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viernes, 19 de agosto de 2011

El mundo del cine llora la desaparición de uno de sus grandes genios: Raúl Ruiz 

Para algunos especialistas,  el director de cine Raúl Ruiz, fallecido a la edad de 70 años esta mañana en París como consecuencia de una infección pulmonar, fue la estrella o el genio olvidado en vida, especialmente en Chile donde el público local no ha sido un insistente buscador de la obra dejada por el cineasta a través de una larga y complicada trayectoria que comenzó en 1963 con el cortometraje “La maleta”, film que fue recien estrenado 45 años después en el Festival de Cine de Valdivia en el 2008.

El portal emol.com señala que la obra de Ruiz quedó reservada para pequeños círculos de privilegiados y da como ejemplos también los casos de las producciones "La expropiación" , "Diálogos de exiliados" y también "Palomita blanca", esta última tardó décadas en tener un estreno comercial formal en Chile, pero en este caso hubo un motivo: la dictadura.

La muerte de Raúl Ruiz sorprendió a Chile y a todo el mundo como no podía ser de otra manera. Desde luego, los principales diarios del mundo publicaron la noticia de inmediato en sus respectivos portales, con comentarios anexos.

El diario inglés The Guardian describe su obra de “imaginaria barroca, humor extraño y tramas laberínticas. “Screen Daily”, la revista británica especializada, destaca la faceta docente en Harvard y en otras universidad internacionales de Ruiz. "Variety" comenta que Ruiz "intentó poner a la par el cine y la literatura". El diario galo "Le Figaro" resalta que realizó "docenas de películas durante una carrera en la que el artista siempre estuvo comprometido". En "L'Express" lo define como "un cineasta iconoclasta". "Paris Match" destaca su faceta “más surrealista y experimental".

Una vida dedicada al cine

Ruiz nació en Puerto Montt en el año 1941 y desarrolló en Francia y en Portugal gran parte de su carrera. Tras desempeñarse como guionista de televisión, comenzó como cineasta en 1968 con su primer largometraje Tres Tristes Tigres. En total realizó 113 películas en 48 años de carrera.

Militante del Partido Socialista, el cineasta logró destacar con su obra en la ápoca en que Salvador Allende fue elegido presidente de Chile en 1970, época en que su trabajo consistió principalmente en documentales por encargo, pero también en obras de ficción como Palomita Blanca, una de sus películas más recordadas en esa época, cuando también contrajo matrimonio con la cineasta Valeria Sarmiento.

Con el golpe militar en 1973 se acabo su carrera en Chile, viajando a Francia donde vivió por más de 30 años en la ciudad Saint George-Paul de París.

A poco tiempo de radicarse en Francia realizó una de sus películas más relacionadas con la realidad chilena: Diálogo de Exiliados (1974). Este largometraje cambió un antes y un después en su creación cinematográfica, ya que dejó de lado lo costumbrista e irónico, dando paso a narraciones complejas jugando con el tiempo y espacio.

En Francia desarrolló una prolífica carrera, dado que ese país le permitió concretar diversas obras, como La Vocación Suspendida (1977), Coloquio de Perros (1979) y La Hipótesis del Cuadro Robado (1979). Mientras que en 1982 realizó Las Tres Coronas del Marinero, considerada por muchos como su mejor filme. Luego, filmó con actores como Catherine Deneuve y Marcello Mastroianni. Después de la dictadura visitó esporádicamente el país, sin demostrar su intención de retorno.

En los años 80 y 90 dirigió con productores franceses, estadounidenses y portugueses hasta tres películas por año. Mientras que en 2010, tras el fin de sus proyectos con Televisión Nacional de Chile, Ruiz terminó de filmar "Los misterios de Lisboa", pero ya estaba enfermo de un cáncer hepático, justo en el año en que ganó la Concha de plata al Mejor Director del Festival de Cine de San Sebastián. Actualmente se encontraba trabajando en el montaje de un largometraje rodado en Chile el pasado abril, "La noche de enfrente".

Ruiz siempre habló en sus películas sobre Chile. O sobre la chilenidad. Desde el momento en que se convirtió en un cineasta "francés", inició una frenética productividad que ha tenido pocos parámetros en la historia del cine. Filmaba sin parar, y en Chile su obra permanecía oculta. Cuando Cahiers du Cinema le dedicó un número entero a su trabajo (1983), la incredulidad local fue completa: era el mismo reconocimento que antes habían recibido Serguei Eisenstein, Jean-Luc Godard, Orson Welles y Alfred Hitchcock. Y entre ellos este chileno del que no sabemos casi nada, dijo el portal emol.com.

