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viernes, 1 de abril de 2011

Militares argentinos regalaban los bebés de desaparecidos para evitar que salieran subversivos como sus padres

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo en Argentina, Estela de Carlotto (foto izquierda), afirmó que los recién nacidos hijos de madres desaparecidas durante la última dictadura militar en ese país sudamericano eran entregados a “otras familias", porque si se los daban a sus abuelos "iban a salir subversivos".

De Carlotto señaló ante la prensa en Buenos Aires que estas afirmaciones surgen de una entrevista hecha al represor Ramón Camps, que salió a la luz pública años después de su fallecimiento.

La luchadora social comenzó a declarar el miércoles en el Tribunal Oral Federal Seis (TOF 6), como testigo en el juicio oral y público sobre si hubo un plan sistemático para la apropiación de menores luego del golpe militar del 24 de marzo de 1976.

La testigo y su marido, ya fallecido, Guido Carlotto, eran padres de Laura, cuyo hijo nació en junio de 1978, cuando la joven se hallaba cautiva en un centro clandestino de detención.

Guido Carlotto, que fue prisionero de Camps, estuvo detenido desde el primero al 25 de agosto de 1977 y recuperó su libertad, probablemente por el dinero que pagó su mujer (40 mil millones de pesos de entonces) o las gestiones que ella realizó ante el ex presidente de facto Reinaldo Bignone, a quien conocía a través de una hermana del militar.

El 1 de agosto de 1977 fue la última vez que la señora de Carlotto vió a su hija Laura, luego recibió llamadas telefónicas, pero el 31 de diciembre de ese año recibió una carta anónima según la cual la joven se hallaba bien, "bajo fuerzas de seguridad", y en abril de 1978 una sobreviviente le contó que tenía un embarazo de seis meses.

Bignone está sometido a juicio junto con el ex dictador Jorge Rafael Videla (foto derecha), quien declaró el martes (ver Krohne Archiv)  por el método de "videoconferencia", ya que se encuentra hospitalizado por fracturas en un brazo, y afirmó que se siente "condenado de antemano" por lo que carecía de sentido ofrecer una defensa.

Según Videla, quien calificó al "plan sistemático" para el robo de bebés como "la falacia más grande contenida en este juicio", afirmó que la persecución en su contra "comenzó con el prejuzgamiento del Decreto 158/83 dictado por el entonces presidente Raúl Alfonsín".

La norma presidencial fue la que posibilitó que la Cámara Federal celebrara el juicio oral y público a los comandantes de las tres primeras juntas militares que usurparon el poder el 24 de marzo de 1976, y en el que Videla fue condenado a reclusión perpetua y destitución.

Además de Videla y Bignone, también son enjuiciados Jorge "El Tigre" Acosta, Santiago Omar Riveros, Rubén Franco, Antonio Vañek, Juan Azic, y el médico Jorge Magnacco, a quien se imputa su intervención profesional en los partos.

A todos se les imputan los delitos de sustracción, retención y ocultamiento de menores y sustitución de sus identidades en 34 casos, entre los que están los hijos de Laura Estela Carlotto y Horacio Fontán; de María Claudia García Iruretagoyena y Marcelo Gelman (uruguayo), y de María Hilda Pérez de Donda y José María Laureano Donda.

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