18-12-2013-KRADIARIO-883
CHILE VA A PERDER EN LA HAYA
CHILE VA A PERDER EN LA HAYA
Por Daniel Contreras
A esta altura, y habiendo leído la Declaración
de Zona Marítima y el Convenio de Zona Fronteriza, parece que está claro
que la posición peruana es asistida por la base (sólida a mi juicio) de la
letra de los acuerdos firmados. Esto en razón de que ninguno de estos acuerdos
lleva por título “Tratado Limítrofe” como entiendo lo exige el derecho
internacional en esta materia.
La posición chilena se basa sobre la base del “Uso y
Costumbre” y toda nuestra apuesta es que La Haya considere ese factor como más
importante que la falta de un “Tratado Limítrofe” propiamente tal. Esta es una
apuesta voluntariosa y, a mi juicio, ingenua.
A ojos de buen negociador, nuestra apuesta debería haber estado acompañada
de acciones concretas, tanto para reafirmar esa posición, como también para
apoyar la inevitable negociación con Perú en caso de que el fallo de La Haya
sea favorable a la posición peruana,que es lo más probable a mi juicio.
¿Qué podríamos haber hecho para sustentar nuestra posición de mejor manera
o para aumentar nuestro poder en la mesa de negociación con Perú pos-La Haya?
El impacto de un fallo desfavorable, es
fundamentalmente económico. Cosas como derechos de pesca, tránsito marítimo,
operaciones portuarias, entre otros.
Lo que debimos haber hecho, desde que supimos que existía esta
controversia, es aumentar nuestra apuesta en la zona y sumar agentes terceros a
la mesa, para aumentar nuestro poder de negociar con Perú y nuestra posición
con la Haya. Algunos ejemplos.
-Hacer que los dueños de operaciones pesqueras de la zona pidieran créditos
de largo plazo a organismos multilaterales que tengan operaciones de crédito
con el estado peruano (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, etc.)
para financiar proyectos de preservación de biomasa y desarrollo comunitario.
Estos créditos deberían haber sido “colaterizados” con los ingresos
provenientes de la operación pesquera.
-Asignar una cuota de los derechos
pesqueros a operadores internacionales, financiados con créditos de organismos
multilaterales.
-Ejecutar operaciones de “Project Finance” con organismos multilaterales
para la construcción de grandes operaciones portuarias justo en la zona de
conflicto.
-Ejecutar proyectos industriales que dependan de las operaciones portuarias
anteriores y estructurarlas también bajo la modalidad de “Project Finance”.
-Ejecutar inversiones conjuntas con
Ecuador, en la zona de conflicto, en sendos convenios de colaboración e
inversión conjunta.
-Expandir la cobertura de servicios de esta infraestructura con contratos
preferenciales para los mercados peruanos cercanos a esa zona, de manera que el
PIB de la zona peruana adyacente dependa de esta red de servicios.
-Contratar seguros de cobertura contra
riesgos de “expropiación” con compañías internacionales con alto grado de
relaciones con Perú.
-Vender parte de la producción pesquera de la zona por adelantado con
contratos de “Futuros” a importantes clientes e instituciones financieras en
EE.UU. y Europa que tengan altos grados de relacionamiento con inversiones en
Perú.
No digo que todo esto sea factible, pero el punto es que en una eventual
negociación compleja, uno debe pensar “fuera de la caja”, anticiparse a los
hechos y acciones de la otra parte y aumentar las variables en la mesa para
negociar.
Si todo esto fuera posible de ejecutar y se hubiera ejecutado tempranamente
(cuando el conflicto estaba en etapa embrionaria), nuestra posición en este
proceso habría sido mucho más favorable.
1. En un escenario altamente complejo, con muchos jugadores involucrados
(operadores internacionales, organismos multilaterales, Ecuador, etc.) el “Uso y Costumbre” se torna mucho más difícil de obviar
para los jueces de La Haya. Al final del día, la Corte Internacional
de Justicia también debe velar por su propia legitimidad, emitiendo fallos que
sean ajustados a derecho, pero que también sean prácticos de implementar.
De otra manera va a sembrar muchas situaciones del tipo
“Colombia-Nicaragua” haciendo que termine por minimizar su relevancia a nivel
internacional, con el riesgo de convertirse en un “Think Tank” en vez de una
Corte efectiva.
2. Si aún así, con todas estas acciones ejecutadas, La Haya fallara a favor
de Perú, tendríamos una base mucho más sólida para mitigar el impacto económico
que ese fallo desfavorable podría implicar para Chile.
Parece ser que los derechos de pesca
están debidamente resguardados por los convenios vigentes, sin embargo, un
fallo favorable a Perú podría iniciar una escalada de impuestos, derechos,
royalties u otras acciones onerosas para las operaciones pesqueras de la zona
en conflicto, que será difícil de parar en base a nuestra posición actual.
Hoy, creo que nuestra situación es débil. Esto es así porque los gobiernos
chilenos han sido miopes y han minimizado el conflicto.
Chile -sus gobiernos y nuestra cultura cívica- nunca se ha caracterizado
por ser una nación con buenas habilidades negociadoras. Nuestra cultura es
fundamentalmente “judicialista”. Tenemos una alta tasa de abogados “per cápita”
y los equipos negociadores en Chile (a nivel de empresa) son usualmente
compuestos por más abogados que “Gerentes”.
En resumen, faltó sentido negociador y táctico en el manejo de este
conflicto. Por esa razón, somos los principales responsables de tener una baja
probabilidad de ganar el fallo.
Van a perder porque los derechos a esos espacios no les pertenecen, y punto. Daniel tu que escribiste este articulo; eres un sinvergüenza por proponer acciones que a toda luz son marrullerías... Que poco derecho tienen, tanto asi que se quieren apoyar en tácticas judiciales, que si son legales, pero no son éticas...
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