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miércoles, 11 de diciembre de 2024

TRUMP: CON MUROS Y NEGATIVA A OTORGAR LA NACIONALIDAD AMERICANA DICE QUE FRENARÁ LA INMIGRACIÓN

Trump no sólo quiere amurallar las fronteras, sino también terminar con la nacionalidad estadounidense por nacimiento.

El virtual presidente electo Donald Trump ha prometido eliminar a la ciudadanía por derecho de nacimiento tan pronto como asuma el cargo y así cumplir sus promesas de campaña con el objetivo de restringir la inmigración y redefinir lo que significa ser estadounidense, comenta este miércoles el diario Los Angeles Time de California. Pero cualquier intento por ponerle fin a esta medida enfrentaría una gran cantidad de obstáculos legales, comenta este miércoles el diario Los Angeles Time de California

La ciudadanía por derecho de nacimiento significa que cualquier persona nacida en Estados Unidos se convierte automáticamente en ciudadano estadounidense. Esta práctica ha estado vigente durante décadas y se aplica a los hijos nacidos en el país de padres que están sin autorización en Estados Unidos o que cuentan con visa de turista o de estudiante y planean regresar a su país de origen.

No todos los países tienen esta práctica, y Trump y sus partidarios han argumentado que se ha abusado del sistema y debería haber estándares más estrictos para obtener la ciudadanía estadounidense.

Pero otros afirman que se trata de un derecho consagrado en la 14ª enmienda de la Constitución, sería extremadamente difícil de revocar y, aún si fuera posible, es una mala idea.

A continuación, un vistazo a la ciudadanía por derecho de nacimiento, lo que Trump ha dicho al respecto y las perspectivas de ponerle fin a la práctica:

Durante una entrevista con el programa “Meet the Press” de NBC transmitida el domingo, Trump dijo que “sin duda alguna” tenía planeado ponerle fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento una vez que asuma el cargo. “Vamos a ponerle fin a eso porque es ridículo”, declaró.

Trump y otros opositores de esta práctica han argumentado que crea un incentivo para que las personas vengan a Estados Unidos sin autorización o sean parte del “turismo de nacimiento”, en el que mujeres embarazadas ingresan al país con el fin específico de dar a luz para que sus hijos puedan tener la ciudadanía antes de regresar a sus países de origen.

“El simple hecho de cruzar la frontera y tener un hijo no le debería dar derecho a nadie a obtener la ciudadanía”, dijo Eric Ruark, director de investigación de NumbersUSA, quien está a favor de reducir la inmigración. La organización apoya cambios que requerirían que al menos uno de los padres sea residente legal permanente o ciudadano estadounidense para que sus hijos obtengan la ciudadanía de forma automática.

Otros han argumentado que ponerle fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento sería sumamente perjudicial para el país.

“Uno de nuestros grandes beneficios es que las personas nacidas aquí son ciudadanos, no son una subclase ilegal. Existe una mejor asimilación e integración de los inmigrantes y sus hijos gracias a la ciudadanía por derecho de nacimiento”, dijo Alex Nowrasteh, vicepresidente de estudios de políticas económicas y sociales en el Instituto Cato, un organismo a favor de la inmigración.

El Migration Policy Institute calculó en 2019 que alrededor de 5,5 millones de menores de 18 años vivían sin autorización legal en el país con al menos uno de sus padres, lo que representa al 7% de la población infantil de Estados Unidos. La gran mayoría de esos niños eran ciudadanos estadounidenses.

Durante la campaña de Trump a la presidencia en 2015, el grupo resaltó que el número de personas que viven sin permiso legal en el país “se dispararía” en caso de que se eliminara la ciudadanía por derecho de nacimiento, creando “una clase autoperpetuante que quedaría excluida de una pertenencia social por generaciones”.

Tras la Guerra Civil, el Congreso ratificó la 14ª enmienda en julio de 1868. La disposición garantiza la ciudadanía para todos, incluidas las personas de color.

“Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos y sometidas a su jurisdicción son ciudadanos de los Estados Unidos y de los estados en que residen”, indica la 14ta enmienda. “Ningún estado podrá dictar ni dar efecto a cualquier ley que limite los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos”.

Pero, a pesar de la 14ª enmienda, no todos recibían la ciudadanía por derecho de nacimiento. Por ejemplo, no fue sino hasta 1924 que el Congreso finalmente otorgó la ciudadanía a todos los amerindios nacidos en Estados Unidos.

Un caso clave en la historia de la ciudadanía por derecho de nacimiento ocurrió en 1898, cuando la Corte Suprema federal dictaminó que Wong Kim Ark, un hijo de inmigrantes chinos nacido en San Francisco, era ciudadano estadounidense porque había nacido en uno de los estados. El gobierno federal había intentado negarle el reingreso al país después de un viaje al extranjero, argumentando que  no era ciudadano en virtud de la Ley de Exclusión China.

Pero algunos han argumentado que el caso de 1898 era claramente aplicable a los hijos de inmigrantes sin autorización en Estados Unidos, pero que es menos claro si se aplica a los hijos de padres que no cuentan con estatus legal o, por ejemplo, que vienen por un corto plazo, por ejemplo, con una visa de turista.

“Ese es el caso principal en toda esta cuestión. De hecho, es el único caso”, dijo Andrew Arthur, miembro del Center for Immigration Studies, el cual apoya las restricciones a la inmigración. “Es una cuestión legal mucho más abierta de lo que la mayoría de la gente piensa”.

Algunos defensores de las restricciones a la inmigración han argumentado que las palabras “sometidas a su jurisdicción” en la 14ª enmienda permiten que Estados Unidos niegue la ciudadanía a los bebés nacidos de quienes están en el país sin autorización. El propio Trump pronunció esa frase en 2023, cuando anunció sus intenciones de ponerle fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento en caso de ser reelegido.

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