Por Enrique Fernández
¿Vio usted la película sobre Mahoma que circula en Internet?
Posiblemente no, como la enorme mayoría de la opinión pública. Más insólito aún es que la inmensa mayoría de los 1.500 millones de musulmanes tampoco conocen ese video que encendió la ira islámica hace dos semanas.
Por lo menos 50 muertos, cientos de heridos, incendios, saqueos, barricadas y protestas masivas son el balance que deja hasta ahora la difusión de la película que entrega una visión satírica y truculenta del profeta Mahoma. Es probable que esos muertos tampoco hayan visto el video, cuyo título –“La inocencia de los musulmanes”- semeja una metáfora cruel.
Entre las primeras víctimas figuran el embajador de Estados Unidos en Libia, Chris Stevens, y tres de sus colaboradores. Luego la ola de violencia se extendió a otras naciones musulmanas desde Egipto hasta Indonesia, pasando por Pakistán, Irán, Siria, Yemen, Líbano, Arabia Saudita y Tailandia, en el sudeste asiático. Países que en conjunto abarcan 1.500 millones de habitantes, lo que significa que uno de cada cuatro habitantes del planeta es musulmán. Los tres restantes son “infieles” desde el punto de vista de los seguidores de Mahoma y el Islam.
Más de alguien pensará que tanta violencia religiosa es “demasiado escándalo” por una película. Sin embargo no es la primera vez que los musulmanes recurren a la “guerra santa” en defensa de su profeta.
Fue el 14 de febrero de 1989 cuando el Ayatollah Ruhollah Jomeini dictó en Irán una sentencia de muerte contra el escritor británico Salman Rushdie, autor de la novela “Los Versos Satánicos” que muestra una imagen supuestamente distorsionada de Mahoma y critica ciertas prácticas del islamismo. El dictamen del anciano jerarca –sucesor del destituido y último Sha de Persia, Mohammad Reza Pahlevi,-, señalaba textualmente:
“Comunico al orgulloso pueblo musulmán del mundo que el autor del libro “Los versos satánicos” -libro contra el Islam, el Profeta y el Corán- y todos los que hayan participado en su publicación conociendo su contenido están condenados a muerte. Pido a todos los musulmanes que los ejecuten allí donde los encuentren”.
Diez días después, el 24 de febrero, el Ayatollah ofreció una recompensa de tres millones de dólares a quien asesinara al escritor. Rushdie sigue vivo pero en 1991 el traductor de su libro al japonés, Hitoshi Igarashi, murió asesinado en Tokio, mientras el traductor italiano era apuñalado en Milán. Pasaron dos años y en 1993, manifestantes que protestaban contra el traductor del libro al idioma turco, Aziz Nesin, incendiaron un hotel en la ciudad de Sivas y 37 personas murieron quemadas.
En septiembre de 2005, el diario “Jyllands-Posten”, el de mayor difusión en Dinamarca, publicó varias caricaturas de Mahoma, que desencadenaron como ahora una ola de protestas en el mundo árabe. En Damasco, Siria, el consulado de Chile fue incendiado por manifestantes cuando atacaron la embajada de Dinamarca, situada en el mismo edificio.
La violencia de los últimos días tuvo su mayor expresión en Pakistán, con una veintena de muertos después que el Gobierno convocó a una jornada de manifestaciones “Por Amor al Profeta”, el pasado 21 de septiembre. En medio de ese clima, el ministro de Ferrocarriles, Ghulam Ahmed Bilour, ofreció una recompensa de 100.000 dólares a quien asesine al autor del video.
“Estoy consciente de que el asesinato es un delito, pero si existe alguna causa interpuesta contra mí en una corte internacional o nacional, pediré al pueblo que me entregue", dijo el ministro, empeñado en “amedrentar a los infieles”.
Mientras los analistas occidentales intentan comprender el origen de la ira islámica, un vocero de la organización armada Hizbulá dijo en Líbano que el motivo de la ola de protestas es condenar la película sobre el profeta y la "agresión sistemática de la administración estadounidense contra los musulmanes".
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| El productor |
El escenario de las manifestaciones de “amor al Profeta” está conformado por países que durante años y años han vivido bajo el peso de la guerra y las invasiones. Entre ellos Afganistán, sometido a la presencia de tropas norteamericanas. O Irak, invadido por Estados Unidos en marzo de 2003 bajo el argumento de descubrir armamento nuclear que sólo existió en la imaginación de la CIA (Agencia Central de Inteligencia). Ahora los dedos acusadores de Washington apuntan a Irán o Pakistán.
Entretanto, hoy fue detenido Nakoula Basseley Nakoula (55), quien aparece como el productor del video que se burla de Mahoma y que ha provocado la ira de la comunidad islámica. Fue detenido en Los Ángeles (California) por violar las condiciones de su libertad condicional, informó la Fiscalía estadounidense (ver Termómetro Noticioso de hoy).
Pero si usted piensa que es demasiada la controversia por una película, es mejor que la vea en este link:
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