Por Walter Krohne
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, reiteró, durante la celebración ayer del Vía Crucis en la comuna santiaguina de Puente Alto (en los alrededores de la Parroquia Nuestra Señora de Monserrat), el perdón por los escándalos sexuales en los que se ha visto involucrada la Iglesia Católica.
"Sin duda alguna, hoy día, poniéndonos de rodillas delante de la cruz del Señor, lo que tenemos que hacer es pedir perdón por nuestras faltas, por todas nuestras faltas: no solamente por aquéllas que conoce la opinión pública, sino también por aquéllas que nunca van a salir en los diarios, y que son mis pecados y también los pecados de ustedes", afirmó el presidente de la Conferencia Episcopal.
"Siempre los momentos de crisis tienen como consecuencia que cristianos que adhieren por tradición a la fe a lo mejor la dejen, pero es un momento en que los cristianos que lo son de verdad, adhieren mucho más profundamente a la fe en Jesucristo", sostuvo el religioso.
"Frente al Señor y de cara a los hermanos queremos asumir lo que nos confunde y avergüenza, lo que nos hace pedir perdón es nuestro propio pecado, nuestra propia inconsistencia, nuestra propia basura".
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, refiriéndose al impacto que ha causado el caso del sacerdote pederasta Fernando Karadima, condenado en primera instancia por el Vaticano por abuso de menores, dijo, según el diario El Mercurio: "Cuanta pequeñez y cuanta resistencia, cuantas incongruencias y pecados están presentes en la vida sacerdotal. No se trata solamente de la basura ajena o del vecino ¿Quién de nosotros no ha contribuido a manchar la investidura de Cristo con las propias inconsecuencias y pecados?", expresó el religioso.
Hace una semana fue el cardenal Francisco Javier Errázuriz quien pidió perdón en una entrevista con el diario El Mercurio. A través de las reacciones que tuvieron estas declaraciones en la opinión pública se destacó el hecho de que el cardenal no se haya hecho cargo de una serie de duras y dolorosas acusaciones realizadas por una de las víctimas de Karadima, el médico James Hamilton. Este calificó a monseñor Errazuriz de “criminal” en el programa de Chilevisión “Tolerancia Cero” tras acusarlo de haber dilatado la investigación al conocer en 2004 y 2005 las primeras denuncias que se hicieron en contra del ex párroco de la Iglesia de El Bosque en Providencia. Igualmente han quedado sin respuesta temas como que habría obispos homosexuales en la Iglesia o la ausencia de cómplices que Karadima tuvo.
Preocupó también en la semana las opiniones sobre que “la Iglesia católica se habría quedado sin ropa moral” para pontificar sobre moral sexual. Igualmente la defensa de algunos sacerdotes que opinaron que lo que le ocurre a la Iglesia es lo que le ocurre a la sociedad, en donde hay abuso, pederastia y pecado, abrió en general una nueva arista de discusión en el tema eclesiástico con mirada al futuro.
La verdad es que lo que hizo el cardenal y lo que ha hecho el arzobispo Ezzati es una forma de pedir perdón, pero buscando más bien la comprensión de los feligreses y de la sociedad que casi ya no soportan tantas denuncias y tanta basura como lo dijo anoche el mismo presidente de la Conferencia Episcopal chilena.
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