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viernes, 18 de julio de 2025

EL DESTINO DE BOLSONARO EN BRASIL ESTÁ ENTRE LULA Y TRUMP



El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro afirmó esta semana en las afueras del Senado que “enfrentará el juicio” en su contra por supuestamente liderar una trama para subvertir el orden democrático tras perder las elecciones presidenciales de 2022.

No tengo alternativa”, declaró ante un grupo de periodistas reunidos alrededor de un atril improvisado. La Procuraduría General de la República lo acusa de cinco delitos, entre ellos intento de golpe de Estado, con penas que podrían superar los 40 años de prisión.

Bolsonaro , de 70 años, negó cualquier vínculo con los hechos del 8 de enero de 2023 —cuando miles de sus seguidores irrumpieron violentamente en la sede de los tres poderes del Estado en Brasilia— y aseguró que su proceso judicial responde a un intento por apartarlo de la vida política.

No hay nada que me vincule a esos actos”, repitió. “Ellos quieren eliminar a un líder de la derecha conservadora de América del Sur de las elecciones del año que viene. Saben que, si me presento, gano”.


La investigación federal apunta a que Bolsonaro no solo alimentó durante meses el mito del fraude electoral, sino que encabezó una estrategia para invalidar el resultado de los comicios de octubre de 2022, que consagraron a Luiz Inácio Lula da Silva como presidente. La Policía Federal y la Fiscalía sostienen que el ex mandatario intentó ejecutar un plan de seis etapas para revertir su derrota por medios ilegales. Entre esas etapas se incluye la elaboración de un decreto que anulaba el resultado electoral y convocaba nuevas elecciones bajo control militar.

El plan está en un documento hallado en enero de 2023 en la residencia de Anderson Torres, entonces ex ministro de Justicia de Bolsonaro. Según informó la Agência Brasil y confirmó luego la Fiscalía.

Uno de los testimonios clave en la causa es el del teniente coronel Mauro Cid, ex ayudante de Bolsonaro, quien admitió ante la Policía que el entonces presidente revisó y modificó personalmente el texto del decreto. Cid también entregó a la justicia mensajes, documentos y audios que vinculan al círculo íntimo del ex presidente con la organización logística y financiera de las manifestaciones del 8 de enero. Aquel domingo, miles de simpatizantes bolsonaristas, movilizados por redes sociales y grupos de Telegram, asaltaron el Congreso Nacional, el Palacio del Planalto y el Supremo Tribunal Federal.

El ataque, que muchos compararon con el asalto al Capitolio en Washington dos años antes, dejó un saldo de más de 1.400 detenidos y daños millonarios al patrimonio públicoLas imágenes recorrieron el mundo: vidrios rotos, obras vandalizadas, oficinas saqueadas y banderas brasileñas ondeando entre escombros. El Supremo Tribunal Federal (STF), encabezado por el juez Alexandre de Moraes, calificó los hechos como una “tentativa de abolición violenta del Estado democrático de derecho”.

Desde entonces, la justicia ha condenado a 643 personas por diversos delitos, incluyendo asociación criminal armada, daño calificado, deterioro de patrimonio protegido, y tentativa de golpe de Estado.

Según documentos presentados por la Fiscalía, la protesta no fue espontánea: hubo financiamiento, organización y apoyo logístico desde dentro y fuera de Brasilia. 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado al actual mandatario brasileño, Lula da Silva, que en caso de no liberar a Bolsobnaro le aplicará altísimos aranceles a todos los productos brasileños de exportación.

 

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