kradiario.cl

martes, 10 de septiembre de 2013

10-9-2013-KRADIARIO-EDICIÓN N° 870

LOS FRUTOS DICTATORIALES PERMANECEN A 40 AÑOS DEL GOLPE
Por Felipe Portales 

Para vergüenza nuestra, a 23 años del fin de la dictadura debemos constatar que sus frutos institucionales permanecen vigentes. En efecto, el conjunto de “modernizaciones” impuestas por el régimen pinochetista en la década de los 80 y que configuraron un nuevo Chile neoliberal,  no solo han resistido el paso del tiempo sino que se han consolidado como producto de nuestra “democracia”. Lo que se impuso a sangre y fuego durante 17 años fue luego legitimado pacíficamente por los 20 años de gobiernos de la Concertación.
Para vergüenza nuestra, con pequeños ajustes que consolidaron su esencia, seguimos sufriendo las mismas estructuras que se nos impuso con extrema violencia: El Plan Laboral; las AFP; las ISAPRE; la LOCE-LGE; la Ley de concesiones mineras; la Ley de universidades; sistemas financieros y tributarios hechos a la medida de los grandes grupos económicos; servicios públicos privatizados; leyes que neutralizan las juntas de vecinos, los colegios profesionales y el movimiento cooperativo; etc.

Y parecemos no darnos cuenta que aquello nos configura como una sociedad extremadamente injusta y, en último término, violenta. Precisamente el objetivo de la violencia represiva y del terror institucional desarrollado por la dictadura fue “acondicionar” a la sociedad chilena para imponerle un modelo económico, social y cultural que era naturalmente imposible de ser aceptado democráticamante.
Esto lo ha reconocido crudamente Andrés Allamand en su libro La travesía del desierto: “El gobierno militar chileno realizó una transformación económico-social de alcances fenomenales (…) ¿Qué hubo tras la decisión de Pinochet? (…) Para mí, una gran demostración de liderazgo y coraje político para mantener firme el timón cuando el mal tiempo arreciaba (…) El modelo (económico) le aportaba una propuesta coherente y de paso le brindaba una coartada para el ejercicio prolongado del poder: si el gobierno chileno no se hubiera embarcado temprano en un proyecto de transformación de gran envergadura, jamás habría podido sostener aquello de las ‘metas y no plazos’. Una revolución de esa magnitud –eso es lo que era- necesitaba tiempo. Desde el otro lado, Pinochet le aportaba al equipo económico algo quizás aun más valioso: el ejercicio sin restricciones del poder político necesario para materializar las transformaciones. Más de alguna vez en el frío penetrante de Chicago los laboriosos estudiantes que soñaban con cambiarle la cara a Chile deben haberse devanado los sesos con una sola pregunta: ¿ganará alguna vez la presidencia alguien que haga suyo este proyecto? Ahora no tenían ese problema” (Edit. Aguilar, 1999. pp. 155-6).

Por cierto, el “ejercicio sin restricciones del poder político necesario para materializar las transformaciones” constituye un elegante eufemismo para referirse a las desapariciones forzadas, las ejecuciones extrajudiciales, las torturas, las detenciones arbitrarias, los campos de concentración, el exilio, etc. Pero lo notable es el virtual reconocimiento de Allamand de que las violaciones a los derechos humanos constituían un medio necesario para implantar en Chile la nueva sociedad a que aspiraba la derecha.
Conscientes de que en un escenario efectivamente democrático dicha imposición sería sustituida, se entiende que la derecha y Pinochet impusieran igualmente una Constitución falsamente democrática y que contenía disposiciones que hicieran prácticamente imposible su transformación sin el acuerdo de la derecha minoritaria. Lo que sí estuvo más allá de sus previsiones fue el giro copernicano experimentado por el liderazgo de la Concertación a fines de los 80 y que lo llevó –en palabras de Edgardo Boeninger, su eminencia gris- a una “convergencia” con el pensamiento económico de la derecha; y “convergencia que políticamente el conglomerado opositor (la Concertación) no estaba en condiciones de reconocer” (Democracia en Chile. Lecciones para la gobernabilidad; Edit. Andrés Bello, 1997, p. 369).

Esto último explica el comportamiento concesivo solapado llevado a cabo por los sucesivos gobiernos de la Concertación y que se tradujo en la consolidación del modelo económico-social impuesto por la dictadura. Comportamiento cuyos principales elementos han sido el regalo de la mayoría parlamentaria a la futura oposición de derecha efectuado con las reformas constitucionales de 1989; el cambio del concepto de democracia que culminó en 2005 con la asunción de la Constitución del 80 como propia; la autodestrucción de todos los medios de comunicación escritos que laboriosamente se habían forjado en dictadura; la neutralización o privatización de los canales de televisión (TVN y el canal de la Universidad de Chile) que pudieron haber aportado a una real democratización del país; y la mantención de la atomización social impuesta por Pinochet. Con el tiempo, los gobiernos de la Concertación han demostrado abiertamente su subordinación a la derecha económica, lo que se ha reflejado en el notable aumento de las privatizaciones o concesiones de los servicios públicos; en el gigantesco desarrollo de la gran minería del cobre privada; en el incremento del poder de los grandes grupos económicos y en la desigualdad en los ingresos; y en la omisión del gobierno de Michelle Bachelet en utilizar su mayoría parlamentaria de quórum calificado para cumplir con los compromisos de profundos cambios del sistema económico proclamados por la Concertación en 1989. Mayoría que solo no le alcanzaba para sustituir la LOCE y la Ley de Concesiones Mineras.
Y pese a que, en general, se ha conservado el discurso centroizquierdista engañoso del liderazgo concertacionista; no han faltado deslices en que han incurrido algunos connotados dirigentes, los que por cierto no han tenido consecuencias negativas para las carreras políticas de sus autores. Entre estos se destacan los de Alejandro Foxley: “Pinochet (…) realizó una transformación sobre todo en la economía chilena, la más importante que ha habido en este siglo (…) Hay que reconocer su capacidad visionaria (…) de que había que abrir la economía al mundo, descentralizar, desregular, etc. Esa es una contribución histórica que va perdurar por muchas décadas en Chile y que ha pasado el test de lo que significa hacer historia, pues terminó cambiando el modo de vida de todos los chilenos, para bien, no para mal. Eso es lo que yo creo, y eso sitúa a Pinochet en la historia de Chile en un alto lugar” (Cosas 5-5-2000). Y los de Eugenio Tironi: “La sociedad de individuos, donde las personas entienden que el interés colectivo no es más que la resultante de la maximización de los intereses individuales, ya ha tomado cuerpo en las conductas cotidianas de los chilenos de todas las clases sociales y de todas las ideologías. Nada de esto lo va a revertir en el corto plazo ningún gobierno, líder o partido (…) Las transformaciones que han tenido lugar en la sociedad chilena de los 90 no podrían explicarse sin las reformas de corte liberalizador de los años 70 y 80 (…) Chile aprendió hace pocas décadas que no podía seguir intentando remedar un modelo económico que lo dejaba al margen de las tendencias mundiales. El cambio fue doloroso, pero era inevitable. Quienes lo diseñaron y emprendieron mostraron visión y liderazgo” (La irrupción de las masas y el malestar de las elites. Chile en el cambio de siglo; Edit. Grijalbo, 1999, pp. 36, 60 y 162).

