kradiario.cl

jueves, 2 de enero de 2025

EL "FENÓMENO" TRUMP


Análisis político de Simón Gómez (Kradiario no ha podido verificar su verdadera identidad),  
publicado en medios como Diario Las Américas y Univisión

En la madrugada del pasado 6 de noviembre, Donald Trump declaró frente a sus seguidores que Estados Unidos le había dado “un mandato poderoso y sin precedentes”. Fiel a su estilo, el hoy presidente electo exageraba. Con un triunfo sustentado por el 49.9% de los votos, su elección no representa un mandato "sin precedente". Sin embargo, su camino de regreso a la Casa Blanca es en sí mismo un evento histórico lleno de lecciones para historiadores y futuros candidatos presidenciales.

A los 78 años, Trump ganó la reelección siendo el candidato de más edad que ha aspirado a la presidencia en la historia del país, cuatro años después de haber dejado la Casa Blanca vilificado por oponentes y compañeros de partido por su papel en el asalto violento del Capitolio y dos años después de haber sido culpado por los decepcionantes resultados de las elecciones de mitad de término de 2022.

¿Cómo logró Trump pasar de paria en el Partido Republicano a recuperar su liderazgo y la presidencia de Estados Unidos? Estas son las claves principales.

Consolidar el voto de los hombres y atraer a más votantes mujeres

El presidente Joe Biden ganó las elecciones de 2020 con la misma ventaja de 13 puntos entre las mujeres que Hillary Clinton logró en 2016, pero logró reducir en cinco puntos la ventaja que Trump obtuvo entre los hombres, algo que la campaña de Trump en 2024 se enfocó agresivamente en evitar que volviera a ocurrir.

A tal fin, la campaña de Trump buscó específicamente conseguir el voto de hombres jóvenes de todas las razas y de los hombres sin educación universitaria, haciendo a un lado las apariciones en los medios tradicionales y embarcándose en una maratónica serie de apariciones en podcasts masivamente populares entre hombres jóvenes con un mensaje de restaurar la presunta gloria perdida de Estados Unidos.

La estrategia funcionó a la perfección. Trump aumentó notablemente el voto de hombres latinos y negros en estados péndulo, así como entre los votantes hombres que iban a las urnas por primera vez y los votantes sin título universitario, y no cedió terreno entre las mujeres blancas que Harris buscaba conquistar.

El apoyo de la clase obrera

Los votantes de la clase obrera fueron receptivos al mensaje de desespero económico y antiinmigrante que Trump repitió sin descanso durante su campaña, opacando cualquier preocupación sobre los múltiples problemas judiciales que el expresidente enfrentó en el transcurso de la campaña.

Tal fue el arraigo del mensaje de Trump entre la clase trabajadora que ni siquiera los sindicatos, que en su mayoría apoyaron a Harris, lograron frenar el avance del republicano.

La caída del 'muro azul'

El 'muro azul' es como se conoce al grupo de 18 estados, más el Distrito de Columbia, que los candidatos presidenciales del Partido Demócrata ganaron en todas las elecciones presidenciales celebradas entre 1992 y 2012, que incluye los cruciales estados péndulo de Michigan, Pensilvania y Wisconsin que constituían la piedra angular de la estrategia de la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris.

Trump ganó los tres estados péndulos del 'muro azul'.

La estrategia de Harris se desmoronó ante las realidades de sus habitantes de clase obrera, quienes fueron fuertemente castigados por el fenómeno inflacionario que afectó parte del periodo de Biden, haciéndolos susceptibles al mensaje populista y antiinmigrante de Trump cuya campaña supo aprovechar el resentimiento de los votantes.

En Michigan, Harris tuvo que enfrentar la furia de los votantes árabe-estadounidenses por la política de asistencia armamentista a Israel del gobierno de Biden en las guerras en Gaza y Líbano.

Muchos de estos votantes no solo dejaron de votar por la vicepresidenta, sino que lo hicieron por Trump, siguiendo el ejemplo de líderes locales como los alcaldes de origen árabe de Dearborn Heights, Bill Bazzi, y de Hamtramck Amer Ghalib, quienes apoyaron e hicieron campaña por el expresidente.

Ayudas y buena suerte

Hechos de diversa naturaleza ayudaron a Trump en su camino a la Casa Blanca. Trump inició su tercera campaña para la presidencia horas después de conocerse los desastrosos resultados para los republicanos de las elecciones de mitad de periodo de noviembre de 2022, cuando fue señalado dentro de su partido como la causa de la pérdida de escaños y gobernaciones que debieron haber sido conquistadas por culpa de candidatos extremistas inapropiados apoyados por él.

Sin embargo, meses después al inicio de la campaña para las elecciones primarias sus oponentes trataron a Trump con guante de seda, temerosos de enfurecer a gran parte de la base republicana. El expresidente no retornó la cortesía sometiéndose al mismo régimen de insultos y sobrenombres con los que trató a sus antecesores.

Trump también vio los múltiples casos judiciales iniciados en su contra retrasados por jueces amistosos, interminables aplicaciones y por efectivas tácticas dilatorias, hasta después de las elecciones.

La renuncia del presidente Biden a retirarse en la contienda electoral hasta después de su desastroso debut con Trump privó a los demócratas de un proceso primario en el que el vencedor o la vencedora hubiese contado con un mayor reconocimiento entre el electorado que el que tuvo Harris, quien inició tarde su campaña sin haberse presentado ante los votantes.


Finalmente, según documentos presentados ante al Comisión Federal de Elecciones, el multimillonario dueño de Tesla, SpaceX y la red social X, Elon Musk (foto arriba) invirtió un total de $238 millones en el superPAC, America PAC, que él mismo fundó para movilizar votantes de Trump en los estados péndulo.

Musk también gasto millones para financiar otros grupos que surgieron en los últimos días de la campaña para apoyar a Trump, defendiendo por ejemplo su historial sobre el aborto, de acuerdo con un reporte de CNN.En la madrugada del pasado 6 de noviembre, Donald Trump declaró frente a sus seguidores que Estados Unidos le había dado “un mandato poderoso y sin precedentes”. Fiel a su estilo, el hoy presidente electo exageraba. Con un triunfo sustentado por el 49.9% de los votos, su elección no representa un mandato "sin precedente". Sin embargo, su camino de regreso a la Casa Blanca es en sí mismo un evento histórico lleno de lecciones para historiadores y futuros candidatos presidenciales.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario