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miércoles, 11 de julio de 2012

KRAMER, FELIPE… Y CARLOS GARDEL


Por Enrique Fernández

Como si fueran pocas las discusiones estériles que circulan por el país, ahora dicen que estalló la polémica que faltaba. En las inefables “redes sociales” algún “enredado” se mostró en desacuerdo con que Felipe Camiroaga aparezca en la película del humorista Stefan Kramer, que se estrena dentro de tres semanas.

En el filme, donde el cómico repite y trata de mejorar sus ya conocidas imitaciones, será posible ver de nuevo en acción al animador de televisión que murió en el accidente aéreo de la isla Juan Fernández, el pasado 2 de septiembre. Camiroaga, apodado en su tiempo “el Halcón de Chicureo”, protagoniza una escena que es fundamental dentro de la historia, según afirman los realizadores de “Stefan versus Kramer”.

“La escena es muy emocionante, es parte importante de la historia, es inviable sacarla. Nunca se nos pasó por la cabeza interrumpirla, es parte esencial de la trama", explicó el productor ejecutivo de la cinta, Sebastián Freund.

"Felipe fue amigo de Stefan. Él le contó que iba a hacer una película y Felipe lo encontró increíble. Cuando Stefan le pidió que actuase en esa escena, Felipe estuvo encantado y nos manifestó mil veces que se sentía halagado de que lo invitaran", agregó el productor.

-Pero eso es morboso –advirtió alguien en “la red”.

-Es de mal gusto –repitió otro, desde el Twitter.

-Dejen tranquilo a Felipe –agregó un tercero.

¿Y por qué habría de ser morboso o de mal gusto?, se preguntará usted. Está claro que más de un espectador se emocionará cuando vea en la pantalla al destacado hombre de televisión que fue a dar al fondo del mar, junto a otros 20 ocupantes del avión que no pudo aterrizar aquella tarde de septiembre en la isla Juan Fernández. Pero Felipe no sabía -y los productores de la película tampoco sabían- que esa escena se filmaría poco antes del accidente.

En otro accidente ocurrido hace 77 años, el 24 de junio de 1935, dos aviones chocaron en el aeropuerto colombiano de Medellín. Uno de ellos había recibido la autorización para aterrizar. El otro, que se aprestaba a despegar, llevaba como ilustre pasajero al ídolo de aquellos años, el cantante y compositor franco argentino Carlos Gardel. Ambos aviones se incendiaron tras la violeta colisión y Gardel murió junto a otros 16 ocupantes de su avión.

¿Es morboso escuchar las canciones de Gardel, como el tango “Yira Yira” o “Silencio en la noche”? ¿Es de mal gusto volver a disfrutar con la ingenuidad de sus películas, como “El día que me quieras”, “Luces de Buenos Aires” o “Melodía de Arrabal?”

¿Qué piensa usted?

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