Asimismo, todo lo anterior se ve ratificado desde la otra vereda por los panegíricos hechos al liderazgo de la Concertación por destacados empresarios, economistas e intelectuales de derecha, tanto nacionales y extranjeros. Entre muchos otros, el del entonces presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, Hernán Somerville, quien señaló respecto de Ricardo Lagos: “Mis empresarios todos lo aman, tanto en APEC (Foro de Cooperación de Asia Pacífico) como acá (Chile), porque realmente le tienen una tremenda admiración por su nivel intelectual superior y porque además se ve ampliamente favorecido por un país al que todo el mundo percibe como modelo” (La Segunda; 14-10-2005). O el del connotado empresario y economista, César Barros, quien calificó a Lagos en su último día de gobierno como “el mejor Presidente de derecha de todos los tiempos” (La Tercera; 11-3-2006). O el del destacado cientista político, Oscar Godoy, quien consultado en 2006 si observaba un desconcierto en la derecha por “la capacidad que tuvo la Concertación de apropiarse del modelo económico”, respondió: “Sí. Y creo que eso debería ser un motivo de gran alegría, porque es la satisfacción que le produce a un creyente cuando consigue la conversión del otro. Por eso tengo tantos amigos en la Concertación; en mi tiempo éramos antagonistas y verlos ahora pensar como liberales, comprometidos en un proyecto de desarrollo de una construcción económica liberal, a mí me satisface mucho” (La Nación; 16-4-2006).

Pero quizá el más elocuente de todos es el testimonio del segundo economista -después de Milton Friedman- más importante de la escuela de Chicago, Arnold Harberger: “Yo asistí en Cartagena a una reunión de la Asociación de Bancos de Colombia, y cuando llegué estaba hablando Ricardo Lagos, ex presidente de Chile. Y él estaba dando las lecciones de economía, de regulación bancaria, y no pude encontrar ni una frase que no hubiera sido pronunciada por un profesor de Chicago en mi tiempo ahí, pura economía, no más. Uno ve a los diferentes partidos políticos en Chile, sus plataformas económicas difieren en milímetros, en centímetros, no en kilómetros… yo creo que ha habido una gran evolución de la política económica en Chile durante el período del gobierno militar, y una vez que se formó el equipo de Patricio Aylwin con Alejandro Foxley y otros, ellos siguieron el mismo rumbo que los gobiernos anteriores, y eso ha seguido hasta hoy día que yo sepa” (El Mercurio; 19-12-2010).
Tampoco, al día de hoy, hay indicadores sólidos de una efectiva reversión del derechismo del liderazgo concertacionista. Michelle Bachelet, ¡incluso como candidata!, ha descartado el único camino idóneo para establecer una Constitución democrática en nuestro país en el contexto ya indicado de la inflexibilidad de la Constitución del 80: una Asamblea Constituyente. Y el conjunto de dicho liderazgo, luego de casi cuatro años de que todos los diarios y canales de televisión han sido controlados por la derecha económica, ¡no se ha quejado en lo más mínimo respecto de esa situación! Es claro, sus principales líderes son casi diariamente entrevistados por los medios del duopolio y por los diversos canales…
 
10-9-2013-KRADIARIO-EDICIÓN N° 870
 
APROBACIÓN DE LA CÁMARA DE 1973 DEJA COMO "CHALECO DE MONO" A LA DC
 
PIDEN  UNA INTERPRETACIÓN URGENTE DE UN TEXTO  APROBADO HACE 40 AÑOS POR  APARECER COMO UNA INCITACIÓN AL GOLPE DE ESTADO
 
Con 62 firmas de diputados opositores e independientes que logró juntar el socialista Carlos Montes quedó presentado ayer en la Cámara un proyecto destinado a precisar la interpretación de un acuerdo adoptado por esa instancia del Parlamento chileno el 22 de agosto de 1973 que históricamente ha sido utilizado como argumento político para “justificar” el Golpe Militar.

Según el diario La Tercera, el texto del acuerdo dice que “A 40 años del Golpe del 11 de septiembre de 1973, la Cámara de Diputados de la República de Chile no acepta que el acuerdo de ese año se utilice como justificación para el alzamiento militar que condujo al establecimiento de la dictadura de la Junta de Gobierno presidida por el general de Ejército Augusto Pinochet y otros jefes de las Fuerzas Armadas”.
Además, el texto cuestiona la “validez democrática del Decreto de Ley N°27 de 1973 (de la Junta Militar) que disolvió el Congreso Nacional”.

La iniciativa -ideada por el historiador Francisco Estévez- había surgido con el ánimo de revisar aquel acuerdo del 73, en el que se acusaba “del grave quebrantamiento del orden constitucional” del gobierno de Salvador Allende. En ese documento la Cámara pedía al presidente de la República y “a los señores ministros de Estado miembros de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Carabineros” (entonces los jefes castrenses eran parte del gabinete) a “poner inmediato término a todas las situaciones de hecho referidas, que infringen la Constitución y las leyes”, señala La Tercera.
Tras el derrocamiento de Allende, el texto de la Cámara fue usado por la Junta de Gobierno, encabezada por Augusto Pinochet, José Toribio Merino, Gustavo Leigh y César Mendoza, para justificar lo que calificaban como un “pronunciamiento militar”.