Tristeza de Sarkozi

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, manifestó hoy su tristeza por la muerte del cineasta chileno Raúl Ruiz, quien vivía en Francia, y a quien describió como un "digno heredero de Lumière". "Es en Francia que este contador de historias sin par dirigió gran parte de una obra que apeló a todos los géneros cinematográficos, a la vez barroca y audaz, marcada tanto por los films de la Nouvelle Vague como por las novelas de Stevenson, Balzac, Giono, Proust - o hasta sus 'Misterios de Lisboa' -su última obra- una zambullida laberíntica en la sociedad lusitana", afirmó Sarkozy

Asimismo, el mandatario describió al director de películas como "Tres tristes tigres" (ganadora del Leopardo de Oro en el Festival de Locarno en 1963) y "Palomita blanca" como "un creador cuya implicación en los combates de su siglo se alimentaba de una inmensa erudición y de una infinita curiosidad".

El productor portugués Paulo Branco será el encargado de impulsar "As Linhas de Torres", el último proyecto del cineasta Raúl Ruiz, fallecido hoy en París, que aborda el tema de las invasiones francesas en Portugal. En declaraciones a varios medios portugueses, Branco, productor del último filme de Ruiz, "Misterios de Lisboa" (2010), explicó que la cinta estaba en proceso de preparación, aunque recordó que el director chileno dejó "todas las indicaciones" para llevarla hasta el fin.

Ruiz trabajó intensamente en Portugal, donde rodó "Misterios de Lisboa", basada en una novela del escritor luso Camilo Castelo-Branco (1825-1890) y recientemente estrenada con éxito. La película se ocupa de la vida de Pedro da Silva, un huérfano de 14 años cuya historia acaba mezclándose con la de varios personajes. Así se sumerge en la historia portuguesa para crear un filme de 272 minutos, elogiado por críticos, premiado en Francia -con el Louis Delluc-, Sao Paulo y San Sebastián. Y jamás estrenado en Chile, en ningún tipo de formato.

Trabajo en Chile fueron la base de su carrera

Los primeros trabajos realizados en Chile fueron la plataforma de su despegue en Europa. Ya radicado en Francia, su filmografía fue creciendo como pocos realizadores en la historia han podido contar. Nunca pasó un año sin que una nueva película de Raúl Ruiz -como mínimo- llegase a alguna pantalla europea, una abundancia de celuloide que mantenía una altura artística celebrada por críticos y en festivales. Pese a que en 1969 había obtenido el Leopardo de Oro en Locarno por "Tres tristes tigres", su carrera europea comenzó a ser celebrada en 1980 con el premio César al mejor cortometraje por "Coloquio de perros", iniciando el recorrido de estatuillas que aumentaría con el pasar de los anillos.

Ningún otro cineasta chileno ha logrado competir en las máximas categorías de los festivales de Venecia, Cannes -cuatro veces- y Berlín. El ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke anunció que el Gobierno decretó duelo oficial por el deceso del cineasta.

Lo que dijo el diario francés Liberation Next
(En idioma original)


Mort du cinéaste Raoul Ruiz

Par LIBÉRATION.FR

Né au Chili il y a soixante-dix ans, Raoul Ruiz s'était exilé en France à l'avènement de la dictature, en 1973.

Raoul Ruiz en 2003 au festival de Cannes

Le cinéaste franco-chilien Raoul Ruiz est décédé vendredi matin à l’âge de 70 ans, à Paris, des suites d’une infection pulmonaire, a annoncé son producteur François Margolin. «C’était non seulement un ami mais un des plus grands cinéastes vivants, qui avait une oeuvre considérable, qui restera avec évidence dans l’histoire du cinéma», a-t-il déclaré.

L'an dernier, le réalisateur avait reçu le prix Louis-Delluc, souvent présenté comme le «Goncourt du cinéma», pour son film fleuve (4h26) Mystères de Lisbonne, centré sur la vie de l'aristocratie lusitanienne.

Il sera inhumé au Chili, a annoncé le ministre chilien de la Culture Luciano Cruz-Coke. «Son corps sera enterré au Chili conformément à sa volonté», a déclaré le ministre.

Né le 25 juillet 1941 au Chili, le réalisateur, qui s'était exilé en France à l'avènement de la dictature dans son pays en 1973, avait tourné plusieurs dizaines de films lors d'une carrière où l'artiste était toujours resté engagé.

