Por Leandro Renou – Página/12, Argentina
Milei: el FMI es «zurdo» y «no me felicita
Mientras Caputo negocia una nueva deuda, el mandatario les dijo a los propios que no hay elogios suficientes cuando «yo hago un ajuste más duro y a la derecha que es lo que ellos piden». El chileno exministro de Bachelet, en la mira por «su formación de izquierda».
En diferentes charlas con su círculo íntimo, el mandatario se preguntó «¿cómo puede ser que me critiquen si hago un ajuste más duro y a la derecha que lo que ellos piden?, ¿se volvieron socialistas?». En el entorno de Milei entienden que esa posición de respaldo parcial al plan también contribuye, además de los embates de la oposición y la debilidad técnico-política del Ejecutivo, a la inestabilidad de los mercados y el tembladeral cambiario.
Milei, que tiene percepciones particulares y algo confusas sobre categorías políticas, ideológicas y de modelos, creyó, de acuerdo cuenta en Casa Rosada, que «a esta altura lo iban a condecorar por el ajuste, y no sólo que no lo hacen, sino que, a su modo, lo critican».
Además, el presidente quiere que el FMI le de «10 mil millones de dólares, no 5.000». La bronca del mandatario está alimentada, además, por la impaciencia de Federico Sturzenegger, el asesor que busca trabajo en blanco en Hacienda, y el jefe de asesor y hombre de Federico, Demian «Satanás» Reidel, quienes le agitan la idea que de ir con todo y contra todo el orden establecido. Milei les responde: hoy, en su discurso en Praga, el presidente confesó que con Reidel «estamos rescribiendo gran parte de la teoría económica. Si nos termina de salir bien, probablemente me den el Nobel».
«Otro zurdo»
En paralelo, volviendo al tema del FMI, Milei está muy molesto por los constantes pedidos del organismo, que sugiere sin decir, para ir a un proceso de devaluación. En la entrevista de las últimas horas, el mandatario volvió a negar que eso exista, pero lo altera que el Fondo lo plantee. «Eso es falso -dijo- De hecho, el propio (ministro de Economía, Luis) Caputo explicó que el informe del organismo no señala eso”. Es que el organismo no dice la palabra devaluación, pero sí lo sugiere con claridad. La bronca presidencial está sustentada en las presiones que tiene para corregir el dólar, no sólo del Fondo sino también de los exportadores de granos y productores, que siguen con la soja sin vender.
Sin embargo, el presidente está en una trampa, si devalúa, se dispara la inflación, si no lo hace, tendrá que soportar una tensión sin mayores posibilidades de descomprimir que un gesto político, como un cambio en el Gabinete. Por eso, volvió a asegurar que «el problema argentino no es monetario, sino de competitividad y eso no se arregla devaluando. Es como creer que se puede incrementar la cantidad de carne que come por el simple hecho de imprimir dinero. La riqueza no se imprime, la riqueza se genera”.
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