Según registros históricos revelados por La Tercera, el polémico acuerdo del 73 había sido redactado con aportes de dirigentes del Partido Nacional y de la DC.
Un artículo de la Revista de Estudio Parlamentarios -escrito por el abogado de la Cámara, Hernán Almendras, que cita como fuente al ex jefe de bancada falangista en 1973, José Monares- dice que la “decisión de presentar este proyecto de acuerdo fue tomada por el consejo nacional de dicha colectividad (DC) y que su redacción habría correspondido al entonces diputado Enrique Krauss. Pero también se ha dicho que en su redacción intervino el diputado del Partido Nacional  (PN) Mario Arnello y que la redacción final, en términos de notas, adiciones y correcciones, habría estado a cargo del ex Presidente Patricio Aylwin”.
La sesión de 22 de agosto de 1973, en la que se votó el acuerdo, generó gran interés público. Las tribunas de la Cámara se repletaron desde temprano y cada bancada designó a un representante para hablar a favor o en contra del proyecto de acuerdo, relata el matutino.

Tras el encendido debate, que obligó a interrumpir la sesión, el proyecto de acuerdo fue aprobado en horas de la noche por 81 votos a favor, con el apoyo de la DC, el PN y otras colectividades opositoras a la UP. En contra sólo hubo 47 votos.
El diputado Eduardo Cerda, entonces secretario nacional del Partido Demócrata Cristiano, recordó que ese día participó en varias reuniones para tratar de llegar a un acuerdo. Y que la directiva le había mandatado hablar en la sala para hacer una corrección al texto. La idea era precisar que la DC no apoyaría ninguna interrupción del orden institucional. Cerda agrega  que llegó tarde a la Cámara, cuando el debate ya estaba cerrado y no se le permitió hablar en la sala. “La directiva luchó hasta el último minuto para lograr una salida, pero lamentablemente había democratacristianos que estaban por la ruptura institucional”, dijo Cerda.

Aunque el texto no tenía ningún efecto vinculante, su aprobación generó repercusiones políticas. Allende denunció el acuerdo como un intento “sedicioso” y un llamado a las FF.AA. para derrocar su gobierno.

lunes, 9 de septiembre de 2013

9-9-2013-KRADIARIO-EDICIÓN N° 870
.
LAS NUEVE CARRERAS UNIVERSITARIAS QUE ESTÁN SATURADAS EN CHILE

Son nueve las carreras profesionales de 700 existentes que según el sitio de empleo, Trabajando.com, están saturadas en el mercado. Estas son: Derecho, Periodismo, Relaciones Públicas, Veterinaria, Diseño, Arquitectura, Sociología, Psicopedagogía y Biología.
.
Derecho:  Es una carrera con contradicciones. Por un lado, tiene un buen ranking de demanda (está en el lugar 64), y buen nivel de renta de egreso ($676.912 al 2do año), sin embargo, peligran los indicadores de brecha en empleabilidad (fluctúa entre el 40,2% y el 93,1% según la institución de egreso) y el porcentaje de personas que se dedican a lo que estudiaron (25,48%), el campo laboral está tomado por las universidades más prestigiosas.
Periodismo: Si bien la empleabilidad no es tan baja (72,5% promedio tomando todas las instituciones de educación), la renta está bajo el promedio ($571.322 al 2do año). Existe gran cantidad de oferta de profesionales hacia el mercado, lo que hace que finalmente estos profesionales se desempeñen preferentemente en sectores que no están relacionados a sus estudios (sólo el 23,36% se desempeña en lo que estudió). Por otra parte, la brecha que existe en la empleabilidad mínima (53,6%) y máximos (92,7%) dependiendo de la institución de egreso, nos indica que solamente los profesionales de las casas de estudio más prestigiosas, optan por los mejores empleos.
Relaciones Públicas: Esta carrera es considerada profesional, ya que se consideraron sólo universidades que las imparten, tiene un bajo campo laboral, desempeñándose en otras áreas y sectores, como por ejemplo, asistente y secretariado (11,62% trabaja en lo que estudió).
 
Veterinaria: En este caso, el campo laboral es reducido. No es tan alta la oferta de profesionales, mientras que la empleabilidad (65,8%) y las rentas promedio ($576.588 al 2do año) están bajo el promedio ($610.000 renta promedio al 2do año de egreso de todas las carreras profesionales existentes), generando que estos profesionales se desempeñen en sectores que no están relacionados a sus estudios (10,45% trabaja en lo que estudió). También ocurre lo mismo con las brechas que hay entre las universidades más prestigiosas y el resto.
Diseño:  Esta carrera cuenta con un campo laboral bajo. No es tan baja la empleabilidad (máxima 83,1%), sin embargo, los profesionales también terminan desempeñándose en otros sectores que no tienen que ver con sus estudios (33,02% trabaja en lo que estudió), con rentas que, además, están bajo el promedio ($532.534 al 2do año).
Arquitectura: La renta es más alta que el promedio (por la calidad formativa del profesional, $744.306 al 2do año), sin embargo, existe un campo laboral reducido y una muy alta oferta de profesionales, lo que hace que muchos terminen trabajando en áreas o sectores que no tienen que ver con su formación (30,76% trabaja en lo que estudió). Acá la brecha entre universidades es una de las mayores de las carreras estudiadas.
Sociología: Esta carrera, si bien cuenta con rentas mayores que el promedio ($616.829 al 2do año), también existe una alta brecha entre los profesionales que salen de una universidad y otra. Lo mismo ocurre con la empleabilidad (77,04% de promedio), muchos terminan trabajando en sectores y áreas que no tienen nada que ver con lo que estudiaron (17,75% trabaja en lo que estudió).
.
Psicopedagogía: Cuenta con bajo nivel de renta ($511.523 al 2do año), bajo nivel de empleabilidad (mínima 58,6%) y bajo nivel de demanda (ranking 175). La brecha que existe entre los profesionales que egresan de una universidad u otra, también es muy amplia.
.
Biología: Esta carrera, si bien cuenta con rentas mayores que el promedio ($655.884 al 2do año), la empleabilidad es muy baja (52,08% promedio), no existiendo tanta diferencia entre las instituciones que imparten la carrera. También un muy reducido número de profesionales ejercen en su campo (sólo un 14,93%).
 
