RAPANUÍ: UNA VIDA DEMASIADO DISTINTA A LA DEL CONTINENTE
Por Jessika Krohne
Enviada Especial de Krohne Archiv
http://www.psicologiaglobal.cl/
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Isla de Pascua está ubicada en la Polinesia, en medio del océano Pacífico, tiene una superficie de 163,6 km2 y una población de 5.034 habitantes, que se concentran principalmente en la capital de Hanga Roa, que es el único punto poblado de este territorio chileno.
La isla es uno de los principales destinos turísticos del país debido a su belleza natural y su misteriosa cultura ancestral de la étnia rapanui. El turimso se ha convertido a lo largo de los últimos años en la principal actividad económica.
Los moáis son estatuas de piedra monolítica que sólo se encuentran en Isla de Pascua o Rapa Nui y son el principal atractivo turístico de esa lejana posesión chilena. Los más de 600 moáis conocidos tallados por los antiguos rapanuis están distribuidos por toda la isla. La mayoría de ellos fueron labrados en toba del volcán Rano Raraku donde hay otros 397 moáis en diferentes fases de acabado. El significado de los moáis es aún incierto, y hay varias teorías en torno a ellos. La más común es que fueron tallados por los habitantes polinesios de las islas, entre los siglos XII y XVII, como representaciones de antepasados difuntos, de manera que proyectaran su mana (poder sobrenatural) sobre sus descendientes. La autora de este reportaje , la psicóloga Jessika Krohne, aparece frente a lo más preciado de Pascua.
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En esta isla tan lejana, a más de 4.000 kilómetros del continente, la vida es muy distinta. Aún se puede apreciar la vida en comunidad y se capta a varias generaciones de una misma familia viviendo en una casa o compartiendo un mismo terreno, donde levantan su hogar. Es posible observar por ejemplo que hay familias que viven todas en una cuadra completa y que reciben de herencia casas de sus padres o abuelos y estas mismas casas las van heredando a las generaciones siguientes.
Todos se conocen y saben de la vida del otro y si alguien necesita algo, la ayuda viene de varias partes. El concepto de vivir en comunidad es una ayuda muy importante para las personas, ya que incrementa el apoyo para poder resolver problemas domésticos o relativos a la crianza de los hijos. Si bien la tasa de natalidad ha disminuido, sigue estando más alta que en el continente y se ubica en 2 a 3 hijos por familia.
Todos se conocen y saben de la vida del otro y si alguien necesita algo, la ayuda viene de varias partes. El concepto de vivir en comunidad es una ayuda muy importante para las personas, ya que incrementa el apoyo para poder resolver problemas domésticos o relativos a la crianza de los hijos. Si bien la tasa de natalidad ha disminuido, sigue estando más alta que en el continente y se ubica en 2 a 3 hijos por familia.
Hablaba con una pascuense que me decía: “Aquí es habitual que mis padres o suegros críen a mis hijos. Para mi es algo complicado, porque yo trabajo y tengo que tener mucho cuidado para que no dejen a mis hijos definitivamente a vivir con ellos. Yo pestañeo y ya no veo a los niños, por lo que cada día es una lucha de ganar terreno en ese espacio.”
Como el servicio médico o sanitario no es bueno, la mayoría de los pascuenses se ven obligados a viajar al continente para someterse a exámenes médicos, contando para ello con una tarifa preferencial en la línea aérea Lan.
Una mujer contaba que si bien en la isla hay un hospital, los médicos van cambiando con frecuencia y son reemplazados por otros, por lo que prefieren tener a sus médicos de cabecera en el continente, donde ya los conocen y tienen sus fichas sanitarias al día.
En esta pequeña isla existe de todo: Correo, bomberos, un hospital, dos bancos, supermercados y lugares para ir a divertirse como pubs o discoteques, por lo que la calidad de vida allí es muy buena y sobre todo tranquila, ya que la delincuencia prácticamente no existe.
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Los habitantes de Rapa Nui mantienen su lenguaje, a pesar de no ser muy numerosos. Esto es muy interesante, ya que otras étnias van perdiendo sus lenguas o dialectos con facilidad, lo que no ocurre en Pascua como nos contaba otra isleña que hasta los cuatro años hablaba solamente pascuense y los padres tuvieron que obligarla a aprender el español. En el colegio mantienen el sistema paralelo de aprender al mismo tiempo los dos idiomas para no perder la lengua pascuense.
No existen universidades en Isla de Pascua, por lo que los pascuenses que quieren continuar en la educación superior tienen que ir al continente o a otro país a seguir una carrera. Cada vez son más, los que se interesan por continuar sus estudios y oportunidades no les faltan. Si deciden quedarse en la isla, las posibilidades de trabajo se centran principalmente en el área de la pesca, la flora o fauna, el cultivo de especies y verduras o el turismo y la gastronomía.
Es interesante haber conocido la vida en la isla del "fin del mundo", ubicada tan lejos del continente, pero donde viven personas que no compiten entre si, que no se preocupan de la ropa de marca, de tener a los hijos en los mejores colegio o de vivir en un barrio privilegiado, sino que simplemente quieren un pasar tranquilo, ser felices y tener una vida familiar de mucha calidad.
Que simple puede ser la vida algunas veces y me pregunto ¿por qué el santiaguino se complica tanto la existencia?
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