La columna de psicología social y familiar de los lunes
Los
diferentes roles de la mujer
en la actualidad
Por Jessika Krohne
El interés de la mujer ya no
está en casarse y tener hijos. Ahora la mujer tiene múltiples intereses y
prioriza los estudios, el trabajo, los
viajes y establecerse económicamente antes de pensar en formar una familia. El
papel de la mujer en la sociedad se ha modificado a partir del ingreso masivo
femenino al mercado laboral. Esto ha traído también sus aristas negativas, ya
que las tasas de depresión y estrés también han aumentado en la población
femenina, junto a las tasas de fracaso matrimonial. Todos estos factores
negativos se deben muchas veces a los múltiples papeles que tiene que asumir la
mujer hoy en día, cuando decide formar una familia, tener hijos, pero no quiere
desistir de su carrera profesional.
La emancipación de la mujer
es un concepto propio de la historiografía, la
sociología, la
antropología y
otras ciencias sociales referido al proceso
histórico por el que las mujeres han reivindicado y conseguido, en numerosos
casos, la igualdad legal, política, profesional, social, familiar y personal
que tradicionalmente se le había negado.
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La incorporación de la mujer al trabajo asalariado, tradicionalmente masculino, ocurre por primera vez durante la primera guerra mundial y se acentúa durante la segunda guerra mundial ante la ausencia de los trabajadores masculinos que estaban en el frente, como soldados. Este hecho fue un paso decisivo para la consecución de una autonomía real de la mujer que disponía de rentas propias. Esta realidad, junto con fenómenos paralelos de mayor educación, demanda de igualdad, control de la procreación, difusión de los métodos anticonceptivos y la revolución reproductiva, correlacionan de manera inversa el gran aumento de la esperanza de vida durante el siglo XX con una caída de la natalidad.
Todos esos cambios anteriormente mencionados se mezclan con los intereses de la mujer moderna que quiere mantener su libertad y tiempo para hacer cosas diferentes. Hoy en día, en la década que estamos viviendo, cuando una pareja decide concebir un hijo, la mujer ya no está dispuesta a asumir este rol sola. Espera la participación activa del marido y quiere compartir las tareas equitativamente. Ese cambio es bastante positivo, ya que las mujeres ya no tienen la carga exclusiva y única de los niños. Eso también beneficia a los hombres que pueden experimentar un nuevo rol mucho más presente como padre. Pero los que más se benefician son los niños, que tienen un contacto importante y equitativo con ambos progenitores, lo que es esencial para su desarrollo como persona, ya que pueden identificarse con ambos padres.
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Es por eso esencial seguir trabajando hacía este fin: Criar los niños entre ambos padres, para que todos los miembros de la familia se sientan realizados como personas y en sus propios proyectos personales.
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La incorporación de la mujer al trabajo asalariado, tradicionalmente masculino, ocurre por primera vez durante la primera guerra mundial y se acentúa durante la segunda guerra mundial ante la ausencia de los trabajadores masculinos que estaban en el frente, como soldados. Este hecho fue un paso decisivo para la consecución de una autonomía real de la mujer que disponía de rentas propias. Esta realidad, junto con fenómenos paralelos de mayor educación, demanda de igualdad, control de la procreación, difusión de los métodos anticonceptivos y la revolución reproductiva, correlacionan de manera inversa el gran aumento de la esperanza de vida durante el siglo XX con una caída de la natalidad.
Todos esos cambios anteriormente mencionados se mezclan con los intereses de la mujer moderna que quiere mantener su libertad y tiempo para hacer cosas diferentes. Hoy en día, en la década que estamos viviendo, cuando una pareja decide concebir un hijo, la mujer ya no está dispuesta a asumir este rol sola. Espera la participación activa del marido y quiere compartir las tareas equitativamente. Ese cambio es bastante positivo, ya que las mujeres ya no tienen la carga exclusiva y única de los niños. Eso también beneficia a los hombres que pueden experimentar un nuevo rol mucho más presente como padre. Pero los que más se benefician son los niños, que tienen un contacto importante y equitativo con ambos progenitores, lo que es esencial para su desarrollo como persona, ya que pueden identificarse con ambos padres.
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Es por eso esencial seguir trabajando hacía este fin: Criar los niños entre ambos padres, para que todos los miembros de la familia se sientan realizados como personas y en sus propios proyectos personales.