El líder de la conservadora Propuesta Republicana (PRO), Mauricio Macri, arrasó ayer en las elecciones para la Alcaldía de Buenos Aires al derrotar al candidato oficialista Daniel Filmus por 64,25 contra 35,75 por ciento de los sufragios en segunda vuelta, dejando a la candidata presidencial del kirchnerismo y presidenta de Argentina, Cristina Fernández, en una situación compleja.
Macri, un empresario de 52 años, logró una amplia ventaja frente a Filmus, superando todas las estimaciones que se hicieron hasta el sábado. No sólo logró ser reelegido, sino que la contundente votación que obtuvo lo ha dejado en un pedestal bastante alto para poder influir en el ”naipe electoral” presidencial de los próximos meses hasta la elección de octubre.
El candidato oficialista reconoció su derrota, y aseguró que la presidenta Fernández había llamado a Macri para felicitarlo por su victoria.
En la primera ronda electoral, celebrada el 10 de julio, Macri obtuvo el 47,08 por ciento de los votos, frente al 27,78 por ciento de Filmus, pero esta diferencia no fue suficiente ya que la Constitución municipal establece que el jefe del Ejecutivo debe ser elegido por más de la mitad de los sufragios en esa instancia.
Con un peso del 8,6 por ciento en el padrón nacional, la capital argentina es el tercer mayor distrito electoral del país, detrás de las provincias de Buenos Aires (10,7 millones) y Córdoba (2,5 millones).
Macri y Filmus ya se enfrentaron por la Jefatura de Gobierno de Buenos Aires en los comicios de 2007, cuando el conservador se impuso en la segunda vuelta con el 60,7 por ciento de los votos.
Macri: "Esta es una elección local, con ascendencia nacional"
El jefe de gobierno esta mañana agradeció la "impresionante cantidad" de votos que obtuvo en el balotage; insistió en que está dispuesto a reunirse con todos los candidatos a presidente y aclaró: "No pongo condiciones para dialogar".
Macri reflexionó sobre las elecciones y dijo: "Es una elección local, con ascendencia nacional". Y entendió que el resultado electoral se debe principalmente a "lo mucho" que el PRO hizo en estos 3 años y medio de gestión.
"Agradezco esta impresionante cantidad de votos", dijo. "Esto nos conmueve y nos exige trabajar más".
Tal como sucedió después de la primera vuelta, Macri recurrió a la necesidad de la conciliación. Cuando se le consultó si él ganó por la ayuda de los medios -y el kirchnerismo perdió por culpa de los medios- , él volvió a agradecer. "Agradezco la confianza, no se cómo terminar de agradecer por toda esta confianza, por todos estos votos y estos vecinos. Lo que ganó es una forma de hacer política", dijo. Y aclaró que, según él, "los votos no son del PRO sino de los que quieren la política que respeta ley, ama la diversidad y la libertad", informó La Nación de Buenos Aires.
Por otra parte, el jefe de Gobierno volvió a hablar de conciliación y, de cara a las elecciones nacionales reconoció que es su intención reunirse con todos los sectores que se lo pidan, "incluso con la Presidenta".
"No pongo condiciones para dialogar y me gustaría escuchar a todos, lo que no quiere decir que dialogar implique terminar en acuerdos electorales", concluyó. Se despidió de los periodistas para reiniciar sus actividades: "Seguiremos tocando timbres casa por casa", se comprometió
¿Puede pesar la opinión de Macri en las presidenciales?
El Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, Rosendo Fraga, dijo que Mauricio Macri ha obtenido una victoria clara y contundente en la segunda vuelta para la elección de jefe de gobierno porteño y lo hace después de que hace tres semanas se impusiera por casi 20 puntos y una semana después de que su candidato para la gobernación de Santa Fe, Miguel Del Sel, obtuviera un éxito electoral inesperado al quedar segundo con el 35% (sólo 4 puntos detrás del candidato socialista y 13 delante del kirchnerista).
Se trata de hechos que, bien no anticipan el resultado de la elección presidencial del 23 de octubre,pero que han cambiado el clima político. Ahora comienza a plantearse que un triunfo de la oposición puede ser posible, cuando la mayoría de los encuestadores y analistas -aunque no todos- planteaba la consigna Cristina ya ganó, agregó Fraga.
Recordó que el próximo domingo se realizarán las elecciones a gobernador en Córdoba, donde ninguno de los tres candidatos principales apoya al kirchnerismo. Los cordobeses del PRO se dividen en estos comicios entre quienes apoyan al candidato justicialista enfrentado con la Casa Rosada, José Manuel De la Sota, y el radical Oscar Aguad.
Este escenario comienza a plantear dos interrogantes: ¿Macri va a usar su poder como elector? Y de hacerlo, ¿a favor de quién lo empleará?, se preguntó Fraga.
Si bien los votos no se transmiten automáticamente, el apoyo de un dirigente político a otro puede jugar un rol importante a su favor. Como ejemplo reciente, basta mencionar la clara definición en Santa Fe de Carlos Reutemann a favor de Del Sel, cuatro días antes de la elección santafecina (ver Krohne Archiv).
Fraga sostuvo que los comicios cordobeses quizás plantean las dos alternativas posibles que tendría Macri si decide apoyar algún candidato a presidente: Duhalde y Alfonsín.
Con el primero, tiene una vieja relación desde sus inicios en la política, una década atrás. En 2002, el entonces primer mandatario le ofreció la candidatura a la presidencia, ofrecimiento que finalmente declinó. Con Alfonsín, la relación es más difícil. En reiteradas oportunidades el candidato radical dijo públicamente "Mi límite es Macri", mientras negociaba con De Narváez como candidato para la gobernación bonaerense y, al mismo tiempo, pretendía que Hermes Binner fuera su compañero de fórmula.
Las primarias obligatorias no sólo serán una suerte de elección anticipada o gran encuesta verídica, sino que también representarán una especie de gran interna abierta de la oposición. Quien quede primero en ese campo, pasará a tener fuertes posibilidades de polarizar el voto contra el kirchnerismo en las elecciones del 23 de octubre. Hasta el momento, Alfonsín parece estar en esa posición y Duhalde, en segundo lugar, señaló el analista bonaerense.
Agregando que la cuestión es que si Macri -como Reutemann- decidieran apoyar públicamente al ex presidente justicialista como su candidato en las primarias obligatorias -como hizo con Miguel Del Sel-, sus posibilidades de alcanzar a Alfonsín crecen significativamente.
El jefe de gobierno porteño puede no apoyar ningún candidato el 23 de octubre y tampoco hacerlo el 14 de agosto. Hoy, más de un dirigente en el PRO se pregunta si no hubiera sido correcto que compitiera por la presidencia en 2011. Pero la pregunta que surge ahora es si dejará de lado o no la posibilidad de jugar como el elector en el campo opositor en las próximas semanas, concluyó Rosendo Fraga.
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