La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró hoy que su país no es "una isla" frente a la crisis económica internacional, pero cuenta con más reservas y mejores condiciones para enfrentarla que en 2008.
"Brasil no es una isla" que puede permanecer "inmune" ante la volatilidad internacional, pero "podemos blindar" a la economía local para evitar el contagio, dijo Rousseff al hablar en el Palacio del Planalto.
La mandataria analiza una serie de medidas para recortar el gasto público, mientras el ministerio de Trabajo anunció hoy que cayó en un 14 por ciento el número de empleos creados entre enero y julio, frente a igual período de 2010.
"Vamos a enfrentar la crisis" a través de un plan de "crecimiento responsable", aseguró la mandataria al lanzar un plan de educación que incluye la creación de cuatro universidades federales.
La crisis "nos encuentra más robustos", pues Brasil cuenta con más reservas (350.000 millones dólares) que en 2008 y están en marcha los programas Mi Casa y Mi Vida, de viviendas populares, y el PAC II, de obras públicas, agregó.
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