El canciller alemán dio un discurso apelando al voto de confianza,
no ya a los diputados, sino a los ciudadanos de cara a las elecciones
generales anticipadas en febrero próximo, a fin de apostar por una
política con "madurez moral", "decencia",
"sensatez" y "seriedad", tanto para reactivar a la
maltrecha economía alemana como para lograr la paz en Ucrania.
"Yo
les pido hoy, estimados ciudadanos y estimadas ciudadanas, su confianza y su
apoyo", recalcó Scholz durante un discurso más de campaña y de ataques
contra sus rivales políticos ante la Cámara Baja del Parlamento alemán.
Scholz
repasó algunas de sus propuestas económicas de cara a la próxima legislatura,
como la de limitar a 3 céntimos el precio de la tarifa de transmisión de la red
eléctrica para los clientes industriales, invertir en digitalización,
infraestructuras y producción de energías renovables o reducir el IVA de los
alimentos del 7% al 5%. También prometió estabilizar las pensiones y subir el
salario mínimo a 15 euros por hora desde los 12,41 euros actuales.
Como
respuesta, el adversario político de Scholz, Friedrich Merz, el líder del
principal partido de oposición de Alemania, la Unión Cristianodemócrata (CDU),
le dijo al canciller que no se merece la confianza ni de las otras fuerzas ni
de los ciudadanos. "Usted plantea la moción de confianza. Ha tenido la
oportunidad", pero "usted, señor Scholz, no se ha ganado la
confianza", dijo Merz al concluir la réplica al discurso de Scholz.
El
canciller alemán perdió así la moción de confianza a la que se
sometió ante el Parlamento alemán tras quedar su Gobierno en
minoría, con lo que el país centroeuropeo celebrará
elecciones generales anticipadas, que ya están previstas para el próximo
23 de febrero.
Un total de 394 diputados de 717 que entregaron su voto le negaron la confianza, 116 se abstuvieron y 207 votaron a favor de su continuidad, anunció la presidenta de la Cámara Baja, Bärbel Bas.
El canciller alemán dio un discurso apelando al voto de confianza, no ya a los diputados, sino a los ciudadanos de cara a las elecciones generales anticipadas en febrero próximo, a fin de apostar por una política con "madurez moral", "decencia", "sensatez" y "seriedad", tanto para reactivar a la maltrecha economía alemana como para lograr la paz en Ucrania.
"Yo les pido hoy, estimados ciudadanos y estimadas ciudadanas, su confianza y su apoyo", recalcó Scholz durante un discurso más de campaña y de ataques contra sus rivales políticos ante la Cámara Baja del Parlamento alemán.
Scholz repasó algunas de sus propuestas económicas de cara a la próxima legislatura, como la de limitar a 3 céntimos el precio de la tarifa de transmisión de la red eléctrica para los clientes industriales, invertir en digitalización, infraestructuras y producción de energías renovables o reducir el IVA de los alimentos del 7% al 5%. También prometió estabilizar las pensiones y subir el salario mínimo a 15 euros por hora desde los 12,41 euros actuales.
Como respuesta, el adversario político de Scholz, Friedrich Merz, el líder del principal partido de oposición de Alemania, la Unión Cristianodemócrata (CDU), le dijo al canciller que no se merece la confianza ni de las otras fuerzas ni de los ciudadanos. "Usted plantea la moción de confianza. Ha tenido la oportunidad", pero "usted, señor Scholz, no se ha ganado la confianza", dijo Merz al concluir la réplica al discurso de Scholz.
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