9-9-2013-KRADIARIO-EDICIÓN N° 870

TODO SERÍA HOY DIFERENTE SI

 PINOCHET HUBIESE SIDO

 PROCESADO Y CONDENADO
 
Los procesos contra altos ex jefes militares deben continuar
 
Por Walter Krohne
.
Reconciliación es un concepto tremendamente positivo, pero lamentablemente en el caso chileno parece impracticable.  Lo hemos visto hoy cuando los esfuerzos para conmemorar los 40 años del golpe militar de 1973 se efectuaron en el marco de una división insuperable que, como noticia,  recorrió el mundo en cosa de minutos. 
La oposición, encabezada por Michelle Bachelet, recordó el golpe en el Museo de La Memoria y el oficialismo, con el Presidente Sebastián Piñera a la cabeza,  lo hizo donde corresponde, en el Palacio de La Moneda, porque allí ocurrieron los hechos, fue ese el lugar del despiadado bombardeo de los Hawker Hunter, allí murió el presidente constitucional Salvador Allende y también terminó la vida para  “el perro Olivares”, un avesado periodista de la época.
Es en ese palacio, hoy reconstruido, donde ha estado  siempre el punto neurálgico de la tragedia y de todo lo que ocurrió tras el derrocamiento del presidente constitucional. La Moneda es el símbolo de una de las más cruentas dictaduras militares de América Latina que sustituyó los errores de Allende por los horrores de Pinochet.
El pecado de Allende fue intentar darle  justicia a un sufrido pueblo que había vivido a medias desde la época colonial en el marco de una miseria inconmesurable que fue pasando de una a otra familia, por generaciones, afectando a los trabajadores en general y a las mujeres. Ambos grupos humanos fueron escasamente respetados y explotados por un capitalismo indomable, que sigue vigente en nuestra organización estatal y que hoy, en el siglo 21,  identificamos como “capitalismo salvaje”.
Nunca habrá reconciliación en Chile, al menos mientras sigan vivos varios personajes representativos y que tuvieron directa responsabilidad en el golpe y en la violación de los derechos humanos. Por la vía del perdón, que han puesto en práctica algunos parlamentarios, dirigentes políticos y jueces, no se logrará ningún progreso en cuanto a reconciliación. El perdón no puede ser real mientras no sean superados cada uno de los casos aún pendientes de esta tragedia. Me refiero a los centenares de casos de torturados y asesinados, a los desaparecidos, a los humillados, a los empobrecidos tras perder sus puestos de trabajo, familiares  y todos sus bienes y a una generación de chilenos frustrados, especialmente cuando ven caminando libremente por las calles de Santiago, después de 40 años del Golpe,  a quienes asesinaron o torturaron en siniestras casas de la Dina o la CNI operadas por  la estructura estatal como por las distintas ramas de las Fuerzas Armadas.
.
No habrá reconciliación mientras no se termine de procesar como corresponde a todos los que cometieron delitos y actos criminales. En este sentido el principal error que cometió la clase política fue abortar el proceso contra el dictador Pinochet  tras su detención en Londres en 1998. Allí está el momento clave en que se desvió una vez más la historia de Chile o se interrumpió un proceso que podría al menos haber conformado a los incansables luchadores por verdad y  justicia. Todavía algo se podría hacer, como condenar a Pinochet "post mortem" y abrir procesos al resto de los jefes militares que hoy viven en la impunidad.
.
La política del Presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle frente a la detención de Pinochet fue el denominado “principio de soberanía judicial” consistente en que el general debería  ser procesado sólo por tribunales chilenos, en territorio chileno y por delitos cometidos en Chile.
.
El mandatario, sus ministros, los políticos de la época de todos los bandos  fallaron, por conveniencia o error, porque sabían perfectamente que iba a ser imposible juzgar a Pinochet en Chile como efectivamente ocurrió. Muchos políticos que participaron en el Gobierno militar lo impidieron, como los conservadores de la UDI,  y a la Concertación le faltó mucho coraje para imponerse.
 
Ni siquiera cuando se supo del millonario patrimonio que poseía el dictador en diversos bancos en el extranjero, cuya procedencia quedó sin aclararse, y el caso tuvo que ser cerrado tras nueve años de investigación en agosto de este año.
.
El ministro en visita Manuel Valderrama pudo establecer que Pinochet, que gobernó Chile entre 1973 y 1990,  acumuló una fortuna de 21 millones de dólares, 17 de los cuales no pudieron ser justificados contablemente. Estos capitales o bienes de todos los chilenos fueron depositados en un centenar de cuentas en el Banco estadounidense Riggs y entidades financieras del Caribe bajo 27 nombres falsos de Pinochet, entre ellos Daniel López y John Long, así como al amparo de cuentas de sus familiares.
.
Y no sólo Pinochet, muchos otros militares y altos funcionarios crearon grandes fortunas personales a través de “negocios sucios” de la dictadura o la compra a precio de huevo de las empresas que formaban el patrimonio del Estado de Chile. Todo esto está pendiente y debe ser investigado. 
 
Los derechos humanos se mantienen en un manto de impunidad y distorsión. Aquí hubo terrorismo de estado. Los responsables fueron el estado de Chile y sus instituciones, las fuerzas armadas y un sector político del país que hoy está otra vez en el poder. Los grandes responsables intelectuales, altos mandos de las fuerzas armadas que integraron la junta y los más influyentes organismos de la dictadura militar deben ser investigados, procesados y eventualmente condenados. Mientras esto no ocurra  no intentemos nuevamente buscar la reconciliación en Chile porque una vez más fracasaremos.
.
9-9-2013-KRADIARIO-EDICIÓN N° 870

La verdad, condición previa al
perdón
 
Por Abraham Santibáñez
El aniversario del golpe militar de 1973 ha permitido conocer más información que nunca acerca de lo ocurrido en esa fecha. Pese a ello, en medio del despliegue de invocaciones a pedir perdón, falta conocer más, en especial acerca del destino de los cientos de desaparecidos que siguen sin aparecer.
 
Pedir perdón es, sin duda, un paso significativo. Pero el gran peligro es banalizar un gesto que debe ser profundo y que, creemos muchos, debe basarse en un reconocimiento de la culpa, ya sea por acción u omisión. Para ofrecer disculpas se requiere de ciertas precisiones como las que ha hecho la Corte Suprema. Aunque hay quienes quisieran más, el gesto ya está hecho.
 
Fue la falta de acucia de los supremos de 1973 y de los años siguientes la que estuvo a punto de dejar impunes los crímenes y permitió que vía “traslado de televisores” se borraran sistemáticamente las huellas de muchos crímenes.
 
En este panorama complejo, el Presidente Piñera asumió intempestivamente la misión de encarar al poder judicial y a la prensa. Coincidió con la asociación de magistrados en pedir un pronunciamiento de la Corte Suprema. No se sabe si fue su emplazamiento el que convenció a los jueces, o estos decidieron reaccionar por su cuenta ante la declaración de los funcionarios. Queda pendiente, sin embargo, el otro desafío del mandatario: el periodismo y los medios.
 
