Investigación profunda
DONALD TRUMP TIRARÁ EL
MANTEL PARA SALVAR EL IMPERIO
Por Mario Briones R.
La presentación del martes 28 de Febrero del
presidente Donald Trump ante el Congreso Norteamericano, fue una formalidad sin
grandes estridencias, lo cual hizo leyendo un discurso de menos de una hora, en
un tono menos agresivo, lo que da cuenta de su baja en las encuestas y la
resistencia interna lograda. Volvió a reiterar su agenda nacionalista, su
deseo de limitar la inmigración legal, la promesa de reducir los impuestos, su
obsesión por construir una muralla en la frontera con México, la eliminación de
regulaciones, el Obamacare y la reconstrucción vial.
El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer
resumió así lo que dijo, "Sus discursos son populistas. Están dirigidos a las personas
que trabajan y que lo apoyaron. Pero su gobierno y lo que hace es de
extrema derecha, favoreciendo intereses particulares sobre la clase obrera. El
Senador Schumer agregó, “el plan que los asesores del presidente han
levantado, implica 82 centavos por cada dólar que va a los financieros, que
dejaría muy poco dinero para construir carreteras y requeriría peajes para
pagar los prestamistas privados”.
Lo que está ocurriendo hoy en Norteamérica, es un sentimiento optimista
irradiado por los inversores, la banca, los grandes empresarios y el mercado
bursátil, que expresan alegría por un programa elaborado para la extrema
derecha. Desde su elección en Noviembre, las acciones han subido de precio, un
dato en sintonía con el sector más rico del país, que lo sintetiza el Jefe de
Largo Plazo de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, quién cree firmemente que la falta
de crecimiento de Estados Unidos, se debe a las regulaciones y a los impuestos,
que eliminará Donald Trump.
Se habla ya del "deep state"
Como es de suponer, políticamente las cosas no son
tan fáciles de hacer. En el gobierno ya se habla del “deep state”, el “estado
profundo”, una especie de red de funcionarios públicos que operarían secretamente
en conjunto con el “establishment” para impedir que Trump lleve a cabo sus
políticas, quien tiene una fuerte controversia con importantes medios de prensa
de Estados Unidos, con los fallos de los jueces federales por la migración, las
filtraciones de informes y documentos privados desde agencias del gobierno, la
negativa de algunos amigos o conocidos multimillonarios para asumir cargos de
alta responsabilidad y las diferencias con su propio partido.
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La gente de trabajo que apoyó a Donald Trump, al
parecer no puede distinguir lo que implican las medidas económicas que ha
propuesto el presidente. Lo concreto es que no son para ellos, son para los
multimillonarios. Lo dice el propio Senador, Chuck Schumer, de cada dólar
destinado a reparar la infraestructura de Estados Unidos, US$ 0,82 centavos
irán al sector financiero. Terminar con el programa de salud significa que
millones de personas no tendrán seguro médico. Es evidente la falta de una
visión más amplia y real de D. Trump sobre la economía y los problemas
financieros, o simplemente trata de desconocerlos en favor de sus propuestas.
En el discurso ante el Congreso, no precisó las fuentes ni los mecanismos que
empleará para financiar US$ 1 billón de dólares (Un millón de millones) del
nuevo plan de infraestructura, que describió como el "programa
de reconstrucción nacional".
La propuesta para aumentar el gasto militar
disminuyendo el presupuesto de otras agencias como protección ambiental, o los
programas de ayuda del Departamento de Estado, son recortes que tendrían que
hacerse a través del Congreso, donde se topará con la máquina demoledora del
poder legislativo, que incluso requerirá de los votos Demócratas. Todo esto
representa una gran dificultad que tomará meses o años realizar, porque desmantelar
el programa de salud de B. Obama, el “Obamacare” no se puede hacer de un solo
plumazo. El nuevo presidente ha reconocido que es muy complicado, lo que da
cuenta de su improvisación en temas vitales para la gente y el país.
Para un sector de los republicanos el aumento del
gasto militar es un desperdicio, aún cuando se trata de un monto que no es
significativo frente a las grandes magnitudes que requiere el aparato militar.
Debemos recordar que el gobierno está operando con el presupuesto bajo una ley de financiación
temporal denominada de “resolución de continuidad” que expira el 28 de abril,
acordada con el gobierno anterior. Elevar el techo de la deuda será otra gran
discusión, por lo tanto, se estima que seguirá operando el presupuesto actual
hasta el 30 de Septiembre.
