Sobrevivió el presidente de Colombia, Gustavo Petro a su peor crisis de Gobierno que ha tenido desde que asumió el 7 de agosto de 2022. Parece que le será muy difícil poder reflotar su programa de reformas de izquierda en un país que ha sido y es dominado por la derecha.

A Petro no le ha quedado otro camino que recurrir a «viejos tercios» y aliados políticos, muy parecida a la situación que vive el gobierno izquierdista de Gabriel Boric en Chile, quien también ha tenido que apoyarse en personeros claves de la ex «criticada» Concertación.

Así Petro renovó este miércoles siete ministerios y se rodeó de viejos aliados políticos. Con este reajuste de gabinete Petro espera seguir avanzando con un programa de cambios profundos como el mismo lo explica.

El mandatario ha tenido dificultades para hacer realidad lo que prometió en campaña que incluye reformas del sistema laboral, sanitario, de pensiones, justicia, entre otros. Pero como en todo cuadro político, muchos que le prometieron en campaña «todo el oro del mundo» se han ido distanciando.

En medio de la tormenta política, Gustavo Petro se vio obligado a pedirle la renuncia a todos sus jefes de cartera, destacando entre los salientes José Antonio Campo, un académico liberal que se desempeñaba como jefe del Ministerio de Hacienda, que daba confianza; la gente le creía, que es lo que ocurre más o menos en Chile con el ministro Mario Marcel.

Por su experiencia y reconocimiento como economista y profesor de la Universidad de Columbia, daba seguridad en los mercados y partidos políticos aliados del primer gobierno de izquierda en la historia del país. “Hemos logrado generar una confianza en el manejo económico de Colombia que espero que sea consolidada y continúe bajo (la administración de) mi sucesor”, dijo Ocampo al despedirse de su cartera.

La noche del martes, Petro pidió un “replanteamiento del Gobierno”, tras poner fin a alianzas con partidos tradicionales claves para el éxito de sus reformas en el Congreso.

Al parecer, las discrepancias sobre la propuesta de la reforma de salud y del sector agrario detonaron el conflicto.

Petro aceptó también la renuncia de la ministra de Salud, Carolina Corcho, en el centro de las disputas entre el Gobierno y parte del Congreso que se opone a una reforma constitucional para reducir la participación privada en el sistema sanitario.

En Hacienda, el mandatario designó al exprofesor universitario Ricardo Bonilla, exsecretario de Hacienda durante la alcaldía de Petro en Bogotá (2012-2015); y en Salud, al político y cirujano Guillermo Alfonso Jaramillo, secretario de Gobierno en esa época.

Siguiendo esa misma línea, ubicó al excongresista Juan Fernando Velasco, uno de sus hombres más cercanos, en el ministerio del Interior y en la cartera de las Tecnologías a Mauricio Lizcano, quien venía desempeñándose como asesor de la Presidencia. Reemplazó a Alfonso Prada quien fuera jefe de campaña de Petro y uno de sus principales colaboradores.

Petro había conformado un primer gabinete alejado de las fuerzas de izquierda que lo llevaron a la presidencia y optó por políticos de centro y derecha.

“La gente está con mucha incertidumbre frente al futuro, hacia dónde vamos, y los cambios de ministros lo que hacen es ahondar esa incertidumbre”, aseguró en w radio el expresidente (2010-2018) y nobel de paz Juan Manuel Santos.

 

“La coalición política pactada como mayoría ha terminado el martes por decisión de unos presidentes de partido, alguno de los cuales amenaza a la mayoría de su propia bancada”, escribió el presidente petro en su cuenta de twitter.“LA GENTE ESTÁ CON MUCHA INCERTIDUMBRE FRENTE AL FUTURO, HACIA DÓNDE VAMOS, Y LOS CAMBIOS DE MINISTROS LO QUE HACEN ES AHONDAR ESA INCERTIDUMBRE”, ASEGURÓ EN W RADIO EL EXPRESIDENTE (2010-2018) Y NOBEL DE PAZ JUAN MANUEL SANTOS.

El reajuste de gabinete incluyó a siete de 18 ministros.

El Ministerio de Agricultura, en sustitución de Cecilia López, que provenía del sector liberal, lo liderará la actual directora de Asuntos Étnicos de la Unidad de Restitución de Tierras, Jénifer Mojica Flórez, quien hizo parte, en calidad de abogada especializada en la protección de los derechos humanos, de la Comisión de la Verdad.

En la cartera de Ciencia, la actual viceministra de Talento y Apropiación Social del Conocimiento del mismo ministerio, Yesenia Olaya, asumirá el puesto de Arturo Luna.

Por su parte, el ingeniero y actual director de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), William Camargo, se pondrá al frente del Ministerio de Transporte reemplazando así al saliente Guillermo Reyes, que se consideraba cuota del Partido Conservador en el gabinete y fue criticado por la gestión de la crisis aérea que vive el país.

Ingeniero especializado en el sector de los transportes por la Universidad Nacional, Camargo fue director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) durante la Alcaldía de Petro y tiene experiencia en proyectos de movilidad sostenible y relacionados con el ordenamiento territorial.