Este delito fue
definido como uno que a veces pasa desapercibido, como es la trata para la criminalidad
forzada.
La campaña que
realiza la OIM es lograr de una vez por todas que las víctimas de este abuso
sean protegidas y no castigadas.
En todo el
mundo las personas víctimas de trata – a menudo migrantes, jóvenes y menores –
son obligadas a cometer delitos como fraude en línea, tráfico de drogas y
robos, y en lugar de ser reconocidas como víctimas, son criminalizadas
negándoseles todo tipo de apoyo.
La trata para la
criminalidad forzada incentiva la corrupción y el delito organizado. Los
delincuentes obtienen ganancias con el sufrimiento humano en tanto que las
víctimas deben enfrentar castigos y estigmatización.
Para
desmantelar estas redes, las respuestas deben poner el foco en la
identificación de las víctimas y en una justicia centrada en los
sobrevivientes.
Los gobiernos,
la sociedad civil y los actores internacionales deben garantizar sólidos
sistemas de derivación, el apoyo de reintegración y la defensa del principio de
la no punibilidad.
La OIM y sus
asociados están comprometidos con la tarea de salvar vidas y garantizar que los
sobrevivientes sean protegidos, escuchados y apoyados, en lugar de ser silenciados.
Escuchando a
las víctimas, fortaleciendo su protección y haciendo que los tratantes asuman
su responsabilidad podremos terminar para siempre con la explotación.
A través de su
mensaje en el Día Mundial contra la Trata de Personas, la Directora General de
la OIM, Amy Pope, hizo un llamado a la acción urgente. Las víctimas deben ser
protegidas, no presentadas como criminales.
Hay que considerar y destacar que la trata de
personas constituye una de las más graves violaciones a los derechos humanos,
pues vulnera la dignidad y libertad de una persona, a la vez que afecta
seriamente su integridad física y psíquica.
Incorporado a
la legislación chilena a través de la Ley N° 20.507 del año 2011, este delito de trata de personas consiste en
captar, trasladar, acoger o recibir a una persona mediante violencia o engaño,
para someterla a explotación sexual – incluyendo la prostitución y la
pornografía forzada-, trabajos o servicios forzados, servidumbre, esclavitud o
prácticas análogas a ésta, o extracción de órganos.
Tipos de trata de personas
Sexual: situación en que un tercero obtiene beneficios económicos o de otro tipo mediante la prestación forzada de servicios sexuales por parte de la víctima, incluidos actos de pornografía y la producción de material pornográfico.
Laboral:
Trabajos forzados, servidumbre, esclavitud. Lo que diferencia la trata de
personas de una situación meramente de incumplimiento de legislación laboral,
es que la libertad del trabajador para marcharse o poner término a la relación
laboral se encuentra limitada. El tratante crea una situación de desamparo al
no pagar los sueldos y retener los documentos, ello sumado a que la persona está
en un lugar desconocido sin redes de apoyo implica que las personas no tienen
más opción que quedarse con el tratante.
Extracción de órganos: es la obtención, el transporte, la
transferencia o la recepción de personas o de sus órganos mediante coacción, engaño
u otra forma de abuso de poder o posición, o bien, es la entrega o recepción de
pagos o beneficios por parte de un tercero para obtener el traspaso del control
sobre el potencial donante, dirigido a la explotación mediante la extracción de
órganos.En el marco del Día Mundial contra la Trata de Personas, que se
conmemora cada 30 de julio, lexpertos en esta materia han recordado que la
lucha contra este delito transnacional requiere una respuesta integral del
Estado y de la sociedad civil.
Algunas estadísticas
Desde la promulgación de la Ley N°20.507 en Chile, que tipificó el delito de trata de personas el año 2011 al 31 de diciembre de 2022, han sido formalizadas 63 causas, que comprenden un total de 347 víctimas.Mientras tanto en Bolivia, según el Informe
Anual de Ejecución de la Política Pública P
lurinacional de Lucha contra la
Trata y Tráfico de Personas en Bolivia, Gestión 2024, se registraron 1.263
denuncias a nivel nacional. El departamento con mayor número de casos fue La
Paz, con 456, seguido por Santa Cruz (379) y Cochabamba (196).
En América Latina, la mayoría de las víctimas detectadas en 2020 fueron mujeres (42%). Le siguen víctimas hombres con un 23%, las niñas con un 18% y los niños con 17%. Todas las fuentes de estas cifras son oficiales y provienen de la estadística estatal.