31-1-2014-KRADIARIO-885
DOCUMENTACIÓN
ENTREVISTA A RICARDO LAGOS ESCOBAR EN EL DIARIO EL PAÍS DE ESPAÑA
No entiendo, desde el punto de vista jurídico, qué ha pasado para que donde antes Chile tenía 200 millas, ahora solo tenga 80
Pregunta. ¿Cómo valora la drástica caída del peso argentino? ¿Podría contagiar a Chile?
Respuesta. El desequilibrio en la
balanza de pagos es crónico en Argentina pero no creo que arrastre a los demás
países de la región. Me preocupa más la desaceleración de Brasil. Sí pienso,
sin embargo, que desde el Pacífico sur importa más lo que ocurra en China.
Por cada punto porcentual que crece el gigante asiático, América Latina tiene
garantizado un 0,4%.
.
P. ¿Chile se vuelca entonces en el Pacífico?
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R. Yo soy contrario a esa división entre
Atlántico y Pacífico. Me parece un concepto de hace 500 años y ahora estamos en
el siglo XXI. El motor de la economía mundial era el Atlántico y ahora es el
Pacífico. América Latina tiene el privilegio de estar entre los dos océanos.
Soy partidario de una América Latina que cuando haya alianza en el Atlántico
sea del Atlántico, aunque mire al Pacífico. Y por tanto opino lo mismo en el
caso de Argentina, que mira hacia el Atlántico. Lo que hay que tener es una
misma voz, en la que quiero que estén México y Brasill. Así nos escucharán más. Pero si hablamos del Pacífico,
lo importante ahí es la Trans Pacific Partnership (TPP, por sus siglas en
ingñlés) donde también tienen presencia EE UU, Australia, Nueva Zelanda,
etcétera.
P. ¿Cómo integrarse en una región que avanza
a varias velocidades?
R. Me parece bien la alianza comercial del
Pacífico con otros países abiertos como es el caso de Chile, Colombia y México.
Pero desde el punto de vista de la integración soy de los que apoyan la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños).
P. ¿En qué situación está el proyecto de
macropuerto que se disputan Chile y Perú para conectar la región con Asía?
R. Hoy la inversión en el puerto de El Callao
[Perú] es mayor que la de Valparaíso, en Chile. Se sabe cuáles son los grandes puertos
del mundo pero no los del Pacífico sur. Eso lo decidirá el futuro pero lo importante son las redes como agencias
aseguradoras, mercados, logística, transportes... ¡redes financieras en
definitiva! que se crearán a partir de este macropuerto que llevará las
mercancías, a través de enormes autopistas, hasta Brasil.
P. El Tribunal Internacional de La Haya falló el lunes sobre el contencioso por las aguas territoriales de Perú y Chile¿Cómo lo valora?
R. Con todos mis respetos hacia el Tribunal,
no entiendo, desde el punto de vista jurídico, qué ha pasado para que donde
antes Chile tenía 200 millas, ahora solo tenga 80. En consecuencia, Perú ha
ganado 22.000 kilómetros de los 38.000 que eran de Chile. O sea, Perú Ha ganado, cosa que era obvia. Se acatará el fallo pero a ningún chileno le gusta.
P. Xhile se enfrenta con Bolivia por su demanda a una salida al mar con soberanía sobre las aguas. ¿En qué situación se encuentra este proceso?
R. Es un pleito muy antiguo. Es importante
recordar que antes del tratado de paz de 1904, Bolivia era el doble de grande
de lo que es ahora. El 11% lo tiene Chile y el 89% restante corresponde hoy a
Paraguay, Perú, Argentina, y Brasil. En aquel tratado, sin embargo, se
estableció que Bolivia tendría derecho al uso de cualquier puerto chileno sin
coste alguno. Además Chile, en varias ocasiones, ofreció una franja de territorio
de 10 kilómetros a Bolivia. Nunca soberanía en el mar, eso no. El problema es
que para que Bolivia los pueda aceptar, hay que pedir permiso a Perú.
P. La presidenta electa, Michelle Bachelet, ha anunciado reformas en la Constitución. Usted considera que el límite de
solo cuatro años de mandato sin posibilidad de reelección dificulta la
gobernabilidad ¿Cuál es el siguiente paso?
R. Yo mismo hice varias reformas en nuestra
Constitución. Cambié todo lo que tenía que ver con el uso de la autoridad y
también con las Fuerzas Armadas. Pero hacer una transición, con (Augusto Pinochet) aún vivo, era una dificultad añadida. El
temor a la regresión era enorme. Hay que vivirlo. Ahora Chile, en cambio, sí
está en condiciones de elaborar una Constitución partiendo de cero, con una
hoja en blanco. No una reforma constitucional.
P. ¿Es eso lo que tiene que pasar hoy en
Chile?
R. Creo que ya está maduro el país para
empezar una hoja en blanco. Y espero que, como en España en 1978, exista el
consenso adecuado para poder llevarlo a cabo.
P. Además de una nueva Constitución, ¿qué
otros retos le esperan a Bachelet en esta segunda legislatura?
R. Son parecidos a los del resto de la
región. El ciclo donde la pobreza era el principal problema está terminando. En
1990, había un 40% de pobres en nuestro país. Ahora hay un 13%. Y el verdadero
problema es qué hacer con ese 27% que ahora tiene ingresos medios y, por tanto,
otras demandas. No quiere volver atrás y piden para sus hijos lo que ellos no
puedieron tener, como una educación superior. Eso cuesta dinero. Y comienzan las protestas en la calle, que por otro lado son
completamente legítimas. Ellos son hijos de la democracia.
P. ¿Qué propone?
R. Una reforma del sistema tributario. Y no
solo en Chile sino en toda América Latina. La distribución de ingresos es igual
de injusta antes y después de impuestos. Incluido en Chile.
P. Usted afirmó en una conferencia en la Universidad de Brown (EE UU) en 2012 que "una democracia no consiste solo
en votar sino en construir sociedades más inclusivas, más responsables y con
mejor distribución de ingresos" ¿Chile todavía tiene esa tarea pendiente?
R. Sí. Nuestra distribución de la riqueza es
de las más altas del mundo. Es tan desigual como la de EE UU. Lo grave es que
el crecimiento de la desigualdad tanto allí como en Europa ha sido muy grave
durante los últimos años.
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