Tras el desastre ocurrido en la ciudad de Rosario (en Santa Fé) el Goberno argentino creó esta semana la Unidad Antimafia para combatir severamente a las bandas de narcotraficantes que también afectan seriamente en Argentina igual que en Chile y varios otros países latinoamericanos.
Esta nueva unidad de seguridad de "alta gama" nació en medio del operativo en conjunto contra los narcos en Rosario.
La iniciativa fue planteada por la ministra de seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, y consiste en concentrar el poder de fuego en el marco de una unidad, siguiendo modelos extranjeros.
La ministra firmó una resolución a través de la cual creó la "Unidad
Antimafia" con la que espera
conformar una fuerza multidisciplinaria para promover un abordaje integral del combate del crimen
organizado mafioso.
El nuevo organismo, que nace en medio del operativo en conjunto con Defensa, la provincia de Santa Fe y la ciudad de Rosario, contra los narcos, se enmarca en el ámbito de la Secretaría de Lucha Contra El Narco y la Criminalidad Organizada del ministerio con un titular a designar por Bullrich en los próximos días.
La denominada Unidad Antimafia estará integrada por un Grupo Especial de Investigaciones Antimafia (GEIA) y una Mesa de Evaluación de la Criminalidad Organizada de la Acción Mafiosa (MECOAM) que buscará coordinar las estrategias de prevención e investigación.
¿Qué pasa en Chile?
En Chile, sin embargo, la situación del combate a los narcos sigue en situación de "diálogo".
En Radio Cooperativa el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, entregó su respaldo al trabajo realizado por las policías y aseguró que el uso de militares para control público solamente las "debilitaría".
Vergara planteó que "si hay un factor que marca es lo que ocurre durante y post pandemia, que hay una contracción del Estado, que aumenta su presencia para fiscalizar, hay militares en las calles, pero a pesar de eso crecen los espacios de ilegalidad de tomas, crecen los delitos violentos y los homicidios, en un 20 por ciento los homicidios, y hay factores que demuestran que esa robustez que vimos del Estado, en toques de queda, para controlar los permisos, se transformó en una profunda ausencia en otras materias".
"La evidencia a nivel mundial y a nivel latinoamericano nos muestra que en conflictos de carácter social o criminal en su complejidad, ni la presencia de militares sirve para disuadir ni tampoco para resolver el conflicto mismo, sino que son las policías las que tienen la capacidad mayor", añadió
La autoridad sostuvo que "en agosto de 2023 nosotros presentamos un proyecto para infraestructura crítica, que tiene un apoyo y que se ha trabajado con equipos de asesores de manera bastante transversal, es parte del compromiso de la seguridad pública y tiene la urgencia que el gobierno se comprometió. Eso es para el resguardo de infraestructura crítica y no para que los militares o las Fuerzas Armadas ingresen a un barrio que presenta grados de complejidad e incluso donde el crimen organizado pueda estar presente".
"El camino para fortalecer las instituciones en materia de criminalidad es fortalecer las policías y además la evidencia además muestra que cuando los países toman la decisión de incluir a las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública se hace evidente que de cierta manera quitan la fuerza con la que los mismos Estados pueden haber estado potenciando a las policías", recalcó.
Vergara añadió que "el camino correcto es fortalecer las policías, más que esperar sustituirlas, y lo que hemos visto en otros países es que cuando las Fuerzas Armadas asumen este tipo de tareas terminan por debilitar a las policías".
O sea en Chile seguimos igual que antes, también en el plan de incautación de armas de fuego que se usan diariamente en los incidentes causados por el crimen organizado.
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