COLUMNA DE PSICOLOGÍA FAMILIAR-KRADIARIO
LA FAMILIA. ¿UNA COMUNIDAD EN EXTINCIÓN?
Por Jessika Krohne
www.psicologiaglobal.cl
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Las tasas de divorcios han aumentado y también la cantidad de niños que nacen fuera del matrimonio. Este
último punto ha "ayudado" para que el número de habitantes en Chile no tuviera un retroceso, ya que muchas mujeres casadas no quiere tener
hijos y priorizan el trabajo por sobre la crianza. Eso ocurre especialmente en
los estratos más altos de la población.
La mujer no quiere sacrificar su
profesión para criar a los hijos y este país lamentablemente aún no está
preparado para que los niños vayan a salas cunas de calidad, tiempo completo o
sean cuidados por otras personas, lo que ha causado que la mujer muchas veces
ha tenido que dejar de trabajar para cuidar a sus hijos, especialmente en los
estratos más bajos. Eso se puede observar y comprobar a la vez con las bajas
tasas de mujeres laboralmente activas en nuestro país.
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Con todos estos datos, se
puede decir que la familia se está extinguiendo lo que es un desastre para la
sociedad, ya que es ahí donde se aprenden los valores, donde se reproduce la
sociedad, donde se cuidan a los futuros habitantes de un país hasta que puedan valerse por si mismos.
Es en la familia donde se transmiten los códigos de una cultura y se aprende el
idioma, la comunicación y el debate. Es en la familia donde se maneja el mayor
patrimonio económico, donde se realizan las inversiones y circula el dinero. La
familia es la institución más esencial de un país y de una sociedad entera, por
lo tanto no puede morir, no se puede acabar, pero las cifras están diciendo lo
contrario.
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Para que una familia no se
extinga, tienen que haber facilidades para los padres para que ellos puedan ir
a trabajar tranquilamente y los niños sean bien cuidados en su ausencia.
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Eso
justamente no está ocurriendo, ya que estamos llegando a costumbres de países
desarrollados, donde tener una asesora del hogar se está convirtiendo en un
lujo que muchos ya no pueden costear, y no contamos con centros diurnos o
"madres de día" como se les dice en otros países donde los niños
puedan ser cuidados mientras los padres trabajan. Tampoco contamos con una
flexibilidad laboral para que las mujeres puedan dividir su día entre la
vida laboral y los quehaceres de una casa.
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