21-1-2014-KRADIARIO-884
LOS
CHILENOS SIGUEN SIN QUERER
A LA DERECHA
Por
Walter Krohne
La
desarticulación lenta de la derecha parece no tener fin, porque no hay o no existen los personajes o
líderes en este mundo político, al menos en Chile, que puedan definir para ella
un programa o desafío que esté enmarcado en un concepto de verdadera unidad.
Esto
tiene mucho que ver con el desarrollo que ha experimentado este sector en su
historia, muy apegada al capitalismo y que convierte a sus dirigentes en marcadamente
individualistas y partidarios de la independencia personal y del modernismo,
actitudes de vida que han tratado de expandir en el país desde el mismo golpe
militar contra el Gobierno de Salvador Allende para contaminar a otras clases
sociales como la clase media.
Así
llegó a Chile el neoliberalismo donde el mercado juega un papel fundamental y
del que se dice que es el permanente regulador de los precios, sin tomar en
cuenta para nada las especulaciones de las que son responsables los empresarios
inescrupulosos que abundan, área en el que el Estado tiene poco que decir.
Hoy
se habla de clase media alta para separar a sus representantes de las clases
media-media y baja. Hay una diferencia grande entre una y otra de las tres lo
que se aprecia en el nivel de los ingresos y de la capacidad que tienen para
adquirir bienes. Así estaremos unos cien años más hasta que el sistema
neoliberal se acuerde de los más pobres y marginados que no pertenecen a la clase
alta o media alta.
De
este individualismo y capitalismo, que les permite a sus representantes tomar
decisiones propias y no colectivas o sin consultarle a nadie, ni siquiera al
vecino, es un factor que políticamente ha dañado a la derecha, porque lo que se
ha logrado con esta táctica es la creación de diversos grupos o grupúsculos que piensan más o menos igual pero que
separadamente aspiran al poder creando así
verdaderas “castas” político-sociales
que muy a menudo terminan enfrentadas entre sí. Es nada menos que el resurgimiento con fuerza del "caudillismo", lo que demuestra el hecho concreto de la existencia ya de tres precandidatos presidenciales para 2017, entre ellos el propio Presidente Sebastián Piñera, que desea "repetirse el plato".
Surgen así los hoy llamados “movimientos” , hasta ahora todos relativamente pequeños y por lo mismo con escasa influencia, que pretenden reemplazar a las a veces poderosas y complejas estructuras de los partidos políticos. Así se está dando en la derecha una verdadera “moda” de que algunos nombres de alcurnia figuren en las cabezas de estas nuevas organizaciones que tienen escasas posibilidades de cambiar alguna cosa en su comportamiento si no revisan primeramentre su conducta personal en los puntos que he mencionado.
Surgen así los hoy llamados “movimientos” , hasta ahora todos relativamente pequeños y por lo mismo con escasa influencia, que pretenden reemplazar a las a veces poderosas y complejas estructuras de los partidos políticos. Así se está dando en la derecha una verdadera “moda” de que algunos nombres de alcurnia figuren en las cabezas de estas nuevas organizaciones que tienen escasas posibilidades de cambiar alguna cosa en su comportamiento si no revisan primeramentre su conducta personal en los puntos que he mencionado.
Y
al final de cuentas todos provienen del mismo árbol y todos o la gran mayoría
se preparó políticamente en las mismas aulas de la dictadura militar.
Autoritarismo y capitalismo son los conceptos que siguen vigentes en este
sector político.
No
existen principios sociales reales que esta derecha esté en condiciones de
aplicar ni ideologías o pensamientos con las cuales se pueda combatir la injusticia,
la pobreza y la desigualdades sociales y económicas y también se pueda
perfeccionar nuestro golpeado sistema democrático, que, en nuestra nueva
democracia, es otra consecuencia de la
ineficacia de los políticos. ¿Por qué el binominal sigue vigente o está en
un proceso de cambio en el Congreso que
en realidad no cambia nada, sólo aumenta el número de parlamentarios?
No
hay que olvidar que una sociedad con sólo una minoría con fuerte capacidad “capitalista”,
sin pensar en los más pobres y desvalidos, sólo causa frustración, descontento,
competitividad inusitada y endeudamiento individual. La gran mayoría de los
chilenos está en otras: Quiere un gobierno que pueda garantizar la felicidad social
resolviendo los problemas de todos los chilenos, no solo los de los más ricos.
Todo
esto explica el fenómeno “Bachelet”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario