El médico James Hamilton (foto izquierda), uno de los denunciantes de los abusos sexuales cometidos por el ex párroco de la Parroquia El Bosque de Santiago, Fernando Karadima, hizo anoche fuertes acusaciones en contra de la Iglesia Católica y en particular, contra el cardenal Francisco Javier Errázuriz y ex arzobispo de Santiago, a quien calificó de “criminal”, en una entrevista en el programa de Chilevisión, Tolerancia Cero.
Hamilton, quien hoy ejerce la medicina en una clínica santiaguina, fue abusado sexualmente por Karadima cuando el sacerdote era su confesor guía en sus años de juventud. Lo mismo ocurrió con otros denunciantes que acompañaron a Hamilton y que también fueron humillados y tramitados innecesariamente por la Iglesia.
Aparte de este castigo, en la capital chilena está en curso un proceso civil contra Karadima que ha sido presentada por los denunciantes y víctimas del sacerdorte.
El texto de la declaración de Hamilton es el siguiente:
"Monseñor Errázuriz (foto izquierda) es un criminal, el 2004 tuvo denuncias y las mandó a investigar con la rigurosidad de ellos, es decir con la humillación que eso significa que (uno debe) contarle lo mismo a muchas personas, (uno se atreve) a denunciar, (se espera) que la Iglesia haga algo, termina eso y tratando de conseguir información de lo que estaba pasando en el proceso, nadie nos dio una información, nos tuvieron en vilo cinco años, tiempo en que prescribieron el acto, nadie me dijo que podía ir a la justicia civil. Esto fue manejado por Errázuriz, da lo mismo cuál fue su intención, es un encubridor criminal. El trato que nos dio a todos, a mi madre, que fue a entregarle una carta ni siquiera la hizo pasar a su casa en el Arzobispado y este tipo dice más encima que tiene argumentos para no recibirnos, si hay alguien que a mí me gustaría que pagara es Errázuriz", sentenció visiblemente afectado.
"En la Iglesia ocurre esto porque hay muchos obispos y sacerdotes homosexuales, hipócritas, y abusadores , no te digo que todos, pero hay un gran porcentaje, hay personas que han tenido gran jerarquía en la Iglesia y están acusados, pero tapados, como monseñor Cox, etc.", dijo el denunciante.
"Yo no voy a meterme si el problema es el celibato, pero ante el hecho uno ve los argumentos. Hay una seguidilla de abusos y actos de pedofilia en todo el mundo, esto es generalizado, nosotros sabemos de otros sacerdotes. A mí no me han abusado y no tengo la certeza de un 100% y no puedo a obligar a una víctima, es un proceso muy doloroso", afirmó.
"Diez o doce sacerdotes se separaron antes que saliera el fallo, en pocos países del mundo sale primero un fallo de la Iglesia antes que la resolución de la Justicia Civil. Al principio ellos nos creían, pero no entendían. Hace pocos días ellos no se daban cuenta que por lo menos eso era inadecuado, han tenido que ir sufriendo una transformación, acá lo impresionante es que hay un temor a un sistema valórico, hay gente como Arteaga que llega a los siete años, fue criado ahí, lo que se sabe de Arteaga es nada, estoy seguro que son buenas personas, pero están bajo el manto de una persona más diabólica que Maciel, Maciel se drogaba, pero este hombre no tomaba ni una gota de trago y se mantenía en sus cabales".
"Cualquier cosa que decía Karadima, Arteaga tenía un servilismo total, todos le tenían mucho respeto. Que yo sepa no está metido en temas de abusos, lo que sí puedo decir que el abuso sicológico que hizo fue una brutalidad. Karadima violó el secreto de confesión de Juan Carlos para para echarlo del seminario.
"La verdad es que (Karadima) podría estar en Punta Cana y me daría lo mismo, el tema es que él ha sido humillado, ha sido puesto en su lugar, descubrieron a alguien que estaba a punto de ser canonizado, tenía una influencia total en la Iglesia Central de Santiago, tenía un montón de cosas que se acabaron, tenia influencia en la juventud, él se atribuía el don de que podía ver el don en alguien. El tema de las penas y culpabilidades, personalmente eso ya no me importa, lo que sí me importa es que él tiene un circulo de gente normado con hábitos parecidos, que siguen actuando de manera impune, y son conocidos".
"Tuve amenazas, fueron a contarle a mi jefe, el director de la Clínica Santa María, Juan pablo Allamand, fue una persona miembro de la familia de los Matte, a decirle que a mí me habían echado de la Clínica Alemana por un sumario de acoso sexual. Mi jefe, y le estaré siempre agradecido, me llamó y me dijo que mi palabra le bastaba", dijo Hamilton.