Como hemos hecho notar, de parte de los periodistas, a través de nuestro Colegio profesional ya se han asumido responsabilidades, tanto al pedir perdón como al enjuiciar éticamente las complicidades.
Falta analizar críticamente la responsabilidad de los medios. Y en esta materia hay que cuidar los detalles y los matices. Generalizar, como se ha hecho al proclamar que “todos somos responsables” sin hacer distinción alguna, pasa por alto los riesgos y peligros que muchos corrieron al irritar a la dictadura.
En estos días, cuando precisamente se han recordado los 27 años del asesinato de José Carrasco (junto con el de otros militantes de izquierda tras el atentado contra Pinochet), resulta extremadamente injusto colocar a todos los comunicadores en el saco de los “cómplices pasivos”. Los periodistas fuimos exonerados, expulsados del país, relegados, amenazados y censurados. Es un hecho que no se puede “empatar” con otras opciones.
Si al cabo de cuarenta años finalmente hay coincidencia generalizada en denunciar el golpe militar, ello nos obliga más que nunca empeñarnos en aclarar los muchos hoyos negros que restan.
Sólo entonces podremos pensar en dar vuelta esta página de la historia.
9-9-2013-KRADIARIO-EDICIÓN N° 870
.
SERÁ MORAL…O NO SERÁ:
Chile en busca de una nueva
moral
.
Por Hugo Latorre Fuenzalida
.
Charles Peguy, ese macizo intelectual francés y profeta de un cristianismo de nuevo cuño, lanzó una frase que debe quedar marcada como enseñanza de las revoluciones frustradas del pasado y las que vendrán en el futuro: “La revolución será moral…o no será revolución”.
Peguy lo decía para rebatir la dialéctica revolucionaria marxista, desde la óptica cristiana. Tenía y tuvo mucha razón, pues las revoluciones de corte materialista y marxista abortaron por su inmoralidad como por su inviabilidad económica.
.
Cuando los marxistas de Chile proponían  el camino revolucionario cubano o vietnamita, o cualquiera de esos socialismos reales, ya la visión de los intelectuales del mundo más desarrollado había señalado, hacía 30 años, que esas experiencias y esos modelos  eran revoluciones abortadas, moral y estratégicamente. Pero acá se soñaba con reeditar una revolución totalista y refundacional, incluso cuando el comunista italiano Gramsci había especulado profunda y extensamente acerca de las formas culturales del poder político y social en Occidente.
.
Pero nuestros marxistas teatrales y aficionados, también frívolos y light  (como lo demostró su vuelco histórico hacia el neoliberalismo, sin esguinces ni mediaciones), vociferaban amenazas y consignas tremebundas, y propinaban golpizas discursivas y efectivas a quienes  se atrevían a contradecirles, lo cual sirvió de feraz caldo de cultivo a un discurso y postura fascista,  que nuestra derecha siempre anidó y que apenas disimuló por un tiempo, es decir hasta que la ocasión fuese propicia.
.
Chile vive hoy, después de una larga lucha contra la dictadura (donde se dieron testimonios de una contundencia heroica y moral), un renacer de la conciencia moral pública.  El escándalo moral a veces demora en emerger, y parece ser nuestro caso; pero lo bueno es que está surgiendo. Porque no debemos olvidar que líderes reconocidos de la Concertación hablaban con enojo- y hace no mucho-  de eso que señalaban ser “una obsesión con los muertos y los derechos humanos”, como que les molestaba el tema. Muchos de estos conspicuos concertacionistas defendieron al principal violador de  derechos, que fue Pinochet,  cuando se le intentó juzgar en Inglaterra, dado que en Chile no se tenía la voluntad política ni moral para hacerlo.
.
Hoy todo el mundo habla del tema de la violación de los derechos humanos, y pareciera que se despejara recién una especie de vidrio empañado, que impedía ver los horrores cometidos por una derecha y unos militares  enfebrecidos por el odio, la sed de venganza y de poder.
.
La corrupción moral entró al Estado chileno con la dictadura cívico militar. La apropiación de recursos públicos, de bienes del Estado; las transferencias de dineros sociales a manos privadas, el tráfico de influencias y de información privilegiada; el engavillamiento para especular  con misiones de Estado que se definían, invariablemente,  en el interés privado; la perversión  de la función burocrática del Estado; la confusión de intereses, etc. etc. Todo esto al amparo de un poder absoluto y de una regulación  plenamente ausente, sin prensa libre, sin tribunales ni contraloría independiente, en medio de un clima de terror y con una institucionalidad social disuelta o intervenida por el mismo poder militar.
.
Es cierto que los gobiernos de la oligarquía derechista, de otros tiempos,  cometieron abusos de todo tipo, gozaron de prebendas  financiares, tributarias, comerciales y judiciales, pero existían partidos que –mal que bien- ejercían el oficio de denunciar  a esta casta avariciosa y descompuesta,  toda vez que violaban la ética pública.
.
Pero en la dictadura última, en ese pacto diabólico de la derecha fascista y los militares trogloditas,  todo asomo de ética fue lanzado por el desaguadero; en esta experiencia se les soltó el moño y todo límite fue rebasado, se dieron un verdadero festín de impudicia, de  desenfreno orgiástico, de encarnizamiento, de ensañamiento, de crueldad, de ferocidad, de inhumanidad y de brutalidad. Pero lo que más daño ha dejado,  es la suciedad moral  que nos heredan; el tomar conciencia que los hombre públicos pueden arrasar con lo sagrado de la institucionalidad civilizada y poder reeditar eso que creímos  erradicado desde los juicios de Nüremberg, es decir  la “solución final” de los nazis en la Segunda Guerra.
.
El exterminio de una clase política cumplió acá el mismo fin justificador que  en la Alemania de Hitler: apropiarse del poder por el terror, usurpar la  riqueza  del país y usar a la población como esclavos  al servicio de unos amos perversos; no ya de un “ogro filantrópico”, como gustaba decir a Octavio Paz, en relación al Estado burócrata populista, sino de un Ogro sanguinario y depredador.
.
Esta mancha de inmoralidad pública debe ser expuesta, como se exponía el cadáver crucificado de los asesinos en los caminos de la antigüedad; para que se saque lección, para crear conciencia, pues si el hombre borra la memoria de sus crímenes, entonces la humanidad se disuelve en la oscuridad de los tiempos. No se puede actuar con la liviandad de quién cierra la puerta y deja a los muertos en el vagón de atrás. Eso es inhumano y cobarde. El pus debe drenar y salir a la superficie, pues de no ser así, ese organismo social se estará envenenando por dentro y los que mataron sin conciencia, morirán sin adquirirla nunca, lo que es un pecado de lesa conciencia; y los que fueron muertos sin reivindicación, serán como la carne muerta de un cuerpo en descomposición, que nunca podrá transparentar su humanidad, por vergüenza, miedo y profundo malestar en su cultura.
Con todo, hasta hace poco,   en este tiempo que llaman de las luces, es en el pecho del criminal  donde colgaban cruces, mientras que en los oscuros tiempos, era al criminal al que se  colgaba en las cruces.
 
