El desafío iraní a Occidente
Yihadistas arrasan con museo histórico en Mali
Irán no frena sus planes de seguir produciendo uranio, pese a la amenaza de occidente. El régimen de Teherán anunció que instala y opera nuevas máquinas avanzadas de enriquecimiento de uranio, para acelerar significativamente la producción de este material nuclear. La república islámica asegura en una carta a la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) que usará las nuevas centrífugas en su principal planta de enriquecimiento de uranio cerca de la ciudad central de Natanz. La desafiante medida incrementa las preocupaciones en Occidente e Israel sobre las ambiciones nucleares de Irán, que podría estar intentado fabricar una bomba nuclear. Irán argumenta que sus intenciones son completamente pacíficas. El uranio refinado puede ser usado para alimentar plantas de energía atómica, o proveer el material necesario para la fabricación de bombas nucleares en caso de ser procesado a un nivel mayor. Una nueva generación de centrífugas podría refinar uranio mucho más rápido frente al modelo que Irán utiliza actualmente. Las grandes potencias -Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Rusia y China- quieren que Irán modere su controvertido programa de enriquecimiento. Israel, del cual se cree que cuenta con el único arsenal nuclear de Oriente Medio, ha sugerido que podría lanzar un ataque militar preventivo contra Irán si las sanciones y los esfuerzos diplomáticos no consiguen resolver la disputa.
Un grupo de yihadistas llamó a la puerta del centro Ahmed Baba de Tombuctú, en el centro de Mali, ayer miércoles en la noche engañando al guardia de seguridad diciéndole que iban a proteger el centro, pero una vez dentro, arrasaron con la sala de lectura dejando daños irreparables. Al menos 2.000 manuscritos habían sido almacenados en ese centro, financiado por el gobierno sudafricano y que abrió sus puertas en 2009. El proyecto tenía como objetivo catalogar y preservar los documentos históricos de la ciudad, muchos de los cuales siguen en manos de familias o en bibliotecas más pequeñas. Los textos destruidos eran de geografía, astronomía, medicina y ley islámica; los escritos datan en algunos casos del siglo XIII. La semana pasada, los militantes islamistas estaban preparándose para huir de esa ciudad ya que sabían que la ofensiva de las fuerzas lideradas por Francia era inminente. Pero, pese a que se fueron de forma apresurada tuvieron tiempo de hacer un último acto de venganza en el museo.
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