Une œuvre considérable

«Il était en train de finir le montage d'un film qu'il avait tourné sur son enfance au Chili. Et par ailleurs, il préparait un autre film au Portugal sur une bataille napoléonienne célèbre. Il devait y avoir Melvil Poupaud», a précisé son producteur.

«C'était une personne venue d'une autre époque, qui connaissait tout sur tout, d'une culture immense à tous points de vue, et qui était à cheval entre deux pays, le Chili et la France. Il aimait le mélange de ces diverses cultures. Il a fait des films dans différents pays du monde. C'était sans doute un des plus grands esprits, même au-delà du cinéma, de l'époque actuelle», a-t-il ajouté.

Son œuvre foisonnante et innovante sur le plan formel est à la fois intellectuelle, onirique avec une influence nette des romanciers d’Amérique latine comme Gabriel Garcia Marquez ou Jorge Borges, et ludique. Il avait notamment tourné Trois vies et une seule mort en 1995, l’un des derniers rôles de Marcello Mastroianni qui y interpète un personnage aux multiples personnalités. Sélectionné à Cannes, le film contribua à le faire connaître sur la scène internationale.

Ruiz a révèlé le comédien Melvil Poupaud, en lui offrant son tout premier rôle au cinéma dans La ville des pirates (1984) avant de lui offrir des rôles dans une dizaine de films, parmi lesquels Dans un miroir (1986) ou Généalogies d’un crime (1997).

Un artiste engagé

Le cinéaste a également signé plusieurs adaptations de romans dont Le temps retrouvé en 1998, d’après Marcel Proust, avec Catherine Deneuve dans le rôle d’Odette et John Malkovich en baron de Charlus, puis La maison Nucingen d’après Balzac, avec Elsa Zylberstein.

Le réalisateur chilien devait tourner à la rentrée, un nouveau long-métrage intitulé, Débâcle, un récit de la bataille de Buçaco au Portugal en 1810, réunissant Léa Seydoux - déjà à l’affiche dans son dernier film -, Mathieu Amalric, Malik Zidi, Melvil Poupaud, Marisa Paredes et John Malkovich. Raoul Ruiz était marié à Valeria Sarmiento, réalisatrice et monteuse chilienne. Le cinéaste avait à son palmarès pas moins de 117 films.

Lo que dijo The Guardián de Londres
(En idioma original)


Raúl Ruiz obituaryChilean-born film-maker who became the darling of the French avant garde

Raúl Ruiz remained an exiled film-maker in search of a home. Photograph: Vincenzo Pinto/AFP/Getty Images

Raúl Ruiz, the Chilean-born film director who has died aged 70 after suffering a lung infection, held audiences with his glittering eye for more than 40 years. Baroque imagery, bizarre humour and labyrinthine plots made his elusive and allusive oeuvre unlike anything else in contemporary cinema.

Although most of his films were made while he was an exile in France, his work was part of the fabulist tradition that runs through much Latin American literature, such as the writings of Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges and Alfonso Reyes. Ruiz liked to quote the Cuban surrealist writer José Lezama Lima, who stated that the task of the poet is "to go into a dark room and build a waterfall there".

Born in Puerto Montt, in southern Chile, Ruiz studied law, theology and theatre before becoming a prolific avant-garde playwright. His first feature, Tres Tristes Tigres (Three Sad Tigers, 1968), follows a group of louche, lower-middle-class characters who are neither proletarian nor part of Chile's Europeanised bourgeoisie. The ironic, experimental film, whose title was based on a local tongue-twister, was influenced by the Nouvelle Vague and won the Golden Leopard at the Locarno film festival.

Ruiz and his fellow directors Miguel Littin, Aldo Francia and Helvio Soto made up Chile's brief "new wave" during that creative period just before and during the presidency of Salvador Allende. Ruiz's La Colonia Penal (The Penal Colony, 1970), a bitterly ironic version of Kafka's story, concerned torture and military dictatorship, foreshadowing what was soon to happen in Chile. In 1971-72 Ruiz was a film adviser to the Socialist party in Allende's coalition, but was forced to flee the country during the coup d'etat of 1973. The last film he made before leaving was Palomita Blanca (Little White Dove, 1973), based on a rightwing novel. "Obviously, what intrigued me was to offer a sort of critical reading of the novel, to deconstruct it in some sense," he said. "After Pinochet came to power, the film was held up for a long time."