9-9-2013-KRADIARIO-EDICIÓN N° 870
.
Columna de psicología social y familiar de los lunes
.
LAS TERAPIAS DE PAREJAS
Por Jessika Krohne


Las terapias de pareja son cada vez más frecuentes en Chile y las parejas y matrimonios consultan mucho más que antes. La mayoría busca ayuda profesional cuando ya han pasado años peleando por algo que no logran solucionar, culpándose entre ellos e incluso, mirándose como compañeros de pieza más que como una verdadera pareja.
Conflictos en el matrimonio se viven siempre de muchas maneras y en distintas etapas de una relación.
 
Los motivos de consultas más frecuentes en las parejas son problemas de comunicación, dificultades en la convivencia diaria y problemas sexuales. Muchas veces las parejas consultan también, cuando hay dificultades en asuntos que no tienen que ver con la pareja y se deben más a factores externos, como conflictos con los hijos o desavenencias con las familias de origen de cada uno.
Otras dificultades de mayor complejidad pueden causar conflictos en la pareja, como enfermedades, adicciones, infidelidades o la muerte de un ser querido.
El éxito o fracaso de una terapia depende mucho en el momento cuando se consulta. Idealmente ésta debe ser tomada en el periodo donde se inician las dificultades y no cuando la gente está al borde de la separación.
Todas las parejas pasan por crisis y una relación tiene siempre momentos buenos y malos. Las crisis son necesarias, ya que pueden ser una oportunidad para la pareja para redefinir su vida o tal vez priorizar otras cosas.
La terapia de pareja por si sola no resuelve los conflictos. Eso hay que tenerlo muy claro. Ambos miembros de la pareja tienen que poner de su parte. Cada uno tiene que poner interés para querer mejorar la relación y ser muy autocrítico consigo mismo para resolver las dificultades.
Lo primero que se les transmite a una pareja es que es esencial tener un proyecto de vida común, ya que si ese no existe, una relación se puede deteriorar muy fácilmente.
Cada miembro debería realizar al comienzo de las sesiones un mea culpa, hacerse una autoevaluación y darse cuenta en qué se está equivocando. Esos errores hay que cambiarlos y tratar de mejorar en esos aspectos.
También hay que enfocarse en una terapia en el aquí y ahora, es decir en el presente y en la vida a futuro y no en el tiempo pasado, ya que éste no se puede cambiar. Todos guardamos de nuestro pasado dolor y sentimientos negativos, pero hay que trabajarlos en sesión, cerrar episodios y mirar hacia delante.
Además, hay que enfocarse en las cosas positivas. Valorar los momentos bonitos de la pareja y colocar esas vivencias en un punto central de la vida. Una herramienta muy enriquecedora es darles a la pareja como tarea, hacer una línea de tiempo de su vida desde que comenzaron a pololear. Desde ahí tienen que destacar momentos importantes en la vida. Ese ejercicio permite recordar momentos bonitos en conjunto, lo que significa una energía de refuerzo para seguir adelante y sentirse capaz de superar los conflictos.
9-9-2013-KRADIARIO-EDICIÓN N° 870

LISTA LAS PAPELETAS DE VOTACION PARA LAS PRESIDENCIALES Y LAS PARLAMENTARIAS

El Servicio Electoral realizó hoy el sorteo para determinar que número usarán los distintos abanderados el 17 de noviembre, así como también la organización de las listas parlamentarias.
De esta forma, el Servel determinó que el documento en la elección presidencial estará dispuesto de la siguiente manera:
1.- Franco Parisi (Independiente)
2.- Marcel Claude (Partido Humanista)
3.- Ricardo Israel (Partido Regionalista de los Independientes)
4.- Marco Enríquez-Ominami, (Partido Progresista)
5.- Roxana Miranda (Partido Igualdad)
6.- Michelle Bachelet (pacto Nueva Mayoría)
7.- Evelyn Matthei (pacto Alianza)
8.- Alfredo Sfeir (Partido Ecologista)
9.- Tomás Jocelyn Holt (Independiente).
.
De igual forma, el Servel determinó también el orden de las distintas listas parlamentarias, el cual quedó finalmente así:
.
A.- Todos a La Moneda
B.- Por el desarrollo del norte
C.- Nueva Mayoría
D.- PRI Movimiento Regionalista
E.- Partido Regionalista de los Independientes
F.- Partido Humanista
G.- Nueva Mayoría por Chile
H.- Nueva Constitución para Chile
I.- Si tu quieres, Chile cambia
J.- Alianza
K.- Nueva Mayoría para Chile
9-9-2013-KRADIARIO-EDICIÓN N° 870