El nuevo presidente de Estados Unidos es del tipo
de ejecutivo de negocios acostumbrado a salirse con la suya, a doblegar al
que tiene al frente, lo revela su tendencia a que puede manosear a las mujeres
cuando están frente a alguien poderoso o importante. Los países tienen una
dinámica muy diferente y pueden dejar de colaborar de diversas formas y jugar
en su contra. A pesar de haber bajado el tono agresivo de su discurso ante el
Congreso, eso no es significativo de nada, solo se trata de una acomodación
para una formalidad política, recomendada por sus asesores ante las fuertes
críticas internas e internacionales, además de la caída en las encuestas.
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Desequilibrios geopolíticos
Su peligrosa manera de accionar tiene
riesgos, provoca una intencionalidad que busca crear desequilibrios
geopolíticos en el mundo que puede ser consciente o inconsciente, como la
cerrada posición a favor de Israel, las críticas a Europa, su apoyo al Brexit,
o el zarpazo que le quiere propinar a México. Golpear a este último país, es el
tipico ejemplo del chivo expiatorio, diseñado dentro de su limitada visión
política, para difundir su poder e infundir miedo al resto de las naciones, sin
medir las consecuencias internas para su propio país. Algunos mandatarios están
pensando ir a conversar con D. Trump y llevarán el sombrero en el pecho, pero
están los grandes países, como China, la cual aún no es declarada como la
nación que manipula su moneda, como prometió. China tiene US$ 3 billones en
reservas y no se puede bloquear su comercio imponiéndole tasas a las
exportaciones que van a Estados Unidos. Gran parte de la producción dentro de
EE UU, requiere de partes producidas en China. Los grandes cambios industriales,
toman años realizarlos.
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No obstante lo señalado existe otra gran área que
no ha sido tocada. En Estados Unidos el sector bancario, financiero, político,
empresarial, bursátil etc., no parece considerar que Norteamérica y el mundo
están bajo una crisis sistémica. El mensaje de Donald Trump de “volver
hacer América grande otra vez”, es un regreso al pasado que lo retrata el
volver al carbón. Están destrabando la normativa de la minería del carbón, como
en la comunidad central de los Apalaches, donde el carbón es considerado el
rey. El carbón para metalurgia utilizado para fabricar acero ya
está viendo un repunte importante. En Pennsylvania se anunció que
comenzarían operaciones mineras de carbón a partir de mayo. Al igual que
la producción de petróleo del “fracking”, la mayor contaminación que veremos,
niega el cambio climático y sus efectos en todo el mundo. A la ultra derecha no
le interesa ni le importa la falta de agua, los incendios, los deshielos en la
Antártica, nada. Su frenética lucha es una convulsión obsesiva para acumular
riqueza a cualquier precio, partiendo por negar el cambio climático y las
energías alternativas.
Dijo Donald Trump en el Congreso, “Cada generación
americana pasa la antorcha de la verdad, la libertad y la justicia, en una
cadena ininterrumpida hasta el presente. Esa antorcha está ahora en nuestras
manos. Y lo usaremos para iluminar el mundo”. Existe
en Estados Unidos mucha gente decente, de alto nivel intelectual, de gran
conocimiento científico, capacidad política o social que puede elaborar la
retórica política de Trump para separarla de la manipulación, pero no ha sido
suficiente. La extrema derecha y algunos desencantados que han elegido al
actual presidente, han falsificado su propia ideología para hacer creer a mucha
gente que su problema, es el mismo que el del pueblo norteamericano. No
dicen que es imposible seguir sosteniendo el imperio con este modelo
económico neo liberal de la elite. El resultado ha sido lanzar el mayor acto de
infamia política para culpar al resto del mundo de haber cometido abuso
comercial, laboral, económico o financiero contra Norteamérica, negando sus
propias políticas aplicadas con la fuerza de las armas o de las guerras. Donald
Trump parece no tener filtros políticos o siente que es lo mismo que manejar
sus empresas, va a repetir la historia de EE UU., y lo dice, “Tenemos que
empezar a ganar guerras otra vez”. Si alguien no ha reparado en
esta frase, es el momento de hacerlo.
Ha dicho en su discurso en el Congreso, “El mercado de valores ha
ganado casi tres billones de dólares en valor desde la elección del 8 de
Noviembre, un récord”. Sobre el particular quiero mencionar unas
líneas de un informe de los economistas del banco francés Natixis, publicada el
28 de Febrero, dice, “desde mediados de los 90 la inestabilidad financiera
ha tomado una forma concreta: fases de endeudamiento excesivo, seguidas de
drásticas reducciones de deuda vía crisis".” Este proceso además va
acompañado de la aparición de burbujas en los precios de los activos y la
explosión de dichas burbujas". La mención del presidente Trump
se refiere a las ganancias del mercado bursátil, dólares que no han producido
ni un solo tornillo, sólo especulación. La mayor parte de la crisis se ha
concentrado en los trabajadores que han perdido millones de puestos de trabajo
y una caída en la demanda.
