LA CHILENA "HUACHIPATO" Y EL DUMPIMG CHINO

Por Martín Poblete

Las prácticas comerciales predatorias de las empresas exportadoras de la República de China  son parte del escenario financiero y mercantil global.  Algunos países con la capacidad de hacerlo, les han impedido entrar a rajatabla mediante competencia desleal, es el caso de Estados Unidos, Gran Bretaña, Europa (Unión Europea), Corea del Sur, Japón, para nombrar a los más notorios.   

Un caso interesante es el de Australia, no podríamos llamarlo vecino, el Océano Pacífico es muy grande y las distancias enormes, pero compartimos intereses en el Pacífico Sur.   Los australianos observaron las prácticas predatorias de las empresas chinas y pidieron al gobierno de ese país conversar el asunto.  China no sólo rehusó concurrir a la mesa de conversaciones, de manera unilateral dio por terminado el acuerdo de importación de vinos australianos, a su vez Australia rechazó peticiones de operar presentadas por varias empresas chinas mientras gradualmente sacaba de su territorio a las que ya estaban.   Pero el asunto tenía otras implicancias, de carácter geopolítico según la lectura de los gobernantes australianos.

Bajo presión de numerosas ONG's anti nucleares y sus conecciones con partidos de izquierda y centro izquierda, la Marina de Australia optó por adquirir ocho submarinos convencionales en Francia para renovar su obsoleta flota construída en Gran Bretaña en las décadas de 1970 y 1980. El conflicto comercial y político con China obligó a revisar los planes, se canceló el acuerdo (estaba en su fase final) con Francia, y luego de contactos de la más alta confidencialidad desarrollados en Londres, la Marina de Australia optó por adquirir ocho submarinos nucleares, dos construídos en Gran Bretaña y seis en Estados Unidos, en decisión transversal apoyada por los partidos Conservador, Liberal, y Socialista (Laborista como en el Reino Unido); los farsantes y saltimbanquis del "lobby" anti-nuclear fueron puestos en salva sea la parte.   Australia, país civilizado, está mandando un mensaje de largo plazo, no se dejará chantajear por China.

Chile carece de las relaciones internacionales con altos niveles de mutua confianza, y del peso específico de Australia.   Para nosotros, las prácticas predatorias de las empresas exportadoras chinas son un dato ineludible, tenemos relaciones de dependencia respecto de las exportaciones de nuestro sector agropecuario a la República China; sin embargo, es necesario fijar límites cuando las consecuencias de aceptar la destrucción de un sector productivo y su empresa símbolo, conllevan aspectos sociales cuyas implicancias no se pueden ignorar.

Huachipato tiene 22.000 mil trabajadores.  En sus niveles profesional, técnico, y personal, paga salarios superiores al promedio de los demás asalariados de la Octava Región.  Su operación tiene considerable influencia en el ámbito circundante, un eventual cierre traería consecuencias desvastadoras para las pymes, el comercio detallista, numerosos sectores productivos  y de servicios vinculados a las operaciones de la siderúrgica, con repercusiones en el sector inmobiliario.   Surge la pregunta, es viable Huachipato al día de hoy?   En las actuales condiciones, probablemente no.

Pareciera inevitable una auditoría en extensión y profundidad, revisar en detalle los costos y gastos, todos los contratos de servicios, la estructura de transportes, los aspectos financieros de la operación.  Los trabajadores, en sus tres niveles, no pueden pretender que se mantengan los actuales beneficios, deberán ser revisados a la baja;  si bien debe hacerse un esfuerzo por mantener el salario que el trabajador lleva a su casa, es probable que alguna revisión sea indispensable.   Un dato importante del cual poco o nada se habla, si ya se dispuso el enfriamiento del alto horno este procedimiento demora tres meses, en ese caso el cierre no habría ya manera de evitarlo.  Tiempos difíciles para lo que va quedando de industria nacional.