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miércoles, 17 de marzo de 2010

Comienza la etapa más dura de la tragedia

MILITARES ASUMIRIAN TAREAS DE RECONSTRUCCION EN REGIONES DEVASTADAS POR EL TERREMOTO
Por Walter Krohne

Cuando hablamos de saldos o balances del terremoto y maremoto llegamos a cifras que nos parecen algo gigantescas y que, sin duda alguna, retrasarán el progreso en otras Regiones y en otras áreas del país. Nos trasmiten sumas que llegan a los 30.000 millones de dólares y que podrían fácilmente bordear los 50.000 millones, porque absoluta claridad no la hay.

En La Moneda se explica que el gobierno saliente no dejó ningún catastro sobre daños, muertos o heridos. Menos se sabe del número de desaparecidos. Hace algunas horas se mencionaba una cifra provisoria de unas 500 víctimas fatales. Tampoco se conoce con gran claridad el número real de edificios que deben ser demolidos definitivamente o los que están en una lista de espera para ser sometidos a reparaciones profundas.

En fuentes muy cercanas a La Moneda se ha dicho que dentro de los próximos quince días el Presidente Sebastián Piñera deberá tener en su escritorio un informe completo y acucioso sobre daños en las Regiones afectadas para así poder iniciar la planificación de la reconstrucción. Allí comenzará el crucial estudio financiero de cómo se van a costear dichas obras, que no sólo involucran viviendas, sino también escuelas, hospitales y servicios públicos. Todo esto sin considerar estadios o iglesias que, en parte, tendrán fuentes de financiamiento distintas, porque seguramente organizaciones religiosas mundiales vendrán a Chile con ayudas.

Todo parece indicar que la primera fase introductoria de este período post sismo está ya por concluir en los próximos días. En ese momento se iniciarán las tareas mucho más serias y complicadas. Esta fase debería contemplar también el término o la reducción considerable de las transmisiones en vivo de la televisión y la radio, especialmente por el inicio de nuevas telenovelas y programas deportivos especiales ante la cercanía del Mundial de Fútbol de Sudáfrica.

Es decir, comienza la fase dos en la que la población damnificada sentirá seguramente que está quedado sola porque sus problemas ya no se verán reflejados todos los días en la televisión como ha sido el caso hasta ahora desde el mismo día de la tragedia, el 27 de febrero. Aunque parezca un sueño, la compañía o calor humano que brinda la televisión en estas situaciones es de gran peso y origina cierta seguridad y compañía en las poblaciones terremoteadas.

La reconstrucción será larga y difícil. Si bien creará puestos de trabajo, también es cierto que a la larga afectará la caja fiscal. La idea primaria del Gobierno es evitar un aumento de los impuestos cueste lo que cueste, pero esto, sin embargo, no se puede descartar absolutamente en ningun caso, aunque se ha hablado de estudiar un aumento del royalty minero.

Hay si planes concretos para abaratar costos, como es la utilización a fondo del trabajo militar. La idea sería nombrar "generales para la reconstrucción" en todos los puntos daminificados. Ellos serían los que llevarían el mayor peso, ya sea en el sector viviendas, caminos y carreteras, plazas, escuelas, hospitales etc. Sobre esto, Piñera esbozó ya algo en su discurso inaugural en el Palacio de La Moneda, el 11 de marzo en la noche. Las primeras medidas en este sentido se orientarían a prolongar el período del servicio militar, al menos el de la actual dotación, como también aumentar definitivamente las plazas anuales de reclutar para llegar a unas 15.000.

La medida, que representa una solución plausible, no va a ser del agrado de los partidos de la Concertación ni menos de las organizaciones de los derechos humanos que, seguramente, emitirán declaraciones con protestas enérgicas. Habrá que saber también por cuántos años podría extenderse este trabajo militar, el que quizá comprenda los cuatro años del nuevo Gobierno.

Esta idea tiene también un objetivo práctico, como sería liberar a los intendentes parcialmente de estas labores para que puedan cumplir con el proyecto de gobierno que ofreció Piñera para las Regiones antes de registrarse el terremoto y maremoto. Reiterativamente se ha subrayado que los "generales de la reconstrucción" estarán sometidos al poder político y al mando de los intendentes.

El tema militar es demasiado sensible en Chile como para plantearlo sin explicar cuidadosamente cada uno de los detalles en las tareas que asumirían los militares. No está demás volver a recordar que fue la ex presidenta socialista, Michel Bachelet, quien llemó al Ejército para que controlara el orden público, especialmente en las ciudades de Concepción y Constitución. Si bien ella no tuvo otro camino a seguir, más de alguno dentro de la Concertación terminará criticándola. ¡Así es la política!

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