DEBATE TELEVISIVO


CADA SECTOR POLÍTICO
TRATA DE LIMPIAR SU CARA
 POR EL GOLPE MILITAR, PERO
 CIERTAMENTE LA
 RESPONSABILIDAD ES
 COMPARTIDA
 .
Cuatro ex actores políticos claves y un historiador  analizaron en un programa de televisión este domingo  los principales factores que en 1973 rompieron  con la  democracia en Chile, centrándose el debate en el papel  jugado por cada uno de los movimientos,  partidos y corrientes políticas dentro y fuera del gobierno de Salvador Allende y con especial énfasis en el de la Democracia Cristiana.
En este encuentro en  el programa “Estado Nacional" de TVN, participaron el ex dirigente del MIR Andrés Pascal Allende; el ex líder de Patria y Libertad, Roberto Thieme; el ex director de la Policía de Investigaciones durante la Unidad Popular (UP), Alfredo Joignant (PS); el senador DC  Andrés Zaldívar y el historiador Gonzalo Rojas. Uno de los invitados, el ex integrante del GAP –la guardia personal de Salvador Allende– y actual empresario Max Marambio, no asistió, aduciendo problemas familiares.
.
Zaldívar afirmó que la DC no avaló que se llevara a cabo el golpe militar el 11 de septiembre de 1973 (como hoy se acusa desde la oposición)  y que el ex Presidente Salvador Allende se vio sobrepasado por las motivaciones y aspiraciones de sus colaboradores. Dijo que el partido Demócrata Cristiano intentó dialogar hasta el último con las fuerzas de la entonces Unidad Popular,  pero que finalmente no se llegó a un acuerdo debido a que "gente como el MIR y el PS “no estaban por una salida democrática real".
.
Admitió el parlamentario que si bien la DC fue opositora a Allende, "lo hizo en un ámbito democrático, desde el Parlamento. Yo mismo tuve actuaciones  en el intento de acercarnos a Allende" para buscar una salida pacífica, pero muchos actores de la UP actuaban por la vía de los hechos, por las tomas.
.
Propuesta de plebiscito
.
Zaldívar dijo que “en algún momento le planteamos al Presidente realizar un plebiscito. Ocho días antes del Golpe, la DC se reunió: muchos renunciamos a nuestros cargos parlamentarios, para provocar el plebiscito para que así fueran los chilenos quienes decidieran qué conducta seguir. Según supe después,  por Carlos Briones, Allende había aceptado hacer el plebiscito el día 9 e iba a anunciarlo el día 10".
.
"Era un plebiscito en el que la gente iba a decidir si continuaba o no el gobierno del Presidente Allende, dentro del cuadro que le ofrecía al país", destacó. 
.
Sin embargo, el historiador Gonzalo Rojas, a su turno, recordó que la DC desechó el diálogo con Allende porque el ex jefe de Estado, "acorralado por el PS, les comunicó que las condiciones que la Democracia Cristiana pedía, como la disolución de los grupos armados, no podían ser cumplidas".
.
También recordó el historiador que el ex Presidente Eduardo Frei Montalva había afirmado meses después del  11 de septiembre de 1973 que "la guerra civil estaba preparada por los marxistas".
.
Rojas partió diciendo que en los congresos de Linares y Chillán el PS había preparado el golpe que le iba a dar a la sociedad chilena, por la vía armada o legal -porque quería usar cualquiera de las formas que consideraba legítima, la electoral o la armada-, para llegar al poder".
.
Pascal Allende  replicó que "el argumento de Gonzalo es el acostumbrado. Faltó que hablara del marxismo internacional, la Unión Soviética", aclarando que el MIR impulsó tomas de fundos, pero no realizó acciones violentas. De hecho, precisó que los asaltos a bancos fueron "limpios" y anteriores al Gobierno de Salvador Allende.
Joignant, por su parte, también desestimó la tesis de que la intervención militar se produjo por los discursos llamando a la violencia de algunos dirigentes de izquierda, entre ellos el ex secretario general socialista, Carlos Altamirano.
.
"Me preocupa mucho la mitología que hay", indicó, reconociendo que las palabras de Altamirano -llamando en los días previos a "golpear el golpe"- fueron un "error", pero recalcando que el ataque a La Moneda estaba previsto desde mucho antes y no se produjo por ningún discurso.
.
Zaldívar, en tanto, insistió en que la DC no "apoyó el golpe", matizando las declaraciones de la directiva falangista de la época, que una vez producida la intervención militar la justificó en una declaración pública.
.
Thieme insistió en su tesis de que Pinochet fue un "traidor", primero con Allende por haber sido nombrado comandante en jefe del Ejército como "general leal", y posteriormente por haber instaurado un sistema económico neoliberal, pese a que la junta militar -señaló- primero se había definido como "nacionalista".
.
Joignant acotó que la "vía armada" asumida por organizaciones de izquierda a partir de la década de 1960 se enmarcó "en un clima que existía en todo el mundo" en esa época, marcada por hechos como la guerra de Vietnam y los disturbios en Francia de mayo de 1968. Al mismo tiempo  denunció que hoy sectores de derecha "viven buscando el empate" para justificar las violaciones a los derechos humanos ocurridas bajo el régimen militar, de las que él mismo fue víctima cuando fue torturado en distintos recintos de detención, situación que comenzó en la Isla Dawson en septiembre de 1973.
.
No hay información
.
Gonzalo Rojas insistió en que este período de la historia de Chile todavía muestra muchos puntos sin aclarar "porque hay fuentes de la izquierda que se niegan a entregar información".  No se refirió, sin embargo, a las fuentes de la derecha que también se niegan a entregar información.
.
En cuanto al "Once", reiteró que ese día las Fuerzas Armadas "ejercieron legitimamente su derecho a rebelión".
.
Zaldívar recordó que "en 1973 el país vivía una situación realmente dramática, de confrontación, no nos olvidemos de las calles de Santiago cómo un día salían los obreros del cobre y marchaban hacia Santiago, al día siguiente salían los cordones industriales, habían colas de desabastecimiento, de mercado negro, donde la inflación llegó a ser el 600%. Entonces, digamos ciertamente que hay un responsable en el mal manejo del gobierno", expresó.
"Seamos francos, el 11 de septiembre mucha gente sintió alivio, porque vivía angustiada en este país. Ahora, eso no justifica todo lo que pasó después del golpe", declaró el parlamentario, asegurando que "yo hice todo lo posible, hicimos todo lo posible (como DC) porque el golpe no existiera".
.
Asimismo, agregó que "la gente de derecha pretendió mantener a Pinochet por 8 años más (…) ¿Para qué, para ocultar los crímenes?".
.
El senador acotó que, "personalmente, yo tuve actuación como senador y miembro del consejo nacional del partido, en el intento por acercarnos al gobierno del Presidente Allende y lograr un acuerdo", pero que "dentro del gobierno, muchos actores de la Unidad Popular, pretendían hacer un cambio por la vía de los hechos, saliéndose del margen de la ley".
.
En esa línea, Zaldívar señaló que se intentó evitar "la acción de Pedro Vuskovic , que era el ministro de economía de la época,  que provocó los grandes cambios económicos al actuar por la vía de los hechos. Se tomaban las industrias…podríamos haber llegado a la nacionalización y la expropiación, pero por la vía legal".
.
En ese sentido, aseveró que "quiero que seamos bien francos: el MIR tuvo actuaciones de violencia antes del gobierno del Presidente Allende y nosotros como gobierno (de Frei Montalva 1964-70)) sufrimos esa violencia. No podemos negarlo", y remarcó que "Carlos Altamirano quería hacer una revolución al marco de la Constitución".
.
"Patria y Libertad nunca fue golpista"
.
Roberto Thieme aseveró también que su movimiento pensó que el régimen militar construiría una vía al nacionalismo, pero "vimos después que se desvío aquello y se impuso el modelo liberal, a sangre y fuego, con la represión"
El fundador y ex secretario general del frente Patria y Libertad aseveró hoy que el movimiento nunca fue "golpista", sino que apuntaba a buscar una construcción nacionalista del Estado chileno, en medio del gobierno de la UP y el régimen militar.
Thieme dijo en TVN que, en relación con el pronunciamiento del 29 de junio de 1973- el "tanquetazo", "efectivamente, fue fallido y se abortó antes del 29 porque fue detectado por el servicio de inteligencia del Ejército. Pero en un acto ya casi de protesta, sin ningún destino, se salió a la calle con los tanques, las tropas y el movimiento apoyó eso".
"Ese fue lo que nosotros llamamos el "golpe nacionalista", pero el movimiento Patria y Libertad no era golpista", postuló.
.
A su juicio, "era un movimiento revolucionario, nacionalista, que si tú quieres, con una cierta arrogancia, pensábamos que el término del gobierno de Allende era una etapa para fundar más adelante un Estado nacionalista, con un proyecto político de largo plazo. Ahora, los hechos se precipitaron y el movimiento fue disuelto políticamente, a raíz de ese intento de golpe".
En la línea de lo anterior, el ex dirigente afirmó que "la junta de gobierno, al principio se autodefinió como nacionalista, incluso redactó una declaración de principios, que se publicó seis meses después y nosotros pensamos que en cierta medida había tenido éxito, porque el régimen militar iba a ser por ese camino".
.
"Todos vimos después que se desvío aquello y se impuso el modelo liberal, a sangre y fuego, con la represión y todo lo que siguió", dijo.
.
En esta forma reiteró Thieme que a su juicio Pinochet actuó "como un traidor", e insistió en que muchos sectores todavía tienen que pedir perdón por lo ocurrido a la sociedad chilena.
.
Precisó también que "el MIR era un movimiento político- ideológico, que tenía un pequeño frente de operaciones, pero que no actuó en la violencia durante los tres años, no se puede decir que el MIR fue causante del golpe".
.
"Asimismo, Patria y Libertad- al contrario de lo que ha quedado en el inconciente colectivo, no era un grupo de jóvenes de ultra derecha que andaban por las calles agarrándose a piedrazos con la brigada Ramona Parra, o era un grupo armado, fascista y todas esas caricaturas que nos pusieron nuestros contrarios, especialmente la prensa de izquierda de la época", sentenció.
.
Gonzalo Rojas reiteró en el debate que, a su juicio, el 11 las Fuerzas Armadas "ejercieron legitimamente su derecho a rebelión" y fueron apoyadas por amplios sectores de la ciudadanía.
 
