En América Latina y el Caribe, habitan 400 pueblos indígenas, es decir casi 50 millones personas (el 11% de la población de la región), sin embargo padecen una especial situación de marginación y pobreza, lo cual les impide el pleno goce de sus derechos individuales y colectivos.
El Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2010 del PNUD subraya que las mujeres, la población indígena y los afrodescendientes son los grupos más afectados por la desigualdad. Allí se constata que los indicadores de extrema pobreza (vivir con 1 dólar por día) se duplican para la población indígena y afrodescendiente, en comparación con la población eurodescendiente.
Consciente de esta situación el Presidente del Grupo de Desarrollo de Naciones Unidas en ALC y Director Regional para ALC del PNUD, Subsecretario General de Naciones Unidas, Heraldo Muñoz ante el Foro Permanente de los Pueblos Indígenas, reiteró el compromiso y apoyo del Sistema de Naciones Unidas (SNU) a los pueblos indígenas y señaló “no avanzaremos en superar la pobreza y la desigualdad ni alcanzaremos los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en nuestra región, si no mejoramos las condiciones de vida de todos, y en particular de los pueblos indígenas”.
Por esta razón Heraldo Muñoz, enfatizó en que la única forma de romper la transmisión intergeneracional de la pobreza y la desigualdad es necesario implementar políticas sociales integrales, financiadas con estructuras fiscales más progresivas mejorando, de paso, la gobernabilidad democrática. “Por ello, es fundamental no sólo reconocer el derecho a la consulta –previa, libre e informada-- como lo establece la Declaración y el Convenio, sino también incluirla plenamente en los distintos procesos institucionales de decisión, tanto a nivel nacional como de las organizaciones internacionales.”
Igualmente, manifestó que si bien EL SNU ha hecho avances importantes, como las que se presentaron en la X Sesión del Foro de los Pueblos, es necesario ir más allá y potenciar estas y otras iniciativas innovadoras, a través de la cooperación Sur-Sur, para asistir a nuestros Estados y a las organizaciones indígenas en el logro de una mayor institucionalización y aplicación efectiva de sus derechos.
El PNUD a través de la Dirección Regional para ALC (DRALC) ha implementado desde 2009 la Iniciativa Indígena Regional, --dando continuidad a esfuerzos anteriores del Programa HURIST implementado con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los DD.HH.-- en el marco de consultas periódicas con las organizaciones indígenas, y ha contribuido al desarrollo de capacidades de líderes indígenas y de funcionarios estatales, al igual que a la difusión y promoción de la Declaración.
El PNUD también ha potenciado los mecanismos de consulta nacionales con las organizaciones indígenas, en particular en México, Paraguay y Nicaragua, y apoyado la conformación de nuevos ámbitos institucionalizados de consulta del SNU, como ha sido el Consejo Consultivo de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes de Nicaragua.
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