Diálogos de Exiliados (Dialogues of Exiles, 1975), Ruiz's first film shot in France (over three weeks), was a low-budget semi-documentary on Chilean exiles in Paris, inspired by Bertolt Brecht's Refugee Conversations. It took a further three years before he became the darling of the French avant garde with L'Hypothèse du Tableau Volé (The Hypothesis of the Stolen Painting, 1978). In this film, an art collector guides an unseen interviewer around six paintings by Frédéric Tonnerre in an attempt to solve the mystery of a missing seventh painting. Ruiz's intriguing meditation on the possibilities and limitations of the pictorial in the cinema is also a detective story with clues and a solution.

Ruiz continued to explore a range of narrative possibilities with Les Trois Couronnes du Matelot (Three Crowns of the Sailor, 1982) and La Ville des Pirates (City of Pirates, 1983). The former is a delirious surrealist fantasy involving a murderous child, a dreamy girl who might be his mother, a pirate who keeps her prisoner on a rocky island, incestuous relationships, a castration and a rape. In the latter film – his first to get a theatrical release outside France – a student, after committing a murder, is persuaded to spend the night listening to a drunken sailor's tales of brothels, Latin American ports and a ship with a ghost crew. This mixture of The Ancient Mariner, Orson Welles and Ruiz's own distinctive voice makes for a film that takes one, like the haunted sailor, off the beaten track.

These films led naturally to Ruiz's Treasure Island (1985), a singular interpretation of Robert Louis Stevenson's novel in which Jim Hawkins is played by Melvil Poupaud, who made a dozen films with Ruiz. The director moved on to classic Spanish drama with Mémoire des Apparences (Life Is a Dream, 1986), in which a Chilean revolutionary returns secretly to his home country, recalling that 10 years earlier he had memorised the names of 1,500 members of an anti-junta movement. The film incorporates some scenes from a drama by Pedro Calderón de la Barca which Ruiz had staged at Avignon.

The Golden Boat (1990) was his first film made in the US. With the help of actors from the Wooster Group, and cameos by the directors Jim Jarmusch and Barbet Schroeder, Ruiz turns a bemused eye on the interactions of a group of characters in New York, where violence seems the sole manner in which people communicate.

It was around this time that Ruiz, who always made the most of the slender resources at his disposal, was given bigger budgets and bigger stars. For L'Oeil Qui Ment (Dark at Noon, 1992), one of his many films shot in Portugal, he used an Arriflex 535, which he called "the Rolls-Royce of cameras". As he explained: "I'm used to working in 16mm and then processing the images almost as ideograms with two or three pieces of information per frame." In the film, which Ruiz considered not far from Monty Python, John Hurt plays both a wicked marquis and a manufacturer of prosthetic limbs.

In the metaphysical comedy Généalogies d'un Crime (Genealogies of a Crime, 1997), Catherine Deneuve, as a lawyer, imagines herself to be the murder victim of the young man she is defending. Deneuve then appeared as Odette in Le Temps Retrouvé, Ruiz's fairly faithful 1999 interpretation of Proust's Time Regained. In Comédie de l'Innocence (The Comedy of Innocence, 2000), Isabelle Huppert starred as a woman whose 10-year-old son tells her that he has another name and another mother – a further exploration of parallel realities.

Ruiz was now making an average of three films a year, varying from video to 35mm, cheap to expensive. Cofralandes, Rapsodia Chilena (Chilean Rhapsody, 2002) was a personal exploration of his homeland using a digital camera in a rigorous yet playful manner. This dream-Chile is shown through the eyes of three travellers, while the Chilean narrator (Ruiz) rediscovers the strange country that is his birthplace. There was always the sense that Ruiz remained an exiled film-maker in search of a home, whether in France, Portugal or even Chile.

One of his most ambitious projects was Mistérios de Lisboa (Mysteries of Lisbon, 2010), based on the episodic novel by the 19th-century Portuguese writer Camilo Castelo Branco. The turning and twisting narrative of this four-and-a-half-hour film stretches through three generations and as many countries, all controlled by Ruiz's flowing digital camerawork. At the time, it was thought that Ruiz, who had been a heavy drinker and smoker for many years, would never complete his magnum opus, but he was aided by an operation for liver cancer. This also allowed him enough time to shoot La Noche de Enfrente (The Night in Front), adapted from a work by Hernán del Solar, in the country in which he was born and never really left spiritually.

He is survived by his wife, Valeria Sarmiento, who edited many of his films.

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