CORREOS DE CHILE: DOLORES DE CABEZA
CAUSÓ CARTA EXPRESO. SERVICIO NO ESTA
A LA ALTURA DE LO QUE QUIERE SER EL PAIS
Por Walter Krohne, periodista colegiado
Pensé que era verdadero eso que dicen algunos políticos que las “instituciones funcionan”, pero me equivoqué o me percaté de una realidad totalmente distinta cuando tuve la necesidad de recurrir a Correos de Chile para enviar una carta urgente al Commerzbank de Hamburgo, en Alemania.
Llegué con mi carta a una oficina postal para despacharla. Le pregunté a la funcionaria que cuál era la vía más rápida que el Correo ofrecía como servicio. Ella me explicó que la carta expresa, que tardaba entre 2 y 4 días hasta la ciudad de Hamburgo, era el más adecuado. Me aclaró sí que el precio por este envío era bastante elevado. Sin embargo, como no tenía otra posibilidad accedí a pagar $23.170 por el mismo.
La funcionaria añadió que el pago me daba derecho de poder controlar mi envío vía Internet, en la página web de Correos de Chile, hasta que el sobre fuera entregado en Hamburgo.
Para resumir, mi sorpresa fue grande cuando pasaban y pasaban los días y semanas y el documento no era entregado en la oficina bancaria hamburguesa. Comencé a hacer las averiguaciones del caso, porque la página web no funcionó nunca. Cada vez que me comunicaba por teléfono con Correos de Chile me atendía un funcionario distinto y de muy malas ganas me decía simplemente que “su carta no ha llegado a su destino” y no sé exactamente donde está en estos momentos.
Mi frustración era tremendamente grande. Un día, durante la cuarta semana, me telefoneó a mi casa la funcionaria, señora Soledad Lisboa Molina, agente de soporte del Servicio al Cliente Courier (Gerencia de Negocios Internacionales) quien me solicitó que le diera un número de teléfono de la oficina del Banco Commerzbank de Hamburgo para proceder a entregar la carta. Le di lo solicitado, a pesar que todos esos datos ya los había entregado el día en que contraté el servicio, el 25 de febrero de 2010, lo que me revelaba una ineficiencia muy grave del Servicio Correos de Chile (Todos los datos quedaron estampados en la Boleta SC-600307530-CL).
A pesar de este llamado telefónico, la carta continuó desaparecida y finalmente fue entregada el día 25 de marzo de 2010, es decir un mes después de haberse contratado el servicio.
He tenido pérdidas importantes con este envío, ya que el documento que iba al interior del sobre era la confirmación notarial de una transacción bancaria por un monto que disminuyó en su monto a raíz de la demora (por cambiar en un mes la relación euro-peso), lo que me causó gran perjuicio (esto no debería haber ocurrido si la carta hubiese llegado en cuatro días como se me dijo). Cuando le expliqué a la funcionaria Soledad Lisboa Molina que estimaba justo que al menos me devolvieran el dinero cancelado, a pesar que el daño correspondía en realidad al pago de una indemnización, me resopondió simplemente y sin avergozarse que “Correos de Chile no respondía por atrasos en la entrega de correspondencia".
¿Cómo es posible, me pregunto, que Chile, que desea ser un país moderno, no tenga un buen y eficiente servicio de Correos? Lo que hay actualmente no sirve, porque no brinda la confianza necesaria que debe existir cuando se envía correspondencia, especialmente documentos delicados y de negocios.
Es una lástima tener en Chile una gestión postal que sirve poco o nada.
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