Por Mitchell Plitnick (*) – Mondoweiss
Desde la caída de Bashar al-Assad, Israel ha llevado a cabo una invasión de Siria sin provocación previa y con el apoyo de Estados Unidos. Los objetivos son claros: tomar territorio estratégico, dejar a Siria indefensa para el futuro y rediseñar el mapa político de Oriente Próximo.
Mientras Bashar
al-Assad luchaba por salir de Siria, Israel movilizaba a sus fuerzas armadas
para aprovechar el vacío de poder creado por el derrocamiento de Assad. Después
de cinco décadas de un conflicto de bajo nivel entre los dos países, Israel vio
una oportunidad de cambiar el cálculo y la aprovechó.
Hasta el
miércoles, Israel había atacado Siria casi 500 veces. Su objetivo con estos
ataques ha sido básicamente destruir la capacidad militar de Siria, y ya lo han
logrado. Los informes de los medios israelíes afirman que más del 80% del
armamento, los barcos, los misiles, los aviones y otros suministros militares
de Siria han sido dañados o destruidos.
En esencia,
Israel ha dejado a Siria completamente indefensa.
Mientras tanto,
Israel se ha apoderado de la zona desmilitarizada establecida en 1974. Ha
tomado el resto de los Altos del Golán, en particular el estratégico Monte
Hermón, que Israel ha codiciado siempre por tratarse del punto más alto de la
zona y un lugar ideal para la vigilancia de Siria y el Líbano.
Son muy pocos
los que llaman a esto por su nombre: una invasión. Una invasión no
provocada.
Prácticamente
ningún sector de Israel ha mostrado resistencia a este acto flagrantemente
criminal, lo cual no sorprende, ya que es de esperar que hasta la izquierda
israelí apoye la dudosa justificación de la acción en términos de
“seguridad”.
Lo que es más
preocupante es la insuficiente respuesta de otros países. Muchos estados árabes
han condenado las acciones de Israel, algunos incluso las han calificado de
apropiación de territorio. Francia también las ha condenado y ha pedido a
Israel que se retire. Alemania ha lanzado una advertencia bastante tibia.
Pero ¿dónde
están los llamados a imponer sanciones, a congelar los acuerdos comerciales y,
especialmente, las ventas de armas a Israel cuando invade otro estado soberano?
De hecho, ¿dónde está la palabra “invasión” en gran parte de la retórica?
No sorprende que
Estados Unidos haya calificado esta agresión flagrante y totalmente no
provocada de “acto de legítima defensa” por parte de Israel. El asesor de
seguridad nacional Jake Sullivan dijo que “lo que Israel está haciendo es
tratar de identificar amenazas potenciales, tanto convencionales como de armas
de destrucción masiva, que podrían amenazar a Israel y, francamente,
Los objetivos
de Israel en Siria
La relación de
Bashar al-Assad con Israel era complicada. Solía emplear una retórica antiisraelí y su dependencia de Hezbolá e Irán para mantener su posición creó lo que se denominó la “Media Luna chiita”, que Israel veía como un medio para hacer llegar armas iraníes a Hezbolá en el Líbano. Por ello, Israel
atacaba con frecuencia sitios sirios donde normalmente apuntaba a fuerzas iraníes o de Hezbolá. Lo hacía con tanta frecuencia que apenas se informaba de ello, y mucho menos se
objetaba. Se convirtió en algo completamente
normal en Israel y Washington.
Pero Assad
también impidió ataques contra Israel desde territorio sirio y mantuvo la calma
en la zona desmilitarizada junto a los Altos del Golán. Esto puede no parecer
estratégicamente importante, pero para Israel, que había enfrentado frecuentes
ataques desde Siria durante los primeros 25 años de su existencia, fue un gran
logro.
Los Altos de Golán son un territorio de colinas de unos 1.200 km2 (es decir, algo menor que la isla de Fuerteventura) en la frontera entre Siria, Líbano e Israel. Internacionalmente son considerados territorio sirio. Israel mantiene ocupado la mayor parte de estas colinas desde 1967 y su eventual retirada es el el fundamental contencioso en las relaciones entre Damasco y Tel Aviv.
Mientras Netanyahu se congratulaba por la caída de Bashar al-Asad y afirmaba que su decisión de combatir hasta el final contra Hamás y Hezbolá había contribuido a “remodelar Oriente Medio”, Israel lazaba la mayor campaña de bombardeos en suelo sirio desde la guerra del Yom Kipur en 1973.
(*) Mondoweiss es un sitio web de
noticias que comenzó como un blog de interés general escrito por Philip Weiss
en el sitio web de The New York Observer.
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