9-9-2013-KRADIARIO-EDICIÓN N° 870
.
A 40 años del Golpe Militar
.


CARDEMIL: "NO APORTA EN NADA PEDIR PERDÓN"

El diputado (RN) y exsubsecretario del interior del  régimen militar, Alberto Cardemil, dijo este domingo que dado el escenario actual que vive el país pedir perdón  “no aporta en nada”, en una entrevista concedida al programa “Tolerancia Cero” de Chilevisión.
“Yo fui subsecretario en un periodo bien específico, entre 1984 y 1988, y por supuesto que tengo  una responsabilidad política”, afirmó Cardemil. Rechazó tajantemente que vaya a pedir perdón por su actuar en el gobierno militar, señalando que si bien "pude haber estado más atento, pude haber sido más prolijo", en lo personal "puedo dormir tranquilo".

"Evidentemente hay una responsabilidad por estar ahí, la hay. No he cometido delitos jamás, no soy cómplice ni autor ni coautor de ningún delito, puedo dormir tranquilo", declaró en la entrevista.
"Si yo creyera que mi petición de perdón ayudaría a  la reconciliación nacional, lo haría", subrayó.

"Pero francamente creo que estarle planteando al otro la necesidad de pedir perdón para humillarlo, para pedir perdón para que en definitiva diseñar la historia de que el gobierno militar se redujo a una especie de asociación ilícita del mal y del robo, negando las grandes obras que hizo, yo no me voy a poner a esa cola", aseguró.
Añadió que "si en algún momento se produce la catarsis de que todos los actores, todos los que participamos en esto, nos convocamos y vamos mutuamente a reconocer errores para dar vuelta la página y tener un país mejor, en esas circunstancias lo haría".

"En las circunstancias de hoy, como se han dado las cosas por la conmemoración de los 40 años del golpe, francamente no creo que aporte nada", dijo Cardemil.
Cardemil,  quien es recordado por haber entregado los resultados del plebiscito y es diputado desde 1994, reconoció que "uno siempre tiene responsabilidades políticas que asumir" y que en aquellos años "pudiera haber estado más atento, sí, podía haber estado más atento. Responsabilidad penal y ética no la tengo".

El diputado RN comentó que en el gobierno militar hubo tres etapas: "La primera fue guerra franca, hasta que se empieza a organizar la salida y esa es una guerra dura. 170 bajas de militar y alrededor de 400 subversivos".
"La segunda etapa, yo creo que vienen elementos de civilidad y empieza a buscarse una salida. Se empiezan a incorporar los civiles al poder y al Gobierno. Ahí empieza una etapa en que la dictadura comienza a civilizarse", señaló.

Y "la tercera etapa, la que me toca a mí, después del 84, donde hay un esfuerzo serio para concretar la salida institucional. Los civiles que ingresamos al Gobierno entramos a eso, a organizar esa salida y ese es un trabajo del que me siento orgulloso", asegurando que en esa etapa hubo una "guerra sucia" por parte del Frente Patriotico Manuel Rodríguez, al que calificó como "el brazo armado del PC".
Sobre la violación de los derechos humanos, Cardemil dijo que “del Ministerio del Interior no dependió nunca ni la CNI, ni ningún organismo de seguridad, todos ellos dependía de la Junta Militar. Cuando tuve un delito pedí la intervención de un ministro y de los jueces”.
 
Agregó que “en mi tiempo intervinieron los jueces y los autores de delitos están presos, ahora, pudimos haber hecho más yo creo que sí, podría haber estado más atento, pude haber sido más prolijo, haría las cosas mejor hoy día y evidentemente hay una responsabilidad por estar ahí. No he cometido delitos, no he sido cómplice, ni autor de ningún delito. Puedo dormir tranquilo”, explicó.