"Hace unos dos años nos llaman porque con los cordones de los zapatos se había suicidado un compañero de mi hijo, el año anterior, otro niño se había suicidado. ¿Tú crees que llegó la PDI al colegio para periciar los computadores en el Verbo Divino, que a alguien se le ocurrió pensar que los niños tenían depresión endógena? Fui a hablar con monseñor Contreras, para que vea qué pasa, lo mínimo era pensar que habían sido abusados, ¿qué prevalencia si el hecho existe?. Es una cuestión que lleva siglos en la Iglesia.
"Ya no soy católico, creo en Dios, pero no voy a misa, no comulgó, y menos me confieso (…) La verdad no se actúa y es, no se enjuicia y es. Si uno calla estas cosas ¿quién protege a nuestros hijos? Tengo un porcentaje de rabia no menor, pero lo más curioso, pero mi rabia es conmigo mismo", sentenció.
“No sé en qué consistiría el crimen que él me adjudica”, señalo hoy al vespertino La Segunda el ex arzobispo frente a testimonio de James Hamilton en televisión. Admite su “error” en manejo del caso, pero “el tema de las culpas y no culpas se lo dejo al mismo Señor. El es el que nos juzga”.
LS: Ud. ya ha señalado que haber pedido la opinión de esa persona fue un error...
ERR: He dicho que fue un error mío. Después lo supe, cuando conversé en Roma con el promotor de justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El me decía: nunca hay que preocuparse de quiénes son los cientos de personas que podrían dar testimonio a favor de alguien, sino nada más que de investigar si es que la acusación es verdadera o no.
LS: ¿Ud. haría un mea culpa por la forma en que manejó este caso?
ERR: Yo he dicho que lamento realmente no haber creído en esa denuncia cuando se presentó y tampoco haber creído en la denuncia anterior. La primera que se presentó era muy difícil de creer, porque tenía una fama el padre Karadima de hombre bueno, de hombre santo, de hombre espiritual, que cuando llega una denuncia uno no la cree. Eso es cierto y lo he lamentado y así lo he expresado. Ahora, el tema de las culpas y no culpas se lo dejo al mismo Señor. El es el que nos juzga a nosotros.
LS: Monseñor Ezzati el viernes le pidió perdón a las víctimas del padre Karadima. ¿Ud. les pediría perdón también?
ERR: Monseñor Ezzati pidió perdón a nombre de la Iglesia. Y cuando el arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal lo hace, no tiene sentido que después cada obispo o muchas otras personas sigan pidiendo ese perdón a nombre de la Iglesia. Ni siquiera tienen la autoridad para ello.
LS: ¿Y Ud. en lo personal, por su manejo del caso?
ERR: Acuérdese de lo que dijo San Pablo: que ni él mismo se juzgaba a sí mismo. Hay muchas circunstancias que uno toma en cuenta en un momento determinado y uno decide en base a esas circunstancias. Visto a la distancia, más tarde, uno dice: faltaron otras consideraciones. Si eso es culpa o no es culpa, es otro tema.
LS: Mucha gente ha visto una clara diferencia en el manejo de este caso en su período y lo que ha sido el manejo de monseñor Ezzati. ¿Cómo se entiende?
ERR: Es la diferencia entre lo que ocurre antes de una sentencia y después. En la Iglesia se pide que antes que ocurra una sentencia todo se haga con mucha confidencialidad y siempre velando por el buen nombre de las personas involucradas. En el momento en que viene la sentencia, se sabe dónde está la culpabilidad, se hace público, se pide perdón a las víctimas. Y me alegra mucho la forma como lo ha hecho monseñor Ezzati.
LS: La sentencia del Vaticano le fue informada a monseñor Ezzati prácticamente al día siguiente de que él asumió el Arzobispado. Se vio como un gesto hacia él. ¿Cómo debe ser interpretado ese gesto?
ERR: Yo creo que le era más fácil a un arzobispo nuevo, que no conocía todo el proceso y que no conocía todas las acusaciones, simplemente asumir una sentencia y ejecutarla. Pero no me meto en interpretaciones, porque habría que meterse en la mente de quienes lo decidieron así.
LS: ¿Ha pensado en alguna acción judicial contra Hamilton?
ERR: Nunca. Comprendo que en un momento de tanto dolor las personas digan cosas que van más allá de la objetividad.
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