes del bloque, luego de que el nuevo gobierno paraguayo le advirtiera que en caso de intervenir en las deliberaciones se expondría a acciones legales.
"No deseo que los demás Presidentes se sientan presionados para analizar la situación de mi país", dijo Lugo en declaraciones difundidas por el canal 4 de televisión de Asunción.
Ayer había dicho que tenía previsto viajar para denunciar su presunta injusta destitución por juicio político en la cumbre de mandatarios del Mercosur del próximo viernes. Pero finalmente cambió de parecer.
El nuevo canciller paraguayo José Félix Fernández (foto izquierda) advirtió que "Paraguay es representado por el Presidente Federico Franco y no me parece adecuado que el ex presidente se atribuya responsabilidades que ya no las tiene" y que "si lo hiciera, se expondrá al ordenamiento legal de la República".
El Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y que tiene como socios a Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, desconoce al gobierno de Franco y lo suspendió del derecho de participar de la cumbre de mandatarios.
Sin embargo, uno de los abogados "defensores" de Lugo en el juicio político, Adolfo Ferreiro, manifestó que "la presidencia de Franco es legal. No existe ningún rechazo jurídico a su asunción al poder porque la constitución dice que cuando hay acefalía del Poder Ejecutivo, el vicepresidente se convierte en mandatario".
Pero agregó que su cliente "cuestionó el proceso del juicio político realizado por el Senado con un reglamento interno y no con los criterios del código procesal civil, al no otorgar tiempo suficiente para preparar la defensa" cuando habitualmente en los juicios ordinarios el plazo es de 18 días.
A nivel internacional, el mandatario cubano Raúl Castro aseguró que la crisis en Paraguay demuestra que "los golpes de Estado han vuelto, pero disfrazados", según un reporte del periódico oficial Granma de hoy martes. Cuba anunció el retiro de su embajador Bernardo Guanche Hernández como protesta por la remoción de Lugo.
Sin embargo, para el presidente colombiano Juan Manuel Santos la destitución de Lugo no representó un golpe de Estado porque el juicio político está establecido en la constitución, aunque remarcó que no se respetó el debido proceso. "La verdad es que aquí lo que hubo fue una violación del debido proceso", declaró el mandatario.
En tanto, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) comenzaba a analizar en Washington la situación interna en Paraguay.
Previamente el secretario general del organismo, José Miguel Insulza (foto arriba derecha) dijo que la OEA carece de "facultades" para intervenir en dicha crisis. En el marco del encuentro Insulza dijo que la crisis paraguaya "no puede resolverse sólo por la vía de la acción externa".
Declaraciones de Lugo
Dentro de su nueva estrategia de lucha, Lugo volvió a desacreditar al actual gobierno de Franco que “no tiene ninguna autoridad”, sostuvo, y remarcó que la única forma de restablecer la institucionalidad es que le permitan retornar al poder, aunque no supo explicar mediante qué mecanismos legales se podría concretar esa medida.
“Quiero resistir hasta que recuperemos el mando, porque aquí hubo un golpe parlamentario’’, afirmó. Cuando se le planteó que resultaba difícil que la situación se revirtiera tras su aceptación pública de la destitución, respondió con ironía: “En Paraguay y en política todo es posible”.
Si bien al comienzo tras su destitución, Lugo aceptó la votación del Senado paraguayo, aclaró luego, sin embargo, que sólo lo hizo "para evitar la violencia y un posible baño de sangre". Como broche de oro, ayer, tanto el Tribunal Electoral como la Corte Superma, le dieron también vuelta la espalda.
En el Mercosur -integrado por Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil- sólo Paraguay mantiene una posición de ruptura. El uruguayo José Mujica calificó de “golpe de Estado parlamentario” lo ocurrido, pero se manifestó contrario a aplicar medidas severas. “No somos partidarios de sanciones económicas, aislamiento económico, ni nada de eso porque eso lo termina pagando la gente”, dijo.
Para Dilma Rousseff la situación es complicada porque hay unos 350.000 productores brasileños en Paraguay que piden que se acepte a Franco. A esto se agrega el pensamiento del asesor de Dilma en asuntos internacionales Marco Aurelio García, quien sostuvo que hay que “dejar que esta crisis se decante sola para ver cómo va a quedar”.
En la región, Venezuela, Ecuador, Bolivia retiraron a sus embajadores. Chile ha llamado al suyo a consultas en Santiago, pero aún no toma una decisión sobre la actitud que tomará frente al Gobierno de Franco. Las autoridades han dicho que el juicio Express se realizó al margen del Estrado de Derecho en el marco de una acción legal pero injusta. Venezuela es el país que ha tenido una actitud más enérgica al cortarle el suministro de petróleo a Paraguay.
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