EE UU (*)
DONALD TRUMP Y LA DIPLOMACIA
Por Martín Poblete
DONALD TRUMP Y LA DIPLOMACIA
Por Martín Poblete
Pasado ya un mes desde que asumió el 24 de enero, el Presidente Donald Trump solamente ha nombrado al Secretario de Estado Rex Tillerson dejando por el momento acéfalos otros altos cargos que son fundamentales para el buen funcionamiento de la diplomacia estadounidense.
Así continúan vacantes los cargos adjuntos de
mayor rango, Subsecretario de Estado, y los dos que le siguen, Subsecretario de
Estado para Asuntos Políticos y Subsecretario de Estado para la Economía y los asuntos financieros. Y además,
siguen pendientes todos los nombramientos de rango intermedio, es
decir, los secretarios adjuntos regionales y sectoriales.
No faltarán quienes vean en esto solamente algo
de negligencia acompañada de una pizca de ineptitud, en el manejo de una
frondosa burocracia ya que en realidad, el asunto tiene sus implicancias y
consecuencias mas allá de la gobernabilidad.
El Secretario de Estado Tillerson estuvo ausente de dos importantes
reuniones del Presidente Trump en la Casa Blanca, con el Primer Ministro
canadiense Justin Trudeau, y con el Primer Ministro israelí Benjamín
Netanyahu. Según el propio Tillerson, estaba ocupado leyendo
documentación (briefings) y preparando su viaje a Europa, tareas de las cuales podría haberse aliviado, al menos en parte, si hubiese nombrado antes a algunos de los funcionarios que aún faltan por designar.
Igualmente estuvo ausente de reuniones
presidenciales en la Casa Blanca, en las cuales se ratificó la decisión de
revisar el Tratado NAFTA, y se puso término a cincuenta años de política de
Estados Unidos respecto de la cuestión de Palestina.
La segunda mitad de la semana recién pasada fue testigo del
desplazamiento a Bruselas y otras capitales europeas, de Rex Tillerson, del
Secretario de Defensa General (R) James Mattis, y del Vicepesidente Mike
Pence, cuya misión principal era suavizar asperezas generadas por declaraciones
del Presidente Trump antes y luego de asumir, especialmente durante su
conferencia de prensa conjunta con la Primera Ministro Theresa May como también dar
seguridades a los líderes europeos del compromiso de Estados
Unidos con la OTAN; y de un calificado si bien positivo apoyo a la Unión
Europea.
El tiempo dirá si esas gestiones consiguieron tranquilizar
los ánimos. No puede ignorarse un punto en el cual persisten
serios desacuerdos, la demanda de Estados Unidos a sus aliados europeos de
cumplir con elevar el gasto militar al 2% de su PIB; los
mas altos jerarcas europeos, Jean Claude Jungker y Donald Tusk, expresaron su
desacuerdo con la exigencia americana, para ellos la seguridad en Europa no
pude limitarse al gasto militar. Mike Pence replicó exigiendo
a los miembros europeos de la OTAN hacer su parte en el asunto del 2% de gasto militar: "El
Presidente de Estados Unidos espera de sus aliados el cumplimiento de su
palabra y de su compromiso".
En una interesante variable, el ministro de relaciones exteriores
de Rusia, Sergei Lavrov, resultó ser el mas provocativo con su propuesta de
"la OTAN es una reliquia de la Guerra Fría. Espero optemos
por crear un orden mundial democrático y mas justo, un orden mundial
post-Occidental".
El vicepresidente Mike Pence respondió recordando
a Rusia sus obligaciones en el Acuerdo de Minsk de 2015, para terminar el
conflicto armado en Ucrania Oriental.
(*) Las opiniones de los columnistas no representan necesariamente las de KRADIARIO ni tampoco de su editor que abren sus páginas a todo tipo de ideas y pensamientos como defensores permanentes de la libertad de expresión.
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