Probablemente en la reunión del 14 y 15 de Marzo,
la FED suban las tasas, pese a que los pedidos de bienes duraderos han
caído, la venta de viviendas se ha estancado y las casas pendientes de
escriturar no se mueven. La razón para subir las tasas es el IPC que ha subido
a una tasa interanual de 2.5%, es decir, inflación. Con este indicador los
ingresos reales se vuelven a estancar, si han aumentando los salarios un 2%, la
inflación de 2,5% los está regresando a zona negativa, es decir, una pérdida de
0,5% de poder adquisitivo.
A la Reserva Federal le tocará enfrentar las políticas de Trump, del
incremento de dinero con deuda destinada a financiar el "programa de
reconstrucción nacional". Será un recordatorio de que las tasas pueden
subir agresivamente, teniendo en cuenta que para prevenir un recalentamiento de
la economía debido a la inflación, las tasas deben subir mínimo diez meses
antes para que sean efectivas y controlen el desborde inflacionario de dólares.
Una información fechada en Nueva York el 23 Febrero de 2017, señala que
“el Departamento del Tesoro de Estados Unidos está estudiando la posibilidad
de emitir deuda con vencimiento a 50 y 100 años con el objetivo de aprovechar
el actual entorno de bajos tipos de interés, según aseguró este jueves el nuevo
secretario del Tesoro, Steven Mnuchin”. Es una señal de, “más de lo
mismo”, el engaño para controlar las especulaciones y seguir con el “statuo
quo” actual, chuteando la tragedia para más adelante, con deuda perpetua. Desde
la crisis de 2009 la deuda global llega a más de US$ 57 BILLONES y compromete
un PIB global que sobrepasa el 200%.
Esta esperanza que algunos norteamericanos ven en Donald Trump, es la misma que ven algunos argentinos con Mauricio Macri, o los brasileños con Michel Temer, los peruanos con Kuczynski , los franceses con la candidata ultra derechista Marine Le Pen y tal vez los chilenos, si eligen a Piñera. La extrema derecha esta urgida por tomarse el poder. Saben que la riqueza futura a explotar será menor, solo para un reducido grupo de personas, los que puedan ingresar a la elite del 5%. El resto entrará en la zona del olvido, un olvido lento. Lentitud para ser atendido en un hospital público frente a una emergencia, lentitud para conseguir empleo, lentitud para subir salarios y comprar alimentos que seguirán subiendo. Los pobres comerán más harinas y grasas que pescado o frutas y morirán lentamente asediados por las enfermedades.
Esta esperanza que algunos norteamericanos ven en Donald Trump, es la misma que ven algunos argentinos con Mauricio Macri, o los brasileños con Michel Temer, los peruanos con Kuczynski , los franceses con la candidata ultra derechista Marine Le Pen y tal vez los chilenos, si eligen a Piñera. La extrema derecha esta urgida por tomarse el poder. Saben que la riqueza futura a explotar será menor, solo para un reducido grupo de personas, los que puedan ingresar a la elite del 5%. El resto entrará en la zona del olvido, un olvido lento. Lentitud para ser atendido en un hospital público frente a una emergencia, lentitud para conseguir empleo, lentitud para subir salarios y comprar alimentos que seguirán subiendo. Los pobres comerán más harinas y grasas que pescado o frutas y morirán lentamente asediados por las enfermedades.
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La creciente divergencia de
la esperanza de vida entre los grupos socioeconómicos es un hecho, debido al
comportamiento más duro de la vida moderna. Europa Press señala que una
revisión de estudios financiada por la Comisión Europea ha revelado que las condiciones
socioeconómicas pueden condicionar la esperanza de vida y acortarla en más de
dos años. La
evidencia más reciente proviene de un estudio reciente publicado por la revista
“The Lancet”, que compara la esperanza de vida en 35 países desarrollados de
todo el mundo. Este demuestra que al nacer en los EE.UU. ya es más baja
que la mayoría de los otros países de altos ingresos y se prevé que descienda
aún más.
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Nadie debiera asombrarse, sabemos lo que nos espera como país más pobre,
es la forma que tiene la extrema derecha para salvar su neo liberalismo,
incluido el imperio, con una gran amenaza a la población mundial.
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