POR WALTER KROHNE
Mientras tanto las bandas criminales ocupan este tiempo libre para reorganizarse
y actuar y ahora los fines de semana ya no se cuentan por los eventos
culturales, los seminarios o las actividades deportivas, sino por el número de
asesinatos. Estamos mal, muy mal.
“No hay que tumbar al gobierno (por ineficiente que sea), sino al
narcotráfico”, dijo en una nueva carta Cristián Warnken: “Vivimos hoy una doble
crisis muy peligrosa: de seguridad y de la política”.
Pero ¿las causas profundas de esta crisis se enfrentan con intentos o
amenazas de acusar una y otra vez a ministros ¿Se avanza de verdad y se le gana
terreno al verdadero enemigo de la sociedad (las bandas criminales) debilitando
a la autoridad máxima en el tema de seguridad del Gobierno?
El desatino de la política, si seguimos así, nos conducirá
definitivamente al abismo. Las amenazas frecuentes con presentar acusaciones
constitucionales son matonescas y despreciables, en un momento en que al
chileno más pobre apenas le alcanza con lo que recibe para subsistir.
Ahí vemos en la pantalla de televisión a un ex director de Carabineros
como Ricardo Yáñez en el banquillo de los acusados por haberle tocado en su
carrera "la mala suerte" de verse obligado a atender como uno de los jefes de la policía uniformada un “estallido social o
criminal”, organizado por los mismos de siempre, y con los medios que él tenía a su alcance entonces.
Y para peor, la fiscal en su caso es una funcionaria que ha sido múltiples
veces criticada por falta de imparcialidad. Así, en este cuadro son escasas las
posibilidades de que Yáñez pueda tener un proceso serio y adecuado. Y así
aparece y seguirá apareciendo en la tele dando la impresión de un ex alto funcionario hoy desgradado u obligado a renunciar…y él no se lo merece en ningún caso.
El último 23 de septiembre regresó a la 40ᵃ Comisaría de Control de Orden Público (COP)
de Lo Espejo
el carabinero Sebastián
Zamora, que fuera dado de baja en octubre de 2020, pero que en septiembre absuelto
de un largo y complicado proceso de “homicidio frustrado”.
Con una familia casi destruida o convulsionada ingreso a su viejo cuartel acompañado de su abogado el exfiscal Vinko Fodich, y un familiar. Zamora volvió a su unidad policial sin realizar declaraciones y dispuesto a comenzar de nuevo. Y todo por un error o presunción indebida de la justicia, caso en el cual fue fiscal la misma funcionaria que hoy está a cargo del caso Yáñez.
Según la
imputación de la Fiscalía Centro Norte, Zamora había tomado a un manifestante
llamado Anthony para lanzarlo por el puente Pío Nono hacia el
río Mapocho en Santiago.
Contamos este caso porque con una justicia deficiente estamos debilitando día a día a Carabineros de Chile lo que es insólito en un país que justamente requiere de lo contrario: Un Cuerpo de Carabineros fuerte y unido para luchar contra el mal que nos aqueja a todos en Chile.
Sobre el caso
Zamora dijeron luego que el carabinero estaba suspendido por portar en el
momento del hecho una cámara personal, lo que está prohibido en el reglamento
de Carabineros. ¿razón o excusa?
A Yáñez lo acusan por cometer apremios ilegítimos, lo que en buen español signiofica "por trato cruel e inhumano al que un funcionario público somete a alguien, realizado sin llegar a